Solo quedan dos semanas para terminar el que probablemente haya sido el año más fuerte de nuestras vidas. Nadie podía imaginarse, cuando tomábamos las uvas la pasada Nochevieja y brindábamos con nuestros seres queridos, que tan solo unas semanas más tarde estaríamos encerrados en nuestras casas viviendo un confinamiento a causa de una pandemia. Y que, cuando volviéramos a salir a las calles, la mascarilla sería obligatoria allá donde fuéramos.
Parece un sueño, pero es real. Este ha sido nuestro 2020, un año marcado por el coronavirus y todas sus consecuencias. Cancelar nuestros planes, no poder ver a nuestros familiares, problemas en el trabajo, terminar el curso desde casa con clases online... Y un montón de normas sanitarias para evitar los contagios, desde mantener la distancia social hasta pasarnos el día echándonos gel hidroalcohólico en las manos.
La norma estrella, sin lugar a dudas, ha sido la de la mascarilla obligatoria. Y ya que estamos obligados a usarla, algunas personas se han puesto de lo más creativas y originales para hacerse en casa o comprarse las mascarillas más curiosas del mercado. Desde mascarillas mágicas inspiradas en Harry Potter hasta las personalizables con tu cara impresa. Creíamos que lo habíamos visto ya todo, después de tantos meses... ¡pero no! El 2020 siempre sabe cómo sorprenderte.
La sorpresa es gigantesca: ¿mascarillas con forma de escroto? ¿Con todo lujo de detalles? ¿Con arruguitas y todo? ¿Por qué? ¿Quién va a tener huevos como para ponerse una mascarilla tan desagradable como esta? Pues... ¡mucha gente! Porque la mascarilla, fabricada por Billy's Ball Bags, una empresa británica, se ha agotado en tan solo unos días.
Se trata de una mascarila de silicona, muy realista, que asemeja la forma de la bolsa escrotal sobre la que descansan los testículos. Evidentemente, no está homologada para protegerse del coronavirus, pero sí para hacer la gracieta. Eso sí, ser la persona más divertida del año te iba a salir por 29.99 libras, unos 35 euros. ¡Y aun así se agotó!
Hasta su creador, un artista experto en prótesis y maquillaje, se ha sorprendido de la buena acogida que han tenido... sus huevos. Todo empezó cuando estaba pensando en un buen regalo para una despedida de soltero. Tuvo tanto éxito que decidió colgarlas en internet a ver qué pasaba, y ante la avalancha de pedidos decidió empezar a fabricarlas con la intención de venderlas en una página web creada para ello. Le ha ido bien el negocio, sin duda, porque el primer lote se ha vendido por completo.