Nos encantan los perretes. No solo porque nos entienden cuando les hablamos, sino porque son compañeros geniales que nos proporcionan amor infinito. Los perros son seres de luz venidos al mundo a regalar felicidad. Lo que pasa es que no todo el mundo quiere ser feliz, porque hay gente pa' tó, y algunas personas no tratan a sus mascotas como se merecen.
Eso es lo que le pasó a Lionheart (Corazón de León, qué nombre más guay), al que tuvieron atado bajo una cama durante dos años, completamente descuidado, viviendo entre sus propios orines y sin salir a la calle.
El pasado mes de abril, la ONG de ayuda a los animales Richmond recibió un encargo muy complicado: rescatar a un perrete irreconocible que llevaba dos años sin cuidados.
Su pelo había crecido demasiado y se le habían formado muchos nudos, tenía restos de heces y orina en su cuerpo y no podía comer, beber y caminar adecuadamente debido a todo el pelaje que le cubría el cuerpo. Cuando llegó, el personal de Richmond declaró que "había sido uno de los casos más impactantes de negligencia que habían atendido".
En esta organización enseguida se pusieron manos a la obra para cuidar y sanar a Lionheart como él se merecía. Desde los cuidados exteriores de rapado, limpieza y corte de uñas hasta el chequeo de su salud. Poco a poco, Lionheart fue volviéndose un perrete mucho más alegre.
Ahora, Lionheart vive una vida llena de amor y cuidados. Fue adoptado y es un perro muy feliz en su nuevo hogar. En esta foto podemos verlo junto a miembros de Channel 8 News, que hicieron un reportaje sobre la historia de su vida.