¿La paternidad? En muchas ocasiones, un tema delicado si hablamos de querubines, la experiencia “más bonita de tu vida” si hablamos de adoptar un gato. Porque esos animales independientes, rancios, peludos, esos bichos que llenan las alfombras de pelo y el gotelé de arañazos, esos seres de ojos desafiantes y actitud agresiva llegan a tu vida como un torbellino, lo ponen todo patas arriba y, aún así, se hacen un hueco en tu corazoncito.
Todo tu tiempo libre va para ellos, todos los regalos llevan una etiqueta con su nombre. Los gatos son animales curiosos, aventureros, juguetones, y la vida encerrados en casa puede ser un aburrimiento para ellos. Por eso, esta cuarentena puede resultar un tanto complicada para estos animales, y es fundamental encontrar la forma de cubrir sus necesidades: desde la limpieza o el limado de uñas hasta los juegos. Una de las herramientas que más les ayudan son los rascadores para gatos, que les ayudan a mantenerse en forma mientras cuidan sus uñas.
En Yasss te contamos los beneficios que este cachivache puede tener en tu gato y cómo hacer uno casero, ahora que el estado de alarma ha cerrado todas las tiendas de animales y veterinarias.
En primer lugar, este juguete mantiene sus uñas sanas y fuertes. Como ya sabrás, los gatos son animales territoriales y les gusta hacer notar su presencia. Para evitar que la paguen con tus cortinas, no hay nada mejor que un rascador: les servirá para aliviar sus instintos y descargar sus arañazos.
Esta herramienta también les mantendrá activos y evitará problemas de salud. Con la cuarentena, el gato pasa más horas de las habituales en casa y puede volverse inactivo, apático o engordar. De hecho, el sobrepeso es uno de los problemas más habituales en estos felinos, y puede acarrearles graves enfermedades. Por eso, estos días hay que cuidar especialmente su alimentación y actividad. Un rascador les mantendrá ocupados y en movimiento. Puedes incluso crearles un rascador con refugio, para esos momentos en los que no les apetece nada relacionarse con el humano empeñado en rascarles el lomo y achucharles como peluches de poliéster.
Hay tantos tipos de rascadores como de razas de gatos. Los materiales pueden ser naturales o sintéticos, de tamaños más o menos reducidos, con distintas formas (hay gatos que prefieren estirarse y otros a los que les encanta la escalada) … todo depende de las necesidades de tu gato y, ¿quién le conoce mejor que tú? Nuestra propuesta es que aproveches esta cuarentena, te pongas en plan Art Attack y montes tú mismo el rascador de tu mascota. No es difícil, aunque necesitas materiales, tiempo y paciencia.
Hacer un rascador para gatos es más sencillo de lo que te puedes imaginar, aunque requiere maña y creatividad. Lo primero que debes tener claro es el diseño, para hacer tu propio boceto. Echa un ojo en Pinterest y páginas especializadas y adáptalo al espacio que tienes en casa.
Después, reúne todo el material que necesites. Comprueba todas tus cajas de herramientas y aprovecha una visita al supermercado para hacer acopio de lo que falte. Necesitarás elementos como tubos, algo con lo que rellenar las partes acolchadas, colas, tornillos y telas suaves, maderas y algún tipo de grapa para tapizar la estructura… cuantos más elementos tengas, más complejo podrá ser el rascador. Los tubos pueden ser de plástico o de cartón: no importa, siempre que sean capaces de soportar el peso de tu gato. Comprueba su resistencia y ponte manos a la obra.
Lo siguiente es ponerse manos a la obra. Coloca la base y ubica encima los tubos. Fíjalos después con tornillos y forra el tubo con esparto o algún tipo de material que pueda ser agradable cuando tu gato se rasque contra él. Esta es la parte más importante de la herramienta, así que tienes que poner especial cuidado. Por último, engancha una cuerda en una de las escuadras, ponle cola y enróllala al esparto, apretando bien en cada vuelta.
Por último, arma la estructura, uniendo los tubos a las tablas de madera, y coloca la alfombrilla. Introduce el relleno y decóralo con las cosas favoritas de tu gato (y con lo que tengas a mano). ¡Tú habrás pasado un rato entretenido y tu gato estará contentísimo con su juguete nuevo!