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Mascotas y salud mental: ¿por qué vivir con un animal de compañía puede hacer que te sientas mejor?

  • Menos estrés, socialización, mayor autoestima… aunque vivir con una mascota no lo es todo, puede tener muchos beneficios en tu salud.

Humanos y perros pudieron comenzar su aventura juntos hace más de 11.000 años, justo después de la Edad de Hielo. Así lo muestra una investigación publicada hace unas semanas en la prestigiosa revista Science, en la que se rastreó el ADN de muestras de 27 perros de la época. Entre ellos estaba un animal que vivió hace 6.200 años en la cueva de Marizulo (Guipúzcoa), donde fue encontrado en un enterramiento neolítico, junto a un joven y un cordero.

Desde entonces, con sus más y sus menos, los perros han acompañado a los seres humanos. A ellos se unieron otras razas de animales, como los gatos o los conejos, a los que se adiestró como mascotas; todas ellas han proporcionado muchos beneficios a las personas a las que han acompañado. Quienes conviven con un animal conocen de sobra los beneficios físicos y emocionales que acarrea, algo que se estudia en profundidad desde hace más de siete décadas y que ha derivado en la involucración de mascotas en terapias psicológicas y psiquiátricas.

Vivir con un animal puede tener muchos beneficios para tu salud mental. En Yasss te contamos algunos de los más sonados.

Un perro y un niño con autismo

En la década de los 50, el psiquiatra Boris Levinson trataba a un niño con autismo. En una de las sesiones, su mascota entró en la sala, para horror de él, que pensó que el perro asustaría al paciente. Nada más lejos de la realidad: el niño se acercó al animal y comenzó a acariciarlo, mientras hablaba con él. A través del animal, el médico pudo acceder al paciente más fácilmente.

Es uno de los casos más sonados cuando hablamos de mascotas con vocación terapéutica, pero no el único. Se sabe, por ejemplo, que ayudan a facilitar la comunicación con personas que han sufrido experiencias traumáticas o que tienden a aislarse, como las personas mayores o encarceladas. En casos de demencia, convivir con un animal estimula los sentidos, y en los pacientes con depresión, el amor incondicional de una mascota ayuda a reforzar su autoestima, clave en el tratamiento de la enfermedad.

Vivir con una mascota no hace milagros en tu salud, pero caso. Un estudio de la Universidad de Minnesota mostraba que, en el caso de los dueños de gatos, la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular se reducía un 30%. Y los bebés también tienen su parte del pastel. Según otra investigación, publicada por la revista ‘JAMA Pediatrics’, los bebés que viven con un perro o un animal de granja durante el primer año de su vida tienen menos probabilidad de sufrir asma.

Otros beneficios de las mascotas

Es evidente que vivir con una mascota alivia la sensación de soledad: con un animal en casa, la persona se siente más segura y protegida. Eso por no hablar de que el contacto diario con una mascota puede estimular la comunicación y el movimiento en personas mayores que tiendan a aislarse. En pacientes con enfermedades mentales, también puede “traer muchos beneficios”, tal y como destacan varios artículos en el campo: uno de los más recientes, publicado en BMC Psychiatry en 2018, destaca su eficacia en el tratamiento de personas que “padecen una enfermedad mental desde hace mucho tiempo”. ¿La clave? Menos estrés, mejor comunicación y una mayor autoestima.

Las mascotas también pueden reducir el estrés en el hogar. Así lo mostraba un estudio de la Universidad Commonwealth (EEUU) dirigido por la psiquiatra Sandra Baker, que midió las ondas cerebrales de algunos dueños de perros antes y después de pasar un rato con sus mascotas. Su conclusión fue clara: tener una mascota y pasar tiempo de calidad con ella ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Todo eso sin contar con los beneficios de pasear con ellos, que obligan al dueño a salir a la calle, ejercitarse y, en ocasiones, hasta a fomentar su vida social.

Ahora bien, tener una mascota no lo es todo. Lo recordaban en el Diari de Tarragona las integrantes de la Associació de Teràpia 4 Potes, las doctoras en psicología Annabel Folch y Paloma Vicens, quienes destacaban que, si bien “la salud mental y el estado anímico de la persona que convive con animales pueden verse favorecidos gracias a los beneficios que supone convivir con una mascota, no hay que olvidar que existen múltiples factores que condicionan nuestro estado emocional”. Compartir tiempo con un animal ayuda a estar de mejor humor y, desde luego, ayuda a tener una vida más sana, pero no lo es todo. Si tienes algún problema o le estás dando vuelta a algo más, lo mejor es pedir ayuda profesional.