¿Por qué no hay un 'Bad Bunny' LGTBI+ en el reggaetón?
Mientras que la mujer va pisando cada vez más fuerte en el reguetón, la comunidad LGTBI+ aún carece de figuras de este nivel
La homofobia y el miedo a perder audiencia, entre las razones por las que el reguetón aún es un contexto hostil para el colectivo
Aunque la presencia LGTBI+ va aumentando en el sector como con Villano Antino y Ptazeta, aún queda un largo camino por recorrer
Hace poco menos de un mes pasó algo que muy pocos se hubiesen imaginado una década atrás: el productor musical más cotizado y de moda, Bizarrap, desafió todos los estereotipos en la música urbana al hacer su sesión número #51 con Villano Antino, la cantante de trap trans. Unos días después de que su tema empezara a sonar en todas las plataformas de streamings, otra figura de la música urbana y de 22 años como María Becerra hablaba sobre su bisexualidad. Ptazeta, la rapera LGTBI+, encabeza por su parte las listas más escuchadas de Spotfy con más de 9 millones de oyentes por mes. Lo cierto es que poco a poco todos la música está virando hacia un entorno cada vez más inclusivo y el género urbano se está tiñendo más multicolor. Pero aún, sobre todo en el reguetón, queda un largo camino por recorrer y las pruebas están latentes.
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SI nos remontamos a 2020, podemos recordar una "polémica" que rondaba a Ozuna y que le quitó el sueño durante el tiempo que comenzaron los rumores de su homosexualidad. En enero de aquel año, nacieron sospechas de que el reguetonero era gay debido a un vídeo sexual que había salido a la luz de cuando era un adolescente. A partir de allí la vida fue como un calvario para el "negrito ojos claros", que recibió un sinfín de insultos y agresiones por parte del público hasta de otros colegas como Don Omar, que twitteó un mensaje homófobo refiriéndose a su amigo. Pese a que le salpicó el repudio de muchos otros cantantes, fue una clara señal de la situación. "Y no soy gay, ¿Cuál es el problema con los gays? No entiendo por qué la gente piensa así, eso no es algo malo. Si yo dijera que soy gay, ¿cuál es el problema?", cuestionó Ozuna en entrevistas que brindo por entonces sorprendido ante la violenta reacción del público. Este episodio ocurrió tan solo dos años atrás.
"La calle es de los hombres", nos asegura Angela Pardal, la joven artista trans que ha incursionado en la música urbana incluyendo en el reguetón. No hace falta hacer un exhaustivo análisis del mercado cuando decimos que no existe ningún cantante de reguetón del colectivo que tenga las audiencias o la fama de Daddy Yankee o Bad Bunny. Y los que hay aún siguen siendo casi anónimos. "Los hombres son los que están en la calle, son ellos los que hablan de los típicos temas que se suelen hablar en la música urbana o los que dominan mas hasta hace poco como tema de drogas, pandillas etc. Este era un mundo de hombres y eso era lo que predominaba en las letras. Si hablamos de rap todavía es peor figuras LGTBI+ en rap hay poquita visibilidad", opina Ángela.
En este contexto, los mensajes que promueven las letras de este género se resumen en un alto contenido sexual, misógino y de una relación de poder entre hombre y la mujer que no favorece a crear un entorno amigable para las mujeres y menos para las mujeres del colectivo. Durante años, varias mujeres dentro del mundo del reguetón se han pronunciado denunciando letras y vídeos de este género y frente a él se han posicionado como figuras de "empoderamiento" y dominación, pero lo cierto es que mientras que el feminismo ha tomado más protagonismo con figuras como Anitta, Natti Natasha o Karol G, el colectivo LGTBI+ aún sigue brillando por su ausencia.
Existen numerosas razones por las que aún estamos a pasos agigantados de tener un "Bad Baunny LGTBI": desde los contextos culturales, calurosos y caribeños en donde el género ha nacido y se ha desarrollado, hasta el miedo por parte de algunos referentes del género que por hablar de estos temas se pierda una audiencia poco "friendly". Y la lista continúa.
