Viajar en avión es algo que suele preocuparnos a todos. Las potenciales turbulencias, la posibilidad de caer al mar o quién serías tú si tu avión fuese el elenco de ‘Lost’ son solo algunas de las ideas que cruzan nuestra mente justo antes de embarcar en el vuelo. Si, además, volamos con mascota, los pensamientos intrusivos y las preocupaciones se multiplican por diez.
Es normal: sabemos que ni nuestro gato ni nuestro perro disfrutan especialmente con los cambios, sobre todo los que tienen que ver con estar fuera del domicilio y hacer un trayecto largo sin nosotros. Si es tu caso, y próximamente tenéis que coger un avión los dos juntos, en Yasss te damos las claves para que el viaje sea un éxito. Aquí van cinco consejos que os ayudarán a hacer del trayecto una experiencia segura.
En cuanto tengas en billete, ponte en contacto con la operadora del vuelo. Cada aerolínea tiene políticas distintas en lo que se refiere al transporte de mascotas, y aunque lo ideal es que pueda viajar contigo, debajo de tus piernas, la mayoría no lo permiten, o lo hacen bajo determinadas condiciones.
Algunas de las aerolíneas que operan en España y aceptan perros y mascotas son:
Por norma general, las mascotas pueden viajar en cabina, bodega o carga. Para poder ir contigo en un transportín, suelen pedir que pese menos de 8 kilos y que se sitúe debajo del asiento. Si no, habitualmente piden que se facture como equipaje o, en el caso de los animales más pesados, que vayan en el avión como carga.
Si consigues que entre en cabina contigo, el transportín tendrá que estar homologado y adaptado a las medidas que determine la compañía aérea. Además, suele exigirse que sea mayor de diez semanas, y que lleve la cartilla de vacunación actualizada, así como su pasaporte, en caso de que el vuelo sea internacional. Cuando paséis el control, recuerda llevarle con arnés y correa, ya que tendrás que pasar con tu mascota por el arco de seguridad.
Si tu mascota pesa más de 8 kilos, lo más probable es que tengas que facturarlo como equipaje o meterla en el avión como carga. Las excepciones son los perros guías o de asistencia; muchas aerolíneas consienten que vaya con su dueño independientemente del tamaño, pero con un bozal.
Asegúrate de que tanto tu documentación como la de tu mascota están en regla y que cumplís todos los requisitos de la compañía y el país de destino. Antes de formalizar la reserva, las aerolíneas te permiten confirmar la presencia de tu perro; comprueba todo varias veces para evitar problemas después.
Prepara su equipaje con antelación, para evitar olvidos de última hora o sobresaltos. Siempre es mejor que se te olviden a ti unos calcetines a que te quedes sin volar porque te has dejado en casa uno de los requerimientos de la compañía para que tu mascota viaje con ellos…
El transportín debe ser la mezcla perfecta entre un espacio que garantice la comodidad de tu mascota y que, además, cumpla los requisitos de la aerolínea en la que vas a viajar. Comprueba los requerimientos de la compañía, que suelen ser muy concisas, y escoge después el que mejor se adapte a tu mascota.
Si vas a viajar en avión con tu mascota por primera vez, puedes consultarle a tu veterinario qué hacer para que no se ponga nervioso. Muchas aerolíneas recomiendan que el animal no coma en las dos horas previas al vuelo, pero algunos especialistas lo desestiman. Todo depende de la mascota, ¿y quién conoce sus necesidades mejor que tú y su veterinario?