Lo que sucede fuera de nuestras fronteras siempre parece más interesante y todavía lo parece más si te lo cuenta alguien como Sandra, la joven tiktoker que ha conseguido captar la atención de 2 millones y medio de seguidores en esta red social narrando sus aventuras y desventuras en Estados Unidos.
Ha podido estar en los primeros días del festival más cool de California, Coachella, donde ha podido presenciar el concierto de Rosalía, que no ha dudado en comentar en su cuenta, dejando para el recuerdo toda la emoción del momento, pero también ha estado visitando otros lugares emblemáticos.
Fiestas de día en Las Vegas, una excursión en solitario a Nueva York… cada parada es una aventura que comparte con sus seguidores, que pueden ver cómo se prepara para afrontar el día, cómo se maquilla o qué ropa escoge, también cuanto gasta cada día porque si por algo destaca Sandra es por la naturalidad con la que cuenta y vive las cosas.
Si alguna vez te has preguntado si es cierto lo que vemos en las películas y todos los estadounidenses viven en casas o si solo sucede en Miami, que es donde vive ella actualmente. Si siempre has querido saber cómo es el alojamiento más barato de Nueva York o a qué sabe el donut más caro de allí, esta es la cuenta que estabas esperando.
Siempre con buena ‘vibra’, Sandra cuenta sus aventuras, que en ocasiones son más random que en otras. Desde su invitación para la premiere de ‘Shazam’ a su paso por el concierto de Melendi, con fotografía con el cantante incluida, del que se declara una fanática. También asegura que comparten fans, porque nunca la habían reconocido tanto.
La joven lleva cinco años sin vivir en España y entre las experiencias que comparte no todas son positivas, también ha revelado que durante el tiempo que pasó en el instituto y se apuntó al equipo de animadoras, le obligaban a llevar un uniforme que no era de su talla. “Me obligaban a llevar un uniforme muchísimo más pequeño de lo que yo debería llevar porque querían que me apretase el pecho para que no se notara que una animadora adolescente tuviera el pecho desarrollado”.
Aunque en general el tono de sus contenidos siempre es amable y lleno de energía, también en ocasiones dedica comentarios muy duros a las personas que se ha encontrado por el camino. Por ejemplo, no duda en señalar que la mayor parte de sus compañeras animadoras eran “muy malas”, que era un mundo muy gordofóbico porque no siempre cogían a las que mejor bailaban sino a las que “mejor tipo tenían” y que los entrenadores “nos incitaban a no comer hasta después de los partidos para que tuviéramos el estómago plano”.
Historias que ya forman parte de su pasado, porque ahora le están pasando cosas estupendas, como que todo el mundo en Nueva York sea encantador con ella e incluso le ayuden a cargar su maleta en el metro. “Siento que atraes las vibras que tú tienes, y no es por hablar bien de mí misma, pero es que yo soy majísima”.