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Medio ambiente

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¿Te preocupa el medio ambiente ahora que llega la navidad? Con estos DIY fabrica y regala tus propios portavelas

  • Lo fundamental: te sirve cualquier tipo de lata reciclable para tus portavelas sostenibles, pero elígela en función de la estética que quieras conseguir

Hace tiempo te hablamos en Yasss de cómo fabricar tu huerto con botellas de plástico, y hasta un invernadero hecho con la única ayuda de la tapa de una botella y un trozo de tela. Ha llegado la hora de que pases al siguiente nivel en tus técnicas DIY y el respeto al medio ambiente.

Los frikis del reciclaje saben que detrás de cualquier consumible de la vida diaria puede esconderse un objeto futuro que haría orgasmar al barbas de Bricomanía. Nada de dadaísmos, que no hemos inventamos la rueda con esto que te decimos. Vale que no disponemos de una retroexcavadora como la de aquel famoso video que parecía un sketch chanante, pero a mano, lo que se dice a mano, tenemos de todo para el salseo bricolajero y la decoración de tu piso compartido.

Sprite, Coca Cola, la Fanta de tus ojos; nada que una sencilla lata reciclable te hace falta para marcarte unos portavelas tan originales como sencillos de fabricar; y encima, sostenibles.

Portavelas con latas

Para este DIY, más simple que el mecanismo del dedo en Tinder, puedes utilizar cualquier lata, desde una de refresco a otra más compacta, como las de atún. Estás últimas tienen un poco más de gracia y estética al ser de un tamaño menor que una lata de refresco. Las velas quedan muy bien, metidas en un recipiente discreto. Por eso, las latas de conservas y las de atún, mejillones o berberechos son las que dan los portavelas más pintones.

En todo caso, también te sirven la lata de aluminio tradicional del sprite o esas alargadas del Monster, que son las más fáciles de cortar y moldear con cierta holgura.

Pasos para fabricar un portavelas con una lata reciclable

La primera opción es decorar la lata con un entramado de agujeros uniformes siguiendo un patrón de tu gusto: un círculo de puntos agujereados, una flecha, un emoji chulo que guiña el ojo. Para no salirte del diseño que has planeado puedes marcar los puntos a agujerear con un rotulador indeleble. Para los agujeros lo mejor es utilizar un taladro con una broca de un número fino, no sea que dobles y rompas el aluminio. Si la broca se te sale al perforar, marca el agujero con un clavo antes de darle con el taladro.

El último paso es pintar el interior y exterior de la lata. Puedes hacerlo a mano, pero ahorrarás mucho tiempo con un spray de pintura acrílica. Además, puedes jugar con las mezclas, el degradado y la distancia para crear diferentes texturas. Acuérdate de cubrir con papel higiénico las zonas que quieres reservar para otro color.

Portavelas con ventana

Toca esculpir para obtener otra modalidad de portavelas muy interesante. Cortar la lata y darle forma, como si de un arco se tratara

La forma la ventana por la que se verá el interior del portavelas dependerá de tu gusto. Puedes optar por la versión simple, o realizar cortes con patrón (semicírculos) en el cuerpo de la lata para que la ventana tenga forma de arco y, de paso, un poco más de gracia.

El primer paso es recortar el cuerpo. No te harán falta tijeras especiales, solo que estén bien afiladas para poder hincar la cuchilla bien en el aluminio con un corte limpio y estilizado. Debes comprobar que no queden bordes, rebabas y pinchos con los que puedas cortarte. Para quitar la pintura, la fecha de caducidad y otros datos, utiliza acetona pura y un estropajo metálico.

Pon atención a otro paso para que la vela no se mueva dentro de la ventana que acabas de recortar en el portavelas. Puedes utilizar la parte de abajo de otra lata, después de recortarla, para meterla en el interior de la ‘lata madre’ y sostener la vela en una superficie más estable. También te vale la tapa de un bote pequeño, al que acoplarás esa base de la lata recortada, con la oquedad inversa, en la que se apoya, para colocar la vela.

Portavelas decorados abalorios

A la hora de decorar tu lata y transformarla en un portavelas que hará las delicias de tu padre y tu madre cuando vayan de visita (y comprueben que no vives en un fumadero de crack) te vale cualquier idea que se salga del clásico recorta, pinta y colorea. Si en lugar de agujerearla optas por añadirle relieve y rugosidad a tu obra, conseguirás un resultado final fantástico. Toca pensar qué puedes utilizar: abalorios, tela de colores, vinilos geométricos, etc.

Para este último paso necesitarás cola transparente y alguna referencia para la estructura del patrón. Te transportarás a esas tardes de verano en las que trenzabas pulseras y las vendías a los guiris y a tus vecinos en el paseo marítimo de tu pueblo de veraneo.