Ignacio Serrano, crítico y experto musical colaborador desde hace años en ABC, nos ha brindado su expertise en la materia y primero hace referencia a que una de las causas mayores de esta "falta de inclusión" es la juventud del género: "Hay que tener en cuenta que el reguetón como fenómeno musical internacional tiene apenas 20 años y creo que necesita más tiempo para desarrollar este tipo de temáticas. En todas las músicas, el machismo ha estado muy presente desde los comienzos hasta ahora como en el blues, que al principio era muy machista. El country también, el rock and roll, el pop y sobre todo el rap", expresó.
"Siendo un género muy joven, con menos de tres décadas de antigüedad, hay que dejarlo madurar como a todo", avala el experto, quien cree que en un corto plazo no se verán cambios notables pero sí en el futuro. Pero esta es solo una de las razones fundamentales que nos permitirán entender bien el terreno en que nos estamos moviendo. Aún existen muchas más.
Referentes machistas
"Si nos vamos muy atrás, el arte en general era cosa de hombres", reflexiona Ángela. Si nos remontamos a los orígenes del reguetón uno acabará desembocando en ritmos como el rap y la música jamaicana. Estos dos géneros son los que le dieron el nacimiento al reguetón y se caracterizan por ser altamente machistas y misóginos en sus letras y en los contenidos visuales. Si se comprende de dónde viene el reggaetón, es posible analizarlo y entender su forma de ser.
Lo más llamativo es que ha nacido de la mano de una generación "mas moderna" y supuestamente con "otra cabeza más avanzada" pero lo cierto es que el ser humano siempre se ha remontado y ha tratado de imitar a los referentes del pasado. En esta ocasión, las generaciones más jóvenes que siguen a los que vinieron antes, absorberán letras y contenido más machista y homofóbico propio de años atrás a como era el contexto de antes: "Yo creo que el machismo en parte se debe a que el reguetón tiene esos referentes como el hip hop y la música jamaicana, que todavía sigue habiendo casos muy de homofobia y misoginia, y al venir de ahí yo creo que le cuesta más al género del reguetón, por muy jóvenes que sean sus artistas", explica Ignacio,
En este plano, el contexto ha sido crucial para alimentar un contenido poco amigable para la comunidad. Lo cierto es que nombres como Daddy Yankee, Maluma, Nicky Jam, J Balvin y Bad Bunny, han surgido desde las calurosas y paradisiacas tierras de centro américa y las situación cultural que predomina en estos países centroamericanos, aún el colectivo LGTBI+ no ha sido del todo aceptado y la sociedad tiende a ser más machista. Es decir, que la homosexualidad es mala palabra para muchos. Es inevitable que la influencia del contexto en donde las letras más conocidas y bailadas del mundo como 'Gasolina' o 'Corazón' ha sido proyectado en ellas.
"Yo creo que tiene que seguir avanzando mucho el movimiento LGTBI+ en todos los aspectos de la sociedad para que se convierta en contexto, también en países en donde el reguetón en es dominante. En el Caribe tiene que haber un contexto dominante cultural más favorable a todo esto para que pueda reflejarse en las letras", opina Serrano al conocer el género de cerca.
Condimento sexual explícito
Un factor común y casi esencial que se podría decir que tienen casi todas las canciones y videoclips del género es su alto y explícito contenido sexual que lamentablemente es uno de los factores de su éxito: "Si te fijas en las encuestas que se hacen a los jóvenes sobre sexualidad aparecen unos datos bastantes terroríficos. Muchos chavales se educan sexualmente con la pornografía y están teniendo actitudes de misoginia, celos extremos y eso se da en las capas más jóvenes de la sociedad entonces creo que por ahí también los tiros del reguetón", opina Ignacio tras preguntarse si es necesario en parte el sexo en el género para que sea escuchado.
La gran mayoría de videoclips han despertado indignación en muchas mujeres en donde aparecen semi desnudas y son presentadas como un mero objeto. Los cuerpos y las imágenes están allí y desafortunadamente, son una parte intrínseca del éxito el género. Es por ello que la alta exposición y el condimento sexual podría ser una gran razón por la que la comunidad LGTBI podría "reprimirse" a la hora de querer hacerlo pro miedo a la incomprensión, al rechazo por parte de un público que aún queda por evolucionar.
