Lejos de quedarse anclada en el pasado, Eurovisión siempre busca la manera de seguir siendo relevante, de sumar fans que sigan apoyando a este concurso musical que tantos años lleva ‘enfrentando’ canciones europeas.
Este 2023 no es una excepción y, aprendiendo de errores del pasado, han establecido algunos cambios en el sistema de votación. En la edición anterior se escucharon algunas quejas y por eso han decidido coger el toro por los cuernos y presentar novedades con las que esperan que los eurofans estén contentos.
Tres son los grandes cambios que han introducido y todos ellos buscan que la audiencia se sienta más incluida en el sistema de elección del ganador. El primero de ellos es clave, porque hace que ellos sean quienes seleccionen a los candidatos que pasan a la final.
En las dos semifinales, celebradas unos días antes de la gran final, el público tendrá todo el peso de las votaciones, dejando fuera al jurado profesional, salvo en caso de fuerza mayor. Es el público mediante sus votos quien decide qué países pasan a la final, dejando fuera de concurso, por supuesto, a los big five y al país anfitrión, que este año es Ucrania, ganador del Festival del año pasado.
Eurovisión 2023 se celebra en Liverpool porque la situación política de Ucrania, invadido por Rusia, no es la mejor para albergar este concurso, por eso Reino Unido, que quedó segundo, se hace convierte en el país anfitrión.
Esto no quiere decir que el jurado profesional no tenga voto, este seguirá siendo relevante en la gran final, donde encontramos la segunda de las novedades en el sistema de votos, porque estos se combinarán con el voto popular para el resultado final.
El tercero de los cambios supone también una apertura de fronteras, porque permite votar a los espectadores de los países que no forman parte del concurso. Es decir, independientemente de dónde se encuentren, los espectadores del programa podrán votar a través de la web oficial del concurso. Todos los votos así recibidos serán computados como si de un país extra se tratara.
El concurso trata de acercar la decisión final al público, que son quienes nunca dejan de apoyarles, dejando sus energías e ilusiones en apoyar a los cantantes que acuden a representar a sus países. Intentan también evitar el ‘voto político’, es decir, evitar que los jurados de diversos países se voten entre sí sin importar el peso de la canción que presentan.
Se puede votar de varias formas, todas ellas seguras para el espectador, con el sistema que hasta el momento ha resultado efectivo. A través de llamadas telefónicas, con SMS, pero también a través de la aplicación oficial del concurso, de modo que nadie se quede con ganas de apoyar a su canción preferida, siempre y cuando no sea la propia, porque un país no puede votar por sí mismo. Esta es una regla que, de momento, permanece también para la actuación de Blanca Paloma.
La redacción de Mediaset, fanática del mundo eurovisivo, también ha querido opinar acerca de Blanca Paloma a escasos días de que se dispute el micrófono de cristal. A pesar de que hay un apoyo general a la representante española, algunos detractores esgrimen razones por las que no le auguran una buena posición.
De hecho, se atreven a apuntar a otros países como posibles ganadores del festival o duros competidores para Blanca Paloma. Hay muchos que se repiten y quién sabe si entre las predicciones habrá algún acierto. Lo veremos el próximo sábado, pero mientras, ¡no te pierdas el vídeo!