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Si va a adoptar a un gato, ¡atención! Cinco cosas que debes saber antes de tomar la decisión

  • Adoptar un gato es una experiencia preciosa, pero también una gran responsabilidad que exige tiempo, paciencia y dinero.

Convivir con una mascota es una experiencia fantástica que puede enriquecer muchísimo la vida de cualquiera. Con un perro o un gato en casa, nunca te sentirás solo: ellos siempre estarán dispuestos a intercambiar contigo momentos de cariño y diversión. Ahora bien, también se trata de una gran responsabilidad, para la que necesitamos tiempo, compromiso y dinero. Si estás pensando en adoptar un animal, esto es lo primero que debes tener en cuenta.

En cuanto a la mascota que quieras adoptar, la pregunta es la de siempre y debes responderla tú: ¿Eres más de perros o de gatos? Si estás en el segundo equipo, tendrás mayor flexibilidad que los del primer grupo: por norma general, los gatos son más independientes que los perros y no necesitan paseos diarios. Al menos, no monitorizados. Eso no significa que no vayas a tener que adaptar tu ritmo de vida a sus necesidades, especialmente si decides adoptar un cachorro.

¿Estás pensando en adoptar un gatito? Es una decisión que merece la pena pensar a conciencia; a fin de cuentas, el animal puede pasar a tu lado más de una década. Por eso, en Yasss te traemos una lista con algunas de las cosas que debes saber antes de tomar la decisión que os cambiará la vida a los dos.

Una decisión a largo plazo

Desde el momento en que adoptes un gato, tu vida cambiará. Cosas tan sencillas como quedarte en la cama hasta mediodía, un viaje de fin de semana espontáneo o buscar un piso nuevo estarán condicionadas por tu relación con tu mascota. A partir de ahora, tendrás un ser vivo a tu cargo: se trata de una experiencia muy enriquecedora, pero también de una gran responsabilidad.

Si vives con otras personas, necesitarás su aprobación para adoptar al animal. Además, deberíais comprobar que no desarrolláis alergias al contacto con gatos. Conviene hacerse las pruebas pertinentes antes de comprometerse con un felino.

Viviendas de alquiler

Si vives en una casa alquilada, deberías avisar y obtener la aprobación de tu casero antes de adoptar a tu nueva mascota; la alternativa es que se oponga y termine rescindiendo vuestro contrato. E, incluso si consigues el permiso de tu casero, lo mejor sería que comentases la existencia de tu gato con tus vecinos, al menos si tu casa tiene salida al exterior. De esa forma, evitarás problemas si se cuela en la terraza que no debe.

Cuestión de pasta

No nos engañemos: tener una mascota es una oportunidad dorada, pero no todos los bolsillos pueden permitírsela. En el momento en que el animal entra en casa, debes equipar tu hogar con cualquier cosa que necesite: cama, comedero, juguetes, cepillo, arenero… eso sin tener en cuenta las revisiones veterinarias, las vacunas y las urgencias, que pueden suponer un desembolso grande de dinero.

Tiempo y educación

Si hay algo que le gusta a un amante de los gatos es, precisamente, el carácter rebelde e independiente de estos animales. Pese a que siempre vuelven a casa y reclaman la atención de sus cuidadores como los que más, los felinos son como hijos adolescentes: entran y salen de casa (con el consiguiente riesgo) sin avisar, hacen cosas que no deben, como matar pequeños animales, y duermen mucho sin seguir ningún tipo de horario. La convivencia con ellos no siempre es fácil, y por eso conviene educarle correctamente. Una tarea exigente que requiere de tu tiempo y paciencia.

Enfermedades

Un gato saludable tiene una esperanza de vida de entre 15 y 20 años, que dependen de muchos factores. Sea como sea, muchos de ellos enferman antes de forma aguda o crónica, y los cuidadores tienen que hacer malabares con sus ahorros y tiempo para darles el tratamiento correspondiente o llevarles al veterinario. Es importante contar con una red de apoyo sólida que se ofrezca o comprometa a cuidarle en caso de que a ti te sea imposible estar a su lado.

Pelos en todas partes

Los gatos sueltan pelo, muchísimo pelo que se queda en todas partes: sofá, cama, ropa… Por un lado, tendrás que hacerte con un buen quitapelusas para no salir siempre de casa como un peluche. Pero, además, tendrás que dedicarle mucho tiempo y dinero al pelo de tu gato. Una alimentación de calidad y un cepillado regular (la frecuencia dependerá del tipo de pelaje de tu gato) son claves para mantener tanto la limpieza de la casa como para la salud de tu mascota.

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