España es uno de los países a la cabeza del abandono de mascota. No es algo de lo que sentirse orgulloso: durante 2018, cerca de 140.000 perros y gatos fueron acogidos en refugios y mascotas, según denuncia la Fundación Affinity. Tan solo después del confinamiento, durante el mes de mayo, fueron abandonados más de 2.000 perros, de acuerdo a los datos de la Real Sociedad Canina. Una relación muy dramática que destapa otra: muchos de ellos son perros sin raza, animales en muchos casos estigmatizados por no mantener el famoso pedigrí.
Pero, ¿quién quiere un perro de raza? O, mejor dicho, ¿a quién le importa? Es decir, cuando buscamos incluir un perro en la familia, ¿queremos una mascota o un accesorio? En un perro no se debería buscar la estética, sino que podamos incluirlo en nuestra familia. Sin embargo, no todo el mundo piensa así, y hoy por hoy las perreras están saturadas con canes mestizos que, en muchas ocasiones, no han tenido una vida fácil. Darles una segunda oportunidad puede tener muchos beneficios para ellos y para nosotros; en Yasss te contamos algunos de ellos.
Si hablamos de la adopción de un perro “mestizo”, encontramos ciertas ventajas. Las principales son el precio, su salud y, en contra de lo que suele pensarse, los años de vida. Sí, sí, como lees: los canes mestizos no son animales débiles, sino que su salud es bastante fuerte y envidiable. Además, presentan menos patologías y complicaciones médicas que los perros de pedigrí: con ellos nos ahorramos los problemas de sordera de los dálmatas, por ejemplo, o las enfermedades habituales en los canes de hocico chato. Por norma general, su esperanza de vida también es bastante mayor.
Otro mito extendido sobre los perros mestizos es que son más distantes que los perros de raza, que no demuestran amor a sus dueños. Nada más lejos de la realidad: estos canes son respetuosos, afectivos y leales. Muchos de ellos han pasado por situaciones traumáticas y agradecerán que les incluyas en tu vida.
Según algunos expertos, además, es más sencillo adiestrar a este tipo de perros. Su docilidad es envidiable, y además se trata de canes totalmente exclusivos: su cruce, surgido de manera natural, les convierte en animales únicos e inigualables. Y lo más importante: cuando adoptas un perro salvas la vida de un animal. Son muchos los canes que se acumulan en las perreras y en los refugios, e incluirles en tu familia puede salvarles de un destino fatal.
A nadie le gusta hablar de dinero, pero una de las ventajas más importantes de adoptar un perro es el precio de los canes. Evidentemente, es mucho más barato que comprar un animal en una tienda, y además ayudas tanto a los animales como a las protectoras. Además, en los refugios siempre tienen todo a punto: vacunas, chips, documentación… si adoptas un perro, lo haces con tranquilidad, sabiendo que todo está en regla.
Por norma general, las ventajas de tener un perro sin raza son las siguientes:
Con un perro sin raza obtendrás lo mismo que con uno que la tiene: un amigo para toda la vida, que se mostrará agradecido por tu dedicación a él y hará de tu casa un hogar más cálido. Además, piensa que los canes ‘puros’ no son más que mestizos prolongados en el tiempo. Los dogos, los San Bernardo o los perros de montaña son en realidad mezcla de otras razas de perro: su genealogía es tan mestiza como la de cualquier otro can.
Vaya, que tener un perro mestizo en la familia tiene muchos beneficios. Si quieres meter uno en casa, puedes buscar en los refugios (en estos centros también hay perros de raza, pero no son mayoría) y en plataformas o servicios de anuncios, donde muchas personas ofrecen camadas no deseadas. Si optas por esta segunda opción, la principal ventaja es que podrías educarle desde el principio, evitando problemas mayores en su conducta. En cualquier caso, la llegada de un can a la familia siempre es una alegría.