Desde que estamos encerrados en nuestras casas, para muchos, el salón se ha convertido en la nueva oficina dentro de casa y el dormitorio el espacio para la vida social. Para la vida social a través de videollamadas, claro. El pasado fin de semana, Rosa Díez participó en una videollamada para el canal de Youtube Estado de Alarma TV y todo el mundo pudo ver cómo era la habitación de la política.
Flipamos bastante, así, para empezar. A ver, hay que tener en cuenta de Rosa Díez no es Pedro Sánchez, así que no iba a hacer sus videollamadas desde un despacho enorme y decorado por expertos. Tampoco es Isabel Díaz Ayuso, que tiene las banderas oficiales de la Comunidad de Madrid en casa para hacerse unas videollamadas estupendas. Rosa es más humilde, y su habitación lo demuestra.
La cofundadora de Unión, Progreso y Democracia decidió conectar con este canal de Youtube desde un dormitorio. Hasta ahí, todo normal. Lo que no era muy normal era todo lo que podía verse a través de la cámara.
Nada más ver esta imagen surgieron muchas preguntas en nuestras cabezas, pero empecemos por el principio. La primera duda que nadie nos podrá resolver jamás es esta: ¿esta habitación es siempre así o Rosa la maqueó para la conexión en directo?
Es que... la cama está torcida. Y esta torcida porque hay un caballete entre la cama y el colchón. ¡Y en el caballete hay una foto de Rosa Díez de joven enmarcada! Pero no una foto cualquiera, no. Es una foto para un cartel de propaganda del PSOE.
Por otro lado, sobre la cama pueden verse varios peluches y una manta zamorana. ¿Y qué decir del bolso que cuelga de la puerta?
Bueno, antes de juzgar las habitaciones de los demás, echa un ojito a la tuya. Quién esté libre de rarezas en su casa, que tire la primera piedra.
Si las redes sociales ya son un peligro cuando las circunstancias son normales, ya que convierten en meme todo lo que destaca un poquito, en tiempos de cuarentena, que estamos todos pegados a la pantalla del móvil, no se libra ni el mismísimo coronavirus.
Así que lo de Rosa Díez no iba a pasar desapercibido, y, por supuesto que la han convertido en un meme.
Esa cama está pidiendo... ¡gatitos!
U otras cosas que no son gatos
Nunca viene mal un poco de compañía en cuarentena
¡Deseando ver más videollamadas desde las casas de los políticos para ver qué secretos esconden en sus dormitorios!