Seguramente que tengas observados y hasta casi memorizados todos los movimientos de tu gato. No es de extrañar porque los mininos son lo más. ¡A nosotros nos encantan! El ver cómo se enroscan entre las piernas haciéndote hasta casi tropezar por unos pocos de mimos, cuando hacen todo lo posible por llamar tu atención, aunque estés de reunión teletrabajando o hasta cuando te dejan realmente loco porque les da por echar carreras en el salón de madrugada sin ningún sentido.
Ellos son así de únicos y hasta cuando piensas que el tuyo es muy arisco y que no te quiere, no estás en lo cierto. El lenguaje de los gatos hay que saber interpretarlo. Solo así no te perderás todas las veces que te está diciendo "Te quiero". Al final, resultan muchas más de las que te habrías imaginado.
Y, puestos a analizar aquí va otro fenómeno que, tal vez has pasado por alto, pero que no es un tic de tu gato ni tampoco nada casual. Si miras durante el tiempo suficiente a tu fiel amigo es probable que captures el instante en el que comienza a parpadear. Verás que no es un parpadeo al uso, como el que tenemos los humanos de tipo fugaz y del que prácticamente no reparamos. No, los gatos suelen cerrar los ojos lentamente, con mucha calma, diríamos que hasta se recrean del momento para terminar por cerrarlos por completo antes de volver a abrirlos. Vamos, un parpadeo eterno.
Pero, ¿hay algo detrás de esto? ¿Es algún tipo de código a través del que quieren comunicarse con nosotros? Mikel Delgado, investigador de gatos en la Facultad de Medicina de la Universidad de California ha estudiado este comportamiento y ha encontrado una explicación para este gesto, que sí o sí deberían de conocer los dueños de estos animales para aumentar el vínculo con sus mascotas.
Este experto parte de la base de que los gatos suelen evitar el contacto visual cuando están sintiendo emociones negativas. Por ejemplo: si tu gato tiene miedo o se siente amenazado, seguramente que no te mire a los ojos. No es que sea tímido o el colmo de pasota, es que esa es una de sus reacciones más comunes ante el miedo.
Lo mismo pasa si se quedan hipnotizados mirando un punto concreto. Eso también tiene su explicación. No todo va a ser que tiene falta de atención o que se trata de un gato disperso. Por lo general, estos estarán alerta y esa será su forma de expresar agresividad cuando sienten que hay un peligro cerca. Pero, ¿qué pasa cuando te lanzan un parpadeo de los suyos lento? Delgado lo tiene claro. Eso no es nada malo. De hecho, resulta algo bastante bueno.
Él no diría que es una forma de decir abiertamente "te quiero", pero sí es un gesto para decir que están agusto. No se trata de un movimiento reflexivo. Los gatos parpadean de diferentes maneras, pero cuando lo hacen lentamente y entrecerrando los ojos "es probable que sea un signo de satisfacción", comenta. Algo que viene a decir, ¡qué bien estoy! Una indicación de que este no necesita tener el control, que está cómodo y que la compañía es buena.
Pero, ¿pensarán ellos lo mismo de nuestro parpadeo humano? Igual les estamos volviendo un poco locos o no están entendiendo los 'no mensajes' que les estamos lanzando. Para eso Mikel Delgado no tiene una respuesta tan clara, pero lo que sí sabe que no es bueno y que a los gatetes les molesta mucho es cuando les miramos fijamente para analizar sus movimientos.
Ellos no perciben eso como una señal de que les tenemos casi adoración. Para nada, los gatos lo ven como una amenaza y no dudarán ante esto en sacar las uñas si hace falta. Por tanto, mejor no pecar de indiscretos y disfrutar de cuando hacen su parpadeo lento mirando a alguien porque a su manera están diciendo que confían en ese alguien y que le quieren. Devolverles la mirada (entrecerrando los ojos lentamente) será la mejor forma de mandarles también una respuesta a su mensaje.