Nos pasamos la vida comparándonos con otrxs. Lo abultado o magro de la cuenta corriente, el trabajo esclavista que tenemos, la psicopatía de nuestro jefe y sus loquieroparayer, la cantidad de metros cuadrados de nuestro pequepiso, la lisura del pelo, el tamaño de… bueno, ya sabes, el tamaño no importa, deja de llorar, estás haciendo una escena.
Con la altura no íbamos a ser menos. Según datos del historiador John Komlos (suponemos que un hombre con mucho tiempo libre que manejaba diestramente una regla mientras caminaba por una calle llena de inmundicias en alguna ciudad Europea), los hombres españoles son casi 14 cm más altos de media que los hidalgos alatristes del siglo XIX, mientras que la altura de las mujeres no ha cambiado en exceso. Sigue estando en unos aceptables 155 cm, si bien es verdad que la media supera los 160 cm.
¿Y los famosos? Con ellos también tendemos a compararnos, apretando y crujiendo los dientes porque no tenemos esa piel, ese pelazo, esa voz o ese cuerpo. Que viva el canon inalcanzable; que viva la esclavitud de la estética impuesta. Las apariencias engañan. Por más que les supongamos angélicos y por encima del metro ochenta, esto no tiene por qué ser así. Nunca tendremos esa cantidad de dinero, pero quizás sí podamos presumir de medianía, de altura. Hay muchos casos de celebridades que miden exactamente igual que nosotros, simples mortales, neurotizados y precarios. ¿Quieres saber qué personalidades miden como tú?
Te lo contamos.
Podríamos esperar que alguien capaz de hacer un reality sobre la elección de su retrete preferido fuera despampanantemente alta, pero Kim Kardashian se ajusta exactamente a la medida de las damas novecentistas. Mide 1,53, solo 2 cm más baja que otra de las Kardashaian, Kourtney. La cantante Ariana Grande también frisa esa cantidad de cm, y Lady Gaga solo las supera por 2. Un poco más arriba están Shakira, Emilia Clarke o la adorabilísima Camila Cabello, con 1,57, a quien no le importa el qué dirán sobre su altura o su peso. Ella, siempre reina en cualquier cosa que haga.
Guapa, talentosa, con figura y pelazo, colaboradora de otras grandes como Ptazeta o Emilia Menes, pero gracias a Dios, en la media más mediana: 1,60 clavados frente al 1,80 de su partner in crime, Miguel Bernardeu, que aprueba en maromazo. Por cierto, ella mide lo mismo que Natalie Portman.
El cantante baja la media y hace extremadamente felices a los hombres que recorren la medianía de los 170 y pico centímetros. Mide 1,63. Eso sí, en cuestiones de canto, mide mucho más y puede hacer que nuestra altura palidezca. Le supera por 1 cm Pablo Motos, y por 2, Daniel Radcliffe, “el gran mago que sobrevivió”, o deberíamos decir, “el mago bajito que sobrevivió”. Es menos glamuroso visto de esa forma, cierto.
¿Pensaste alguna vez que a Elijah Wood tuvieron que acortarlo con efectos especiales para que fuera creíble como un hobbit en la pantalla? Efectivamente, la altura del actor ayudó a hacer creíble ese cuerpo pequeño. Mide 1,68.
Vale, sus fotos ambiguas en redes sociales, donde no sabemos si se ha operado o su cara está sufriendo los efectos del escape de Chernobyl, nos provocan un poco de cringe. Aceptemos el hecho de que, pese a sus retoques estéticos desmadrados, Zach nos cae muy bien, y a eso ayuda que sea un hombre con una altura normal y corriente: 1,73.
Decapitaba muertos vivientes con voz de resaca dominguera, montaba un dragón a través de los cielos como quien acaricia la crin de un poni, se dejaba poseer con bastante brío por la Daenerys entre Daenerys después de seis temporadas de tensión sexual no resuelta, pero en cuanto a altura, John Snow (Kit Harington) se mantiene en una respetable media: 1,73. Un bajito con altura espiritual y moral (si no, difícil que te resuciten). Es solo 3 cm más alto que Tom Cruise, otro famoso más bien mediano, de 1,70.