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En época de teletrabajo, gato al ordenador: ¿sabes porqué tienen fascinación por estos aparatos?

  • No son pocos los gatos que encuentran en el teclado de un portátil su espacio seguro. En Yasss te contamos qué es lo que les atrae de estas máquinas

Desde que comenzó la pandemia, el teletrabajo ha entrado en las casas de miles de españoles de golpe y porrazo. Donde antes había una mesa para comer, ahora hay un pequeño despacho que siempre huele a la cena de la noche anterior; una situación complicada que se puede dificultar todavía más si vives con un gato, un animal empeñado, casi desde la cuna, en tumbarse en cualquier ordenador que pille por casa.

Los mininos son animales muy peculiares y cariñosos que muy a menudo tienen comportamientos ininteligibles para muchos humanos, como el de subirse sistemáticamente a cada ordenador que pillan, especialmente cuando estás tecleando con la vista fija en la pantalla. Algunos incluso lo hacen por la noche, como si el teclado les ayudase a conciliar el sueño. Si es el caso de tu mascota, toma nota: en Yasss te contamos por qué tu gato siente esa atracción tan potente hacia los portátiles.

¿Por qué mi gato se vuelve loco por los ordenadores?

En primer lugar, hay que aclarar que ese comportamiento no solo es de lo más habitual, sino que se puede considerar dentro de los márgenes de la ‘normalidad’. Su fijación con los ordenadores es común y puede estar motivada por distintas causas, que dependen tanto del contexto como del carácter del felino.

Es probable que, al meterse entre tu ordenador y tú, lo que busque sea tu atención. Si entre reuniones vía Zoom, contabilidad y vaciar la bandeja de entrada de tu mail no le has hecho ni caso en todo el día, es normal que busque el sitio en el que depositas toda tu energía y trate de acaparar ese espacio. O quizás quiera el calor que desprende tu teclado o te vea nervioso, tal y como explica la especialista de Servicios Gat-Únicos Alba Marina en declaraciones a la Vanguardia.

“Esta conducta no tiene un condicionamiento negativo. El felino nunca debe ser castigado por ello. Si no quieres que lo haga, entonces proporcionarle una alternativa”, propone la experta. Para ello, lo mejor es observar a tu gato e identificar sus patrones de comportamiento, para tratar de averiguar lo que necesita cuando se acerca a tu ordenador. Lo más probable es que solo quiera pasar tiempo contigo y trate de participar de tus actividades cotidianas, aunque hay otras opciones:

  • Le gusta el ordenador. Por su textura, por el calor que desprende, por su vibración o por la ubicación, quizás a tu gato simplemente le guste el portátil como espacio para descansar. Si es el caso, puedes ofrecerle un lugar de descanso menos incómodo, pero cerca de ti, como una toalla o una manta en una silla cercana. También puedes optar por una caja de cartón, que le hará sentir seguro en una de sus texturas favoritas.
  • Quiere tu compañía. ¿Un sitio elevado desde el que puede observar a todo el mundo? Uno de los mejores espacios en los que puede estar tu gato. Por eso le gustan tanto las mesas de la televisión y las del ordenador, dispuestas normalmente en el centro de las estancias. Si a eso le sumas el placer que le produce compartir tiempo contigo mientras estás calmado y concentrado, tendrás la respuesta a por qué tu gato se acurruca junto a tu ordenador minutos antes de que mandes el trabajo final de esa asignatura tan importante.
  • Quiere tu atención… y tu cariño. Si el gato llega al ordenador con aspecto calmado y seductor, quizás lo que te esté pidiendo sean caricias. Lo más probable es que encuentre la manera de hacértelo saber, frotándose contra tu brazo y acercándose a tu cuerpo con fuerza.
  • Quiere comida. Puede ser que sea su hora de comer y tú, con tantas entregas, te hayas olvidado de darle su lata, pero quizás lo que ocurre es que tu gato sabe que, si te toca las narices cuando estás concentrado, acabas cediendo a su ‘chantaje’ y le das más comida de la que le corresponde solo para que te deje en paz. En el caso de que hablemos de un comportamiento aprendido, lo mejor es ignorarle cuando se acerque a nuestro ordenador, para enseñarle que independientemente de los mordiscos y caricias que nos de, no vamos a darle más comida hasta que no sea la hora.

Sea cual sea el motivo, los expertos recuerdan que no hace falta gritar al animal para que se baje de nuestro ordenador. Con cogerle y bajarle hasta que lo entienda es suficiente, y tiene muchas menos contraindicaciones que regañarle a viva voz. Con paciencia y tranquilidad, conseguirás teclear dos oraciones sin que tu gato te salte encima.

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