Después de que el número de adopciones de animales de compañía creciese tras el estado de alarma, parece que con el desconfinamiento el abandono se ha disparado. Aunque no hay cifras oficiales, muchas protectoras coinciden y están llenando las redes con fotos de perros y gatos que buscan un hogar.
En el caso de algunas protectoras como Iberánimal (la Asociación Española de Protectoras y Santuarios de animales) afirman que están colapsos por la gran cantidad de mascotas abandonadas y la falta de recursos. Además, al ser entidades que se autofinancian, sus campañas de captación de fondos han estado paradas por el estado de alarma a pesar de que estas son su mayor vía para obtener ingresos con los que atender a los animales.
Es por eso que estos días las protectoras están llenando sus redes sociales con fotografías de perros y gatos abandonados que desean encontrar un hogar lo antes posible y también está aprovechando para solicitar donativos ante el ingreso de nuevos animales y por que la situación actual no les permite recaudar fondos por otras vías como a través de eventos o de mercadillos solidarios.
Los sorprendente es que durante los meses de encierro, no solo han aumentado los abandonos, sino que en marzo creció el número de adopciones (e incluso llegaron a alquilarlos, hecho sobre el que alertó la Fiscalía de Medio Ambiente a finales de marzo ya que dejaba caer que estas nuevas mascotas eran “la excusa perfecta” de sus nuevos titulares para poder salir a la calle y saltarse así el confinamiento decretado por el Gobierno en el estado de alarma ya que los paseos sí que estaban permitidos.
Uno de los principales motivos por los que durante el confinamiento aumentó el número de abandonos de mascotas fue que mucha gente se creyó el bulo de que los animales, al igual que las personas, podían contagiarse de coronavirus y pegárselo a sus dueñoscoronavirusy pegárselo a sus dueños. Esto no es cierto. Según una investigación publicada en la revista 'Nature' solo se han descubierto dos casos de animales que transmitan el virus a las personas. Por tanto, la posibilidad de contraer la enfermedad de un animal infectado es mínima.
Otra de las causas que han disparado el abandono de estos animales ha sido la crisis económica derivada de la sanitaria: desgraciadamente, muchos trabajadores se han visto perjudicados por el cierre de sus empresas o han sido despedidos; por tanto, mantener a sus mascotas también se les ha complicado como es el caso de Otto, quien creía haber encontrado una familia hasta que sus futuros dueños perdieron su trabajo por culpa de la crisis sanitaria y finalmente no pudieron hacerse cargo de él.
Por último, los abandonos podrían haber aumentado también por el fin del confinamiento. Quienes en marzo adoptaron un perro para poder salir a la calle ya no lo necesitarían. Por muy cruel que parezca, esta es una de las hipótesis que explicarían el aumento de casos.
Según el último estudio de la Fundación Affinity ‘Él nunca lo haría’, en 2018 fueron recogidos por las protectoras de animales 138.407 perros (104.688) y gatos (33.719). En España, abandonar a una animal tiene consecuencias ya que en el Código Penal aparecen tipificados los delitos de maltrato animal y el abandono animal.
En el caso del maltrato, el Derecho Penal lo sanciona con multas económicas, con pena privativa de libertad de hasta un año y con la pena accesoria de inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.
Finalmente, en caso de abandono, según el Código Penal “todo el que abandone a un animal en condiciones en las que pueda peligrar su vida o integridad será castigado con una pena de multa de 1 a 6 meses”. El juez puede igualmente imponer pena de inhabilitación especial de 3 meses a 1 año para el ejercicio que cualquier tipo de profesión, oficio o comercio que pueda tener relación con animales o tenencia de animales.
Tener una mascota no es como tener un juguete. Abandonarlas porque ya te has cansado de ellos no es nada Yasss.