"Es normal que a la hora de decidir hacer reguetón eso te frene y digas “este mundo no me va a entender o no pertenezco a este mundo porque los roles están super marcados y super sexuales" y te frenes y decidas hacer pop indie o algo así. Lo que tenemos que hacer es desconectarlo, si nos apetece hacer reguetón hagamos reguetón", avala Ángela, alguien que ha roto barreras representando al colectivo en este hermético género musical.
El rol de la mujer
Si bien en la historia y en todo tipo de música el hombre fue el que siempre predominó en el escenario, el pop es un caso aparte. En este género, la gran presencia femenina desde el surgimiento en los años ochenta ha dado espacio a que diversas figuras del colectivo tengan más aceptación en este género. Grandes figuras como Elton John o Mika han dicho abiertamente que eran homosexuales y ambos se movieron dentro de este género musical sin ningún tipo críticas o pérdidas de audiencia ya que a modo de "burbuja" el género lo permitía. Además, a diferencia del reguetón, al ser un género con un estereotipo LGTB+ ya integrado, lo visual también es mayormente aceptado, pero no tan explicito como en el reguetón.
Es un hecho que las mujeres han sido las que han abierto la puerta para la presencia del colectivo LGTBI+ en muchos aspectos y hoy en día empiezan a pisar cada vez más fuerte acarreando la "diversidad" como bandera, incluso en el reguetón. Sin ir más lejos, Miss Bolivia, PTZETA y Tremenda Jauría, son mujeres y referentes de la comunidad LGTBI+ que están comenzando a resonar en discotecas y en los escenarios de muchos puntos del mapa mundial. Todas han introducido temas inclusivos en sus letras y reivindican tratando de consolidar su unión al colectivo dentro del género.
Referentes del cambio
Bad Bunny fue considerado "un valiente" cuando lanzó "Yo perreo sola" dándole lugar a las mujeres en lugar de haberlo visto como lo normal. La sorpresa de la gente al reivindicar temas anti machistas en un género dominado por los hombres dejó en su momento a todos boquiabiertos y felicitando el accionar del puertorriqueño. Además, el fue una de las figuras que reaccionó ante las agresiones del cantante Don Omar con un claro mensaje: "¿Homofobia a estas alturas? que vergüenza loco", que sirvió al cantante para dar un claro mensaje de su posición y convertirse en un ejemplo dentro de la industria pese a tener canciones con alto contenido machista.
Según Ignacio Serrano, el cambio real empezará cuando las verdaderas figuras como el puertorriqueño comiencen a visibilizar estos temas en sus canciones y empiecen a "allanar" el camino para aquellos del colectivo que se encuentran con miedo y a la sombra por verse poco bienvenidos. "Bad Bunny sacó aquel famoso “Yo perreo sola” que fue su himno feminista a partir de que él es el amo que empieza a tratar estas letras yo creo que debería empezar a ser mas común", confiesa el experto musical.
Angela cree que para que haya un cambio visible no basta con ponerle todo el peso a la persona del colectivo y animarlo a "ser valiente", sino hay que crear una concientización del lado de la sociedad para crear una más receptiva e inclusiva. Si se logra ello, es posible que algún día exista un Daddy Yankee LGTBI+. "Para empezar que la gente no tenga miedo a decirlo y para eso hace falta sentir que ser del colectivo no va a suponer un lastre. Hay que crear como ese clima de confort y de protección de la gente del colectivo para que la gente no tenga miedo a visibilizarlo y que hacerlo no supone un problema ni un hándicap y seguro ahí saldrá un 'Bad Bunny' gay o trans con el mismo talento. Pero esto va muy despacio. Romper con estos roles que llevan tantos años dominando es muy complicado pero llegará", exclamó Pardal.
Pero la esperanza sigue intacta y la concientización cada vez más en auge. Sobre todo el lado de la industria musical quien cada vez más arma carteleras y festivales con más diversidad e inclusión. Los espacios están en muchos lugares, solo hace falta hacerlos conocidos y aumentar el "grito" LGTBI en un género que poco a poco se va tiñendo más arcoíris.