De C. Tangana se aprovechan hasta los andares, como dice el popular refrán para referirse a los gorrinos. Sus videoclips son cocaína estética plagada de referencias y guiños a sus obsesiones. En 2020 ya nos ha dejado ‘Tú me dejaste de querer’, un temón lleno de secretitos y veladas alusiones a Rosalía que se pasó varios niveles del Super Mario de lo viral, De este año también es ‘Bien duro’. Aún seguimos tarareándola. Antón, chulo y castizo, está en constante reinvención con nuevas canciones que esmerilan y dan brillo a los oídos de esos a los que les gusta esa voz nasal y carcelaria. Lo mismo te manda a freír monas que te pide un copazo y que lo abraces hasta el amanecer. Sí, tú, mala mujer.
‘Bien duro’ es un temazo, muy poca gente lo discute, pero C. Tangana es mucho más que la camiseta de tu abuelo el obrero de la construcción, el palillo entre los dientes y el carajillo de buena mañana p´al cuerpo.
El memeverso jamás descansa, y en 2018 encontró en él la forma definitiva de fagocitar su chulería y transformarla en una escena de parque de bolas infantil. Los memes del cantante alimentan constantemente nuestra pituitaria visual.
Es fácil oír a internet entero desorinarse de risa con sus estrellas. El meme más conocido de C. Tangana ha causado furor por lo sencillo del montaje y lo fácil que es insertar una frase que resignifique la imagen. ‘C. Tangana pequeñito’ es el Baby Yoda de los memes cañí. Es tan faltón, cuqui y tan básico que nos encanta cómo encaja en cualquier contexto que implique gritos infantiles, peleas a navaja por un juguete y tráfico de chucherías.
Ha bastado que alguien hiciera saltar la liebre para que Twitter, Instagram y Facebook fueran regados con memes y relecturas de este ‘Pucho’ diminuto que quiere jugar con sus amigos en el parque, pide un juguete o con ojos golositos o dice que su novia asiste a clase en otro colegio.
A mini C. Tangana, Baby Pucho, Puchito, Pucho en versión peque nos lo imaginamos perfectamente diciendo que no le gusta la verdura o incluso tomando la leche del pecho de su madre amantísima, después de tirarse un eructicto, algo que contrasta con la imagen canalla y despreocupada del cantante, que no le rinde cuentas a nadie y, desde que saltó, a la fama ha conseguido destruir su propio mito varias veces.
Al propio Antón le debió hacer mucha gracia este montaje photoshopeado de sí mismo en versión pitufa. Hace poco preguntó a sus seguidores de Twitter cuál creían que era el mejor mini Pucho.
Es una estrategia habitual del artista, que entiende internet como si fuera una segunda piel a la que sacarle petróleo y éxito. Tangana hace de la serendipia, la habilidad de gestionar el azar para llevarlo a tu terreno, su arma para transformar a los que se ríen de él, lo versionan con la parodia o lo cuestionan, en algo que engrandece su figura de camaleón musical.
Lo mismo sucedió cuando, hace semanas, alguien le fotografió dormido y con la baba colgando en un viaje en clase turista. En lugar de esconderse, Tangana retuiteó la fotografía y la acompañó de un mensaje divertido: ‘Pa un ratito que cierro el ojo…’
El Mini Pucho no es el único meme que le da salseo y risas a la figura Tangana. Internet está lleno de versiones y reimaginaciones cachondas de su estética o su pasado amoroso. En la cuenta @trapgame.edits se pueden encontrar decenas de montajes en los que Antón es algo así como un maestro de ceremonias y una musa cómica. No es el único trapero mítico. Yung Beef también tiene en esta cuenta de Instagram su propia ración de memes, montajes y cachondeo.
Su rumbachata ‘Tú me dejaste de querer’ no solo hizo arder las escuchas (más de un millón de reproducciones en apenas unos días), sino que además nos dio un cameo de la Húngara.
Si es cuestión de reírse del Artista, Internet sabe hacerlo, y a C. Tangana le debe de gustar la autoparodia. Cuando tu propia figura se come internet y los usuarios, solo te queda sentarse en sofá a comer palomitas. The show must go on.