"Dejar caer nombres" o 'name - dropping' es una práctica que consiste en mencionar constantemente y de manera "modesta" nombres de instituciones, personas o productos lujosos, famosos o exclusivos para presumir y conseguir la admiración de nuestro interlocutor.

Gracias a las redes sociales esta práctica se ha hecho cada vez más frecuente y se replica cada día en usuarios e influencers como una estrategia de posicionamiento. Posar en fotografías con figuras famoso o mostrar en un costado de la imagen con "disimulo" una cartera de Louis Vuitton, puede generar la impresión en el interlocutor que la persona se trata de alguien "importante" o famoso y así puede despertar una sensación de admiración en el otro.

El "name-dropping" también puede ser utilizado como estrategia de marketing por parte de marcas o figuras tales como artistas famosos. Sin ir más lejos C Tangana o "puchito" es un ejemplo clave al comenzar su carrera publicando y nombrando en su Twitter nombres de personajes públicos como estrategia de marketing. De esta forma es como se generan las famosas "alianzas" en rede sociales entre influencers y artistas que presumen estar unos con otros para tener más alcance y mejor posicionamiento social.

Tal como predica el famoso refrán "dime con quién te juntas y te diré quien eres", muchas veces las personas o las figuras más conocidas presumen de sus contactos como forma de "autopromoción", es decir, presumen de las personas con las que se juntan para generar una imagen al exterior que percibe cómo es por la compañía que frecuenta.

En muchos casos, explica la psicóloga Susana Ivorra para SModa de El País, casi todos alguna vez hemos "dejado caer nombres" con el objetivo de impresionar a otros, pero muchas veces y si se realiza con frecuencia, puede ser un signo de baja autoestima ya que se busca la "validación" de un tercero. Además, existen determinados perfiles e intenciones específicas para que ocurra la práctica por parte de este perfil de personas. “No en todos los casos, pero por lo general, los name droppers son personas con una gran necesidad de aceptación y admiración”, explica la psicóloga en la entrevista y añade “Creen que necesitan adornar su realidad para que eso pase, como si por ser simplemente quienes son, no fuera suficiente”.

En este plano, como parte del análisis de la profesional, lo que se esconde detrás del name dropping esta más ligado a la personalidad, entre unas personas que necesitan una autovalidación más que otras más que por el origen, el lugar o la clase social de alguien. “Creen que necesitan adornar su realidad para que eso pase, como si por ser simplemente quienes son, no fuera suficiente”, explica Ivorra.

Cabe destacar que para que exista esta práctica es necesario un público que reciba el mensaje y sobre todo se lo crea. Las redes sociales fomentan que aumente un pensamiento que cree que el lujo, el dinero o la fama hacen de una persona más feliz o "más importante" que otras y este es el tipo de audiencia impresionable y con esta "percepción de éxito" es la que suele alimentar a los "name droppers".

En el mismo reportaje de El País, la psicóloga Mercedes Cimas explica que "la percepción del éxito" está muy interiorizada en los jóvenes y está muy ligada a la el lujo, las marcas y la fama, cuando en realidad las redes muestran una parte de la vida de alguien sin saber lo que hay detrás en realidad. “Esta idea errónea de lo que es el éxito está ya muy interiorizada. Los influencers más seguidos por los jóvenes hoy día son el epítome de todo este tipo de mensajes”, explica la experta. Además hace alusión a que una parte de la sociedad como los locales o los restaurantes se aprovechan de este "status" para llenar sus mesas con caras conocidas por los jóvenes con el simple hecho de generar un posicionamiento de "éxito".