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O les encanta o la odian: cuatro perros nos dan ideas para disfrutar de los días de lluvia

  • La relación de los perros con el agua es complicada. Para aclararlo un poco más, en Yasss hemos hecho un recopilatorio con algunas de las reacciones caninas virales bajo el agua que más nos han gustado. Desde el héroe hasta el pachorrón, en esta lista hay perros para todos los gustos.

Mediados de noviembre, un fin de semana. Son las cinco de la tarde, pero ya ha anochecido; el cielo está feo y gris, como a punto de echarse a llover. Has quedado con tus amigos (cuatro o cinco, como máximo) para cenar (antes de que empiece el toque de queda) y, a mitad de camino, empieza a diluviar. Tú, que ya tenías bastante con acordarte de llevar encima la mascarilla, la cartera, el gel desinfectante y las llaves, has olvidado el paraguas en casa, y para cuando llegas al punto de encuentro, no queda rastro de peinado, ropa seca ni perfume. Te sientas con tus colegas, agotada y calada hasta los huesos, dando gracias por la distancia social, que evita que tus amigos comprueben que, efectivamente, después de ese trayecto bajo la lluvia hueles a perro mojado.

Perdón por la escena (aprovechamos para deciros que, en ese caso, habría que cambiarse la mascarilla: pierden su eficacia cuando se mojan); nosotras veníamos aquí a hablar de perros y lluvia, nada más. Las mascotas más populares en España tienen una relación ambivalente con este fenómeno meteorológico: son capaces de “sentir” las tormentas, apuntan algunos estudios, antes que sus cuidadores, aunque algunos perretes pueden desarrollar estrés y ansiedad ante la aparición de truenos y rayos. Con la lluvia y los canes pasa algo similar a lo que ocurre entre los niños y las montañas rusas: algunos las adoran y podrían pasar dos horas subidos en un cochecito, pero otros se echan a temblar pensando en loops y caídas imposibles.

Así las cosas, los canes que disfrutan de la lluvia, lo hacen a lo bestia, y algunos se convierten en protagonistas de historias difíciles de creer. Por eso, en Yasss te traemos una fuente de serotonina potentísima: un recopilatorio con algunas de las anécdotas de perretes mojados más bonitas y divertidas de los últimos años.

El que invitas a comer y te dice que sí

¿Recuerdas la sensación que te embargaba cuando, después de salir de un bar o discoteca, ya de madrugada, ves un kebab abierto y hueles las patatas fritas? Pues eso es lo que le pasa al prota de este TikTok, un perrete que, pese a tener collar, pasea por la carretera bajo el agua, un poco desesperado. En esas está cuando se asoma a un coche que tiene las ventanillas abiertas.

El dueño se asoma a ver al animal, que apoya las patitas y se deja acariciar mientras el conductor se apiada de él. “Está empapado”, dice en el vídeo, para preguntarle después: “¿Quieres algo de comer?”. Spoiler: la respuesta es afirmativa. Con una agilidad que asusta, el perro se encarama rápidamente al coche y se resguarda de la lluvia con los pasajeros, que gritan asustados mientras el animal les pasa por encima.

El que permite pasear bajo la lluvia

¿Tu perro no quiere salir a pasear durante los días de lluvia? ¿Se desconcierta y pone nervioso cuando el agua le roza la piel? ¡No te preocupes, Internet tiene la solución! Se trata de un paraguas que tiene el mango en la parte superior, y de cuya base surge una pequeña correa. El funcionamiento es sencillo: tú coges el paraguas por el mango, como si se tratase de una cuerda, y atas la correa al collar de tu perrete, que puede pasear durante los días de lluvia sin preocuparse por el agua. Apto, eso sí, solo para los animales más pequeños y tranquilos.

El que ayuda a un gatito

Estamos acostumbrados a ver vídeos de personas ayudando a animales que viven en la calle, pero no es tan habitual ver a un perro asistiendo a un gatito cuando llueve. Sin embargo, eso es lo que grabó Monica Burks, en Texas, hace aproximadamente un año, al descubrir desde su casa cómo su pequeño perro Hazel (una mezcla de Yorkshire, Chihuahua y Poodle, según ella misma explicaba) salía a la calle y llevaba un gatito a casa. Cada vez que el animal se perdía o frenaba su camino, el perro le esperaba o bloqueaba. Al final, ambos llegaron a casa, y Monica pudo secarles y darles el cuidado que se merecían. La mujer acabó dándole al gato el nombre de Sheba, que ahora vive con un hermano de Monica.

El que se relaja mirando la lluvia

¿Quién no ha sucumbido a la tentación, un día de lluvia, de pasarse 24 horas mirando por la ventana, disfrutando del relajante sonido de las gotas contra el suelo? Eso es lo que le pasa a este perrete, que se tumba a ver la lluvia con las piernas cruzadas en el suelo. Según su cuidador, que le grabó y subió a Facebook, donde no tardó en hacerse viral, el animal hace eso cada vez que llueve. ¿Quién se puede resistir?

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