Los perros son un tipo de animal que tiene mucho apego y una fuerte relación afectiva con quien convive, ya sean otros perros o personas. Es algo que es intrínseco a su naturaleza, ya que los perros provienen de los lobos, y estos están acostumbrados a vivir en manada. Seguramente, alguna vez, habremos oído que el perro es el mejor amigo del hombre, y eso es porque los perros como mascotas aman y siguen incondicionalmente a sus cuidadores, a quienes suelen tener como guías, y sin ellos, se sienten desorientados.

La manada para los perros es su forma de vida. Para dar una buena educación a nuestro perro es importante conocer este dato. En la familia, para el perro cada uno tendrá un roll y habrá unas normas establecidas para todos, por lo que no puede ser que, por ejemplo, algunos miembros de la familia le dejen subir al sofá y otros no. Esto puede provocar en el perro confusión y que su comportamiento empeore por nerviosismo. Todos tenemos que ser muy firmes con las reglas que marca la manada.

Normalmente, cuando adoptamos un perro y empieza a convivir con nosotros está más inquieto los primeros días o semanas – dependiendo del perro y de sus experiencias pasadas -, rompe cojines o almohadas, muerde puertas o muebles, o se hace pis en diferentes zonas de la casa cuando está en nuestra compañía o salimos de la casa. Estos comportamientos suelen darse debido algo que es muy común en los perros que se conoce como ansiedad por separación. Ellos vienen de estar en otro lugar, con otra manada, y de repente, su compañía y entorno cambian, y hasta que no se acostumbren y conozcan bien a su nueva manada, esta ansiedad por separación puede que no cese.

Las primeras veces que salimos al trabajo o dejamos solo al perro en casa también podemos encontrarnos este tipo de sorpresas un tanto desagradables a la vuelta. Se recomienda que, si esto pasa, no castigar ni regañar al perro, él no lo entenderá y podrá empeorar la ansiedad por separación que sufre, porque lo creerá es que su manada le está rechazando. Esta ansiedad por separación tiene tratamiento, dependiendo del estadio en el que se encuentre. Si el perro tuvo un destete muy temprano de la madre y no vivió el proceso de separación gradual necesaria para él o ella, puede que esa esa ansiedad de separación perdure en ellos durante toda su vida. Otras de las causas, son el cambio del entorno, ya si ha el perro ha pasado mucho o poco tiempo en el lugar anterior, y, que el perro tenga demasiado apego por sus convivientes.

Este tiempo de confinamiento, que hemos pasado tanto tiempo en casa, muchos perros se habrán acostumbrado a unos nuevos horarios y hábitos de vida, en los que casi todo el tiempo del día los perros estaban en compañía de sus cuidadores. Su concepto de la manada habrá cambiado, y ahora no entiende que tengas que volver al trabajo, salir a lugares donde ellos no pueden acceder, y quedarse en casa de nuevo, solos. Al haber desarrollado ese vínculo tan fuerte con sus cuidadores, el perro puede empezar a hacer estas trastadas cuando salimos de casa, incluso si antes nunca lo había hecho, y será porque este cambio tan drástico produce en el perro ansiedad por separación.

No hay que preocuparse, la ansiedad por separación en los perros tiene tratamiento, y como en la mayoría de los casos la solución está en dedicar tiempo al perro, tener paciencia, e ir acostumbrándole poco a poco a que tiene que quedarse en casa solo mientras nosotros tenemos que atender a nuestras obligaciones. Es muy importante establecer unos horarios fijos para las salidas y comidas de los perros, y cambiar comportamientos nuestros a la hora de salir de casa.

Una buena forma de tratamiento de esta ansiedad por separación es hacer del momento que salimos de casa sin el perro, un momento divertido. Se le puede dar una chuche para perros al salir y dejar sus juguetes preferidos por la casa, con los que disfrutáis juntos, para que pueda desfogar un poco y asocie tu salida a algo positivo. Al volver, el perro estará algo inquieto, y querrá tus mimos, que le hagas caso, pero si lo haces cometes un error, lo mejor es esperar a que se calme y ya hacerle alguna caricia. Un paseo al volver a casa con ellos, sobre todo si están muy excitados, es bueno, para aminorar su nivel de estrés y que cuando volváis a casa esté más tranquilo.

Los perros suelen identificar que cuando te calzas, coges el bolso o el abrigo, y tocas las llaves, es que vas a salir de casa, pero no sabe diferenciar si vas con él o sales solo, y eso es lo que le lleva a generar esta ansiedad por separación. Cuando la ansiedad por separación en el perro es persistente cuando salimos a la calle, podemos recurrir a hacer como que vamos a salir de casa varias veces cuando estemos con el perro, para que no asocie ese ritual a salir a la calle, así cuando vayamos a salir realmente, el perro estará más calmado y no se alertará de que se va a quedar solo.

Siguiendo estos pasos, la ansiedad por separación en el perro irá aminorando hasta desaparecer o ser muy muy leve. Aunque, puede que no sea así y el perro siga manteniendo las mismas conductas cuando salimos de casa sin él o ella, y hasta se incremente. En estos supuestos, es aconsejable acudir a nuestro veterinario de confianza y contarle todo lo que pasa con el perro y cómo se comporta cuando sufre ese estrés. El veterinario nos pautará el tratamiento que debe seguir el perro para que la ansiedad se module y el perro deje de sufrirla, un tratamiento que siempre será complementario a las prácticas de corrección de conductas que hemos mencionado.

Los perros no solo necesitan que les des agua, comida y salir a uno o dos paseos para que hagan sus necesidades primarias, y vuelta a casa. No, eso es un perro martirizado, con una vida de pena. Los perros necesitan unos horarios y tener varias salidas a lo largo del día, más o menos, siempre en el mismo horario y de aproximadamente la misma duración. Los perros necesitan relacionarse con otros perros, olfatear y explorar el mundo. Algunos necesitan hacer más ejercicio porque tienen mucha energía que quemar y por su constitución es beneficioso que tengan esa dosis de deporte diario. En conclusión, la relación entre los perros y los humanos para que fluya y se armoniosa debe ser reciproca: el perro será el mejor amigo del hombre, y e hombre el mejor amigo del perro.