Dices que una 'Game Boy' te hizo entender muchas cosas: ¿Qué cosas?

La consola, distintos modelos y versiones de la misma, se volvió un motivo recurrente según escribía el libro, y lo hizo de forma orgánica, prácticamente involuntaria. No creo que una Game Boy –o cualquier otro dispositivo de naturaleza pop– pueda llevarte por sí misma a ninguna conclusión inmortal, pero sí creo que invocarla –a ella, o a cualquier otro dispositivo de naturaleza pop– debería servir para algo más que para realizar ejercicios postmodernos o caer en el name-dropping referencial. Ese algo más, en el caso de este libro, tiene que ver con asuntos que atañen al género masculino, eminentemente.

¿Qué significaba ser un hombre cuando te operaron de fimosis y te regalaron una Game Boy?

Para empezar, alguien digno de recibir tal consola como regalo: 'boy' significaba y significa 'chico' en lengua inglesa, lo que verbalmente excluía a la mitad el público objetivo que pudiese tener dicho aparato recreativo.

¿Y qué significa serlo ahora?

Básicamente lo mismo que entonces, sólo que hoy la respuesta anterior se puede sobredimensionar lo suficiente como para sostener –hay quién lo hace sin rubor– que la identidad-hombre se encuentra amenazada por la ideología de género.

Tres rasgos de la masculinidad tóxica (para que quien aún no la detecte lo haga)

-Haber producido Pulp Fiction

-Haber dirigido Días de Radio

-Haber protagonizado Louie

Tres rasgos de las nuevas masculinidades (para marcar la diferencia)

-Callarse

-Escuchar

-(Des)Aprender

"No soy distinto a un violador. No soy distinto a un maltratador. No soy distinto a un proxeneta. Como varón, tengo el suficiente poder para actuar bajo cualquiera de esos perfiles; simplemente, he decidido no ejercerlo. (...) Quiero mi medalla". ¿Podrías desarrollar esta idea de los privilegios y el premio?

Se entiende muy bien recuperando el último anuncio de las cuchillas Gillette, dónde se reducía el problema de la masculinidad tóxica a su versión circense: el acosador callejero, el abusón de recreo, el prende-barbacoas. Está bastante extendida la creencia de que evitar ese tipo de roles te exime de la toxicidad masculina, y no: parafraseando a OK GO, la expresión del machismo tiene un millón de formas de ser cruel.

"Un machista no asumirá que lo es, pero sí sus privilegios": Tres privilegios que sepas que tienes y de los que te fastidie desprenderte

Escribir es un privilegio. Publicar es un privilegio. Hacer promoción es un privilegio. El dibujante Chris Ware dijo en una ocasión: "No sé si sentirme complacido o aterrorizado porque mi material vaya a ser examinado por personas que sin duda tienen la suficiente formación como para saber que podrían dedicarse a cosas mejores". Yo me siento así, pero no por autodesprecio, sino por autoconciencia de clase, de raza y –yep– de género.

¿Qué es la hombría?

La hombría son los padres –masculino no-genérico.

Una de las frases que se han hecho más famosas de tu libro es 'Dejad que os hable de mi polla' y luego también de la de tu abuelo. ¿Directo al símbolo?

Todos los libros firmados por escritores –masculino genérico– hablan, de una forma u otra, de su polla. Puestos a gestionar ese falocentrismo, hagámoslo de forma diáfana; de forma no velada. Lo primordial era que esa imagen-símbolo, al cierre del libro, sirviese para desmontar visiones esencialistas sobre la masculinidad: el pene no hace que un hombre sea un hombre; se puede ser perfectamente hombre, chico, niño, teniendo vagina.

¿Un hombre puede ser feminista?

Sí, aunque el feminismo es una lucha a través de la cual el hombre no debería estar obteniendo capital simbólico-social. Un hombre feminista tiene que serlo para dejar de aglutinar privilegios, no para levantar aplausos y ovaciones.

Una frase que te haya sorprendido de hombres que decían ser feministas

El otro día presencié como un supuesto aliado corregía los términos con los que una mujer estaba describiendo su parto natural. 'Mansplaining' serie oro.

¿Por qué los hombres están tardando tanto en pensar sobre su propia masculinidad?

Entiendo que te refieres a los hombres heterosexuales, porque hay muchos hombres de la comunidad LGTBQ que piensan y repiensan la masculinidad: a bote pronto, se me ocurren Rubén Serrano, Grayson Perry, Pol Galofre o Thomas Page McBee.

¿Hay que deconstruirse para volver a construirse?

No es tan importante qué hay que hacer y cómo hay que hacerlo, sino empezar a trabajar con la certeza de que nunca, jamás, verás culminar dicho trabajo. Las nuevas masculinidades son como la Sagrada Familia: works in progress con mucha expectación a su alrededor, pero capaces de generar sus propias violencias gentrifico-machas.

¿Qué le dirías a un hombre machista para convencerlo de que tiene que echarse una pensada?

En Game Boy hay una cita de Cecilia Winterfox sobre lo exhausto que es tener que estar dando cursillos acelerados sobre igualdad a quién no se ha molestado, ni mínimamente, en cuestionar los privilegios inherentes al género que performa. Para no hacer spoilers de mi propio libro, citaré a las raperas IRA: "Pedagogía con el macho, no, gracias / Nuestra paciencia ya no es gratis, se paga".

Algo bueno y malo que te haya pasado con este primer libro

Cinco días después de su lanzamiento, la editorial agotó existencias y el libro volvió a imprenta tan rápido que no hubo tiempo de corregir las erratas de las primera edición. En ese sentido, el cineasta Nacho Vigalondo acuñó un término muy pertinente: 'triunfracaso'.

Acabas de ser padre: un deseo para tu niño

El mismo que me callé al soplar las velas de mi 29 cumpleaños y el mismo que me callaré en las siguientes velas que sople: que sea _____, y que lo sea siempre.