Ahora su carrera está centrada en su Only Fans, de hecho sus apariciones en las redes sociales que en el pasado le ayudaron a alcanzar el éxito son cada vez más escasas. Marina Yers evoluciona con los tiempos, ha sabido buscar la forma de conseguir sus objetivos y por el camino ha dejado algunas memorables polémicas.
Porque a estas alturas, Marina Yers es casi más conocida por ellas que por las historias que la convirtieron en un rostro conocido. Historias que, en ocasiones, sus seguidores no terminan de creerse por la propia personalidad de la influencer, pero que a lo largo del tiempo no han dejado a nadie indiferente.
Antes de que Instagram se instalara definitivamente en nuestras vidas y se convirtiera en la red social a la que el resto le disputan la corona, existían otras que nadie sospechaba que podrían llegar a convertir a una persona en reconocida. Marina consiguió que más de 100.000 personas la siguieran en AskFM. Cuando descubrió esto fue cuando decidió abrirse una cuenta en Instagram.
Cuando ya contaba con bastantes seguidores en esta red social, consiguió unos 50.000 de golpe tras abrirla, fue cuando empezó a subir vídeos a YouTube. Aunque en el primero de ellos narraba su experiencia en un centro de menores, pronto se transformó en un canal en el que compartir retos con sus seguidores.
Maryna Pukhyr Danchyshak (nació en Ucrania en 1999) es así, capaz en un momento de contar que con 8 meses de vida tuvieron que operarla para quitarle un cáncer de riñón, consecuencia indirecta del accidente nuclear de Chernóbil, y seguir después compartiendo que el vídeo en el que intenta chupar un limón sin cerrar los ojos.
Su pasado no ha sido nada sencillo, ella misma lo quiso revelar en su libro Sin filtros, publicado en 2021. Ahí cuenta detalles sobre su vida, como que llegó a España a los siete años de manera ilegal, porque solo su madre tenía permiso de residencia, que a los 16 años se fue a Estados Unidos a estudiar bachillerato, pero que le echaron por denunciar que había sido acosada o que intentó estudiar negocios en Londres, pero volvió a España para ser youtuber, porque vio que era la profesión del futuro.
Durante mucho tiempo contó con el apoyo de todos, incluidas importantes marcas que contaron con ella para sus campañas publicitarias, como Coca-Cola o Chupachups, sin embargo, la llegada de la pandemia lo cambió todo. Sus polémicas declaraciones sobre las mascarillas y el virus no fueron bien recibidas.
Sus cuestionables opiniones respeto a todo ello vinieron acompañadas de otras igualmente desconcertantes sobre la incapacidad del agua de hidratar, algo por lo que más adelante llegaría a pedir disculpas, pero que parece seguir manteniendo. Tras estas polémicas, la joven pasó un tiempo distanciada de las redes sociales, más adelante se sabría que fue porque sufrió un brote psicótico por el que tuvieron que ingresarla.
Ahora Marina Yers tiene mucha menos presencia en Instagram, donde solo publica de manera esporádica, pero sigue activa en TikTok, donde cuenta con casi 5 millones de seguidores.