De la rutina a la comida o los cuidados: los mandamientos que debes saber si te has decidido a adoptar a un gato
Matías CandeiraMadrid
Gatito, gatito, gatito, ven.Unsplash
La clave antes de adoptar es valorar nuestra situación vital y definir con precisión si nuestra vida es compatible con el cuidado y cariño que necesita el animal
Año nuevo, felinidad nueva. Ha llegado la hora de pasar del dicho al hecho y adoptar un minino que te destroce el sofá y te eche una mirada esclavizadora para que te conviertas en su sirviente maléfico.
Sea porque te apetece tener un compañero de vida o porque quieras contribuir a darle una casa a un animal que lo necesite, tu momento de adoptar un gato es este, y aquí hay unos cuantos consejos a tener en cuenta antes de lanzarte a esa responsabilidad; porque sí, es una responsabilidad. Los gatos son animales altivos y nobles con bastante más independencia de los perros, pero aun así requieren de muchos cuidados y una cierta inversión de dinero (alimentación, veterinario, juguetes) para tener la vida que se merecen. Él haría lo mismo por ti Bueno, o te pondría una cadena al cuello y haría que te arrodillaras ante su trono.
Ciertas preguntas son importantes antes de adoptar cualquier animal. Dependiendo de la respuesta, sabrás si ha llegado el momento de adoptar o es una inspiración pasajera que te puede (o le puede) salir cara. ¿Tengo un estilo de vida compatible con su cuidado? ¿Puedo dejarlo con alguien en vacaciones? ¿Voy a mudarme varias veces y a estresar a mi bicho? ¿Dispongo de dinero suficiente para alimentación y veterinario? ¿Invertiré tiempo en jugar con él cada día?... Y eso que hemos hecho una lista bastante corta.
Un gato doméstico puede llegar a vivir veinte años, así que casi un cuarto de vida estará con nosotros. Este punto es importantísimo. No tienes un gato, compartes tu vida con uno y hay una responsabilidad implícita en los cuidados y en el cariño que tienes que calibrar antes de tomar la decisión de adoptar, noble objetivo que, en manos irresponsables, lleva al abandono.
Asegúrate de no ser alérgico al pelo de tu nueva mascota. Tú o alguno de los tuyos. Los dramas vienen cuando el minino nuevo anda por la casa y tu nariz es un infierno de picores, estornudos y ahogos, y sería feo que tuvieras que deshacerte de tu minino por no haber tenido dos dedos de frente.
Gato adoptado, gato que necesita cariño y paciencia. Todos los expertos recomiendan mantenerlo en un espacio más pequeño en la llegada a casa para ir aumentándolos conforme el animal se acomoda a su nuevo hogar.
Diseña bien sus espacios cuando tu gato se sienta cómodo saliendo de su zona segura. Desde que son pequeños, los gatos necesitan distintos rincones para sentirse cómodos en una casa. Ten en cuenta que los domésticos son animales acostumbrados a vivir en interior, pero eso no significa que su espacio de libertad sea solo uno. Tendrás que destinar una zona de la casa para su alimentación, otra bien ventilada para el arenero y la higiene, con suficiente intimidad y por la que no pase gente (un baño o un cuarto aparte), y un tercer espacio será la zona de esparcimiento y juegos (y planes para conquistar el planeta