¿Has notado que, desde que empezó el confinamiento, estás más despistado o se te olvidan más las cosas? Es normal. Pasar tanto tiempo encerrados en un mismo espacio, sin apenas salir a la calle, haciendo todos los días las mismas cosas y sin relaciones sociales, "ralentiza" nuestro cerebro. Seguro que a la madre de Pablo, el tuitero que ha compartido esta historia, le ha pasado algo así.
La cuarentena nos ha pasado factura a todos, a nivel físico y psicológico. Es probable que hayas perdido masa muscular, al moverte menos y pasarte la mayor parte del día sentado, y seguro que también has notado cosas como sentirte más cansado, tener insomnio, estar totalmente apático, como que no te apetece nada, o estar más estresado e irritable que antes, si es que tienes que teletrabajar.
Una de las peores consecuencias del confinamiento es el miedo. Hemos asociado la idea de seguridad a nuestras casas, que controlamos y limpiamos, y la de inseguridad a las calles, donde el coronavirus podría agarrarte en cualquier momento. Hay gente a la que le da miedo salir a la calle, y a pesar de que en la fase 0 en la que estamos ya se puede salir a dar paseos, prefieren quedarse en casa. Otros, le han cogido miedo a espacios como el supermercado, donde va todo el mundo y se acumula la gente.
No sabemos si este será el caso de la madre de Pablo. Lo único que sabemos es que la mujer se agobió un poco a la hora de meter las cosas que había comprado en las bolsas para salir de allí cuanto antes y, sin darse cuenta, también se metió el datáfono.
Su hijo compartió la historia en Twitter, y todo el mundo sintió tanto amor por esa madre (es que todos nos hemos sentido así en la caja del super) que el tuit se viralizó, habiendo sido compartido ya más de veinte mil veces.
"Y la chica buscándolo y no lo encontraban total que he tenido que pagar en efectivo porque se ha formado mucha cola", le contaba su madre.
Pablo ha tranquilizado a sus seguidores y a la cadena de supermercados diciendo que el datáfono ya fue devuelto. Antes de dar por cerrada la divertida anécdota protagonizada por su madre, ha aprovechado para recordar a quien haya leído sus tuits que si alguien quiere a esa mujer como suegra puede mandarle un mensaje privado. ¡Bien hecho!