Normalmente estamos acostumbrados a ver a perros o gatos metidos en un trasportín, sobre todo, en estaciones de tren o autobús y aeropuertos. El trasportín es como una maleta, adaptada al tamaño del animal con rejillas a los lados para que puedan respirar. Este utensilio se usa principalmente cuando queremos hacer un viaje, más bien largo, con nuestro perro o gato. A ellos les favorece, sobre todo, si sufren mareos en los viajes en coche o se ponen inquietos, y en el transporte público por su propia seguridad y la del resto de pasajeros.

Otro tipo de carrito para perros que se está poniendo muy de moda, es el carrito o remolque para bicicletas en los que puedes transportar a tu perro enganchado a la bici. Esto puede ser recomendable, si más que un paseo en bicicleta va a ser una ruta de muchos kilómetros, y el perro puede sufrir lesiones en las almohadillas de las patas o lesiones en las articulaciones, sobre todo, si no están muy hechos al ejercicio intenso o el terreno por el que vamos a hacer la ruta tiene muchas piedras. Aún así, es recomendable que el perro haga algunos tramos corriendo, libre, olfateando y conociendo el entorno, y el carrito de la bicicleta para perros dejarlo solo para que descanse cuando no pueda seguir la marcha más, y así, pueda seguir disfrutando de la velocidad y el paisaje.

Las sillas de ruedas de perros también son muy famosas, debido en especial a la función que tienen y todo el bien que llegan a hacer. Hay algunos perros que han sufrido algún accidente o por alguna dolencia no pueden andar con sus cuatro patas, y por eso, se han creado estos carritos con ruedas que se adaptan al perro y le permiten poder un paseo, aunque no sea muy largo, así como ser más independientes para hacer todo lo que necesitan para su vida diaria.

Ahora, se han empezado a usar los carritos de perros para paseo, que son como carros para bebés en los que se llevan a perros. Este tipo de carrito para perros se ha empezado a usar para perros que no pueden dar un paseo porque ya son de una edad muy avanzada, para perros que les cuesta caminar, o que tienen algún tipo de problema, como por ejemplo incontinencia de esfínteres, y necesitan ir con un empapador, al mismo tiempo que puedan salir a explorar y disfrutar del mundo exterior. Aunque, no hay que utilizar este tipo de carrito porque nos parezca muy cuqui para el perrito y quede ideal. El perro, si no necesita ningún carro, debe salir a correr, olfatear, explorar, descubrir olores, socializar con otros perros, y descubrir día a día el mundo que le rodea.

Habiendo dejado claro, que los perros necesitan ser libres y que lo mejor para ellos es dejarles un poco a su aire para que puedan desarrollarse y crecer como lo que son, perros. Pasamos a la parte de la educación. Si tenemos que recurrir al uso de un carrito para perros, lo primero será informarnos de cuál es el tipo de trasportín, carrito para bicicleta o carrito para perros de paseo que más se adapta al tamaño del perro y a sus necesidades. Siempre se puede consultar con un veterinario para que nos ayude y nos aconseje para escoger el más optimo para él o ella. Quizás si es un perro grande, pensemos que no hay carritos para perros grandes, pero sí, existen carritos para perros de casi todos los tamaños.

Seguramente, el perro por si solo no querrá usar este aparato de un momento a otro y quizás de primeras lo rechace, pero necesitamos hacerles entender que necesitan ese carrito y que puede mejorar mucho su calidad de vida. Una vez que el perro integre esto, ya será un no parar de aventuras en el carrito para perros.

Algunas técnicas a las que podemos recurrir es poner toallas o trapitos que use el perro habitualmente para que su olor se vaya quedando impregnado en el carrito, y poco a poco el perro se familiarice con este. Otra técnica complementaria, es premiarle. Cuando salgas a dar un paseo y el perro esté tranquilo y disfrutando en el carrito, puedes darle alguna chuche para perros que le guste mucho y decirle lo guapo que está y lo bien que va en el carrito. Los perros, a veces, ante este tipo de cambios les puede producir depresiones, por eso, hay que tener con ellos un espíritu motivador, y más si el uso del carro es indicado por alguna lesión o problema de huesos, como son las dolencias de cadera, que es de los problemas más comunes en algunos razas como el pastor alemán.

Mucho ánimo, cariño y motivación, cuando haya que recurrir al carrito para perros porque no haya otra alternativa por el bien del propio perro, pero nada de usarlo solo por que sea una moda. Recuerda que los perros son almas libres y aventureras.