Los perros (y gatos, y cacatúas, y hasta las pirañas asesinas) tarde o temprano acaban pareciéndose a sus amos. En esto de engordar y adelgazar somos exactamente iguales. Unos buenos hábitos de deporte y dieta harán que nuestro cuerpo se mueva como un mecanismo engrasado y podamos engorrinarnos de placer sabiendo que hemos tocado las mieles de una vida saludable. Al revés también: esa ‘mala praxis’ que descuida la alimentación, los paseos y los pises por el parque y el ejercicio de tu mascota pueden hacer que solo sea capaz de entrar por las puertas untándose con mantequilla.
Las reglas son las mismas: la obesidad es un problema de salud grave que hay que atajar cuanto antes, y en nuestra mascota es doblemente peligrosa. Está a nuestro cargo. Es nuestra responsabilidad modificar sus hábitos para equilibrar la balanza y que Toby, tu perro salchicha, no te pida una silla de ruedas motorizada para poder moverse por la ciudad.
Te contamos cómo influye en su estado de salud y qué puedes hacer para que vuelva a un peso saludable.
Existen motivos multifactoriales para que tu perro o tu gato se haya comido a su padre: la dieta grasa es algo que se suele mencionar en primer lugar, pero también hay otros como la esterilización, o el gasto energético menor que se da conforme se hacen mayores. Fíjate en este detalle: van pasando los años, tu perro o tu gato se hace mayor y vuestros paseos en el exterior son mucho más cortos y concentrados.
Trabajan en contra de su peso sano los espacios cerrados y la escasa movilidad, una de las causas de esa conservación mayor de su energía que acaba reformulándose en forma de grasa sedentaria. Además, la raza es otro de los factores que determinan una cierta predisposición de tu felino o de tu can a esa gordura que tanto influye en su salud. En los perros tienen más tendencia a padecer obesidad los retrievers, terriers, beagles, cocker spaniel y teckels. Cuanto más mayores son, más facilidad para caer en un cierto sobrepeso.
No hay que olvidar la similitud de ciertas enfermedades (las endocrinas, por ejemplo) entre humanos y animales. Los perros y gatos, efectivamente, pueden sufrir hipotiroidismo, artrosis, artritis y un buen número de afecciones similares a las nuestras, buena parte de ellas relacionadas con que se mueven, corren y saltan menos de lo que debieran. La esperanza de vida de una persona con obesidad frente a una con peso normativo se reduce de forma drástica, y ocurre lo mismo cuando tu gato y tu perro han cruzado la laguna estigia y parecen un flotador de playa.
Este exceso de grasa podría afectar a sus órganos. Se podrán dar también multitud de problemas articulares y cierto riesgo de sufrir trastornos más dañinos: afecciones respiratorias y cardiovasculares; cojera (por la artrosis); diabetes, tumores y un larguísimo etcétera. Hay que estar muy pendientes de ellos.
En este punto no deberían quedar ya muchas dudas acerca de lo nocivo y peligroso que es descuidar el peso y la buena salud de tu gato o tu perro. Te estás jugando que un día te lo encuentres tieso encima del parqué de casa.
Toby no quiere que mires recetas random en Internet mientras le pasas por debajo de la mesa una chocolatina para calmarlo por ese problemilla que tiene con su adicción al azúcar (‘Toby, no me gusta cuando me muerdes, toma esta ofrenda, soy tu siervo, come, Toby, come’); lo que necesita Toby, ciertamente, es que le cojas en brazos y acudas raudo a la consulta de tu veterinario de confianza para diseñar un tratamiento, establecer unas pautas: nuevos hábitos saludables y un plan de paseos a la altura del drama (unos pocos kilos de más, o esa torrentera de grasa mala).
El diagnóstico del grado de obesidad que sufre tu mascota lo tiene que hacer el profesional cualificado, y es importante porque es él o ella el que podrá determinar los factores que causan la obesidad en tu mascota. Pueden ser sus hábitos sedentarios o la dieta, pero también una enfermedad hereditaria o un factor relacionado con la raza. El veterinario, en este caso, ejercería las funciones de endocrino de tu bicho, y a él le corresponde diseñar el plan de adelgazamiento que vais a seguir (dieta, tipo de alimentación, paseos, horarios) para que Toby, poco a poco, adelgace y coja un leve aire a Nadia Comanecci en sus mejores tiempos.