Está en un momento estupendo a nivel profesional y eso le ha convertido en uno de los hombres del momento. Duki, apodo por el que se conoce a Mauro Lombardo Quiroga lleva tiempo labrándose un nombre en el mundo del trap, tanto es así que Bizarrap, artífice de éxitos como ‘Quédate’ de Quevedo o de uno de los últimos y más polémicos éxitos de Shakira, le escogió para protagonizar junto a él su Sessions #50.
Un tema que tal vez no tuvo tanta repercusión como otros, pero que Biza quiso reservar para que estuviera protagonizado por este artista que, en lugar de atacar o defenderse, creando polémicas, aprovechó la oportunidad para contar su historia, agradecer a quienes le apoyaron en el camino, sobre a todo a su familia (asegura que cumplió el sueño de comparar una casa a su madre), también deja claro que lo suyo no es suerte, es talento y esfuerzo.
Uno de los aspectos más llamativos de esa sesión de los argentinos fue el detalle relacionado con los tatuajes de Duki. Comienza la canción con el rostro limpio, libre de tinta, y conforme avanza el tema van apareciendo los dibujos que adornan su piel. Un símbolo que forma parte de su personalidad y que causa gran interés, pues no todo el mundo toma la decisión de tatuarse la cara.
Según cuenta el cantante, no se debe a una decisión impulsiva, no son capricho de un día, sino algo que meditó y a lo que dedicó mucho tiempo y esfuerzo. "Para mí los tatuajes tienen que ver mucho con la identidad", explicó durante su visita a ‘El Hormiguero’, donde quisieron preguntarle por ellos. “Estéticamente, me pareció supermístico, una forma de diferenciarse. Me tatúo la cara y me van a ver como yo quiero que me vean. Cuando tenía como 19 años comencé a pensar la idea”. Ahora tiene 26.
“Empecé con la idea de la dualidad, el angelito en un lado y el demonio en otro, todos tenemos nuestro lado malo y bueno… me pareció una forma de ser más yo, de ser más único y tener una identidad más formada y que la gente me vea como soy de verdad”, algo que efectivamente reflejan los tatuajes de su rostro, bajo un ojo tiene unas alas de ángel, bajo el otro unas de diablo.
El que menos le gusta es el que está sobre su ceja, un sol y las siglas SSJ (Super Sangre Joven), pero porque el tatuador no lo hizo bien, estaba nervioso. No son las únicas marcas tiene, en una sien tiene la palabra Love y un check de verificado en la mejilla, y esto es solo el principio, pues los tatuajes se extienden por gran parte de su cuerpo.
Estos no son los primeros tatuajes que el rapero se hizo, de hecho el primero se encuentra en su brazo derecho y pasó casi desapercibido en casa. El problema le llegó con el segundo, pues tras tatuarse los nudillos llegó la preocupación de su madre, tal y como él mismo reveló en la entrevista, con imitación a su madre incluida. “¿Ahora de que van a trabajar Mauro? ¿Dónde vas a conseguir trabajo?”, le recriminó, algo que Duki parece tener muy claro: en la música.