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Garrapatas no, gracias: la importancia de acabar con los peores enemigos de nuestro perro

  • Las garrapatas son parásitos que pueden infectar a nuestro perro y a nosotros. En Yasss te contamos cómo deshacerte de ellas.

Bichos enanos que saltan y te chupan la sangre. Suena algo que no le desearías ni a tu peor enemigo, ¿verdad? Pues imagínate a tu perro. Las garrapatas son artrópodos succionadores de sangre que permanecen activos en cualquier parte del cuerpo de tu perrete, moviéndose entre su pelo como quieren.

Pero la cosa no queda ahí. A ellos les pueden transmitir muchísimas enfermedades, igual que a nosotros: a estos animales, con tal de coger sangre, le da igual de qué o quién sea. En Yasss te contamos cómo identificarlas y acabar con ellas antes de que conviertan nuestra casa en el set de REC 5.

Qué sitios evitar

Como se agarren a tu perro, no lo soltarán nunca. Los ambientes cálidos, húmedos y con muchas horas de luz son sus favoritos: cuanto más nos acerquemos al verano, mejor para ellas. Estos bichejos se esconden en todas partes, desde árboles y matorrales hasta grietas, alfombras o mantas: si pueden agarrarse, es un buen sitio para vivir.

La cosa va así: una garrapata no suele vivir más de dos meses. Tras la puesta de huevos, el ciclo vital de este artrópodo se completa con tres fases más: larva, ninfa y adulto. En cada uno de esos ciclos, la garrapata necesita alimentarse de sangre durante unos días, para poder avanzar en su desarrollo. Una vez quedan saciadas, y antes de pasar a la siguiente fase, la larva cae al suelo para mudar, por lo que puede que infecte a otro animal en el siguiente ciclo.

Las que tienen más peligro son las hembras adultas, porque sus puestas de huevos se cuentan por miles. En cuanto encuentran algún rincón protegido para que las crías nazcan sin problemas, ahí se quedan, pero si no encuentran un sitio óptimo o no tienen una presa de la que alimentarse, pueden llegar a permanecer aletargadas hasta dos años. Vaya, que si tu perro ha tenido garrapatas en algún momento, tendrás que estar muy alerta y desinfectar cualquier recoveco de la casa, bajo riesgo de acabar con miles de artropoditos dando brincos en tu sofá.

La prevención es clave

Un buen plan antiparasitario os librará a los dos de males mayores: tú tendrás la casa a salvo y a él no le infectarán con una enfermedad a través de una picadura. Existen diferentes métodos preventivos para combatir estos parásitos, y pueden aplicarse con collares, pastillas, sprays, champús…lo mejor es preguntar directamente a tu veterinario, para que te oriente. Los tratamientos para cachorros suelen ser específicos.

Si no queda otra y, a pesar de haber prevenido correctamente, no encuentras la manera de sacar a la garrapata de tu perro, puedes aplicar una pequeña dosis de antiparasitario en la zona, para que no se adhiera tan bien y que la extracción sea más sencilla. Para quitarla, hay que tener mucha maña y una pinza especial para sacar las garrapatas.

Acércate con mucho cuidado a la piel de tu perro, con las pinzas en la mano. La idea es conseguir agarrar a la garrapata por la cabeza. Una vez la enganches, no tires bruscamente, para que no se parte y tu perro tenga que aguantar que parte de su aparato bucal se quede enquistado en su interior, con sus correspondientes reacciones e infecciones. Una vez hayas extraído el parasito, introdúcelo en un frasco antiparasitario o con alcohol hasta que veas que está muerta, y desinfecta la zona donde tu perro la tenía adherida.

Es una tarea que requiere mucho tacto: si se complica la situación o no te ves capaz, lo mejor es pedirle ayuda a tu veterinario.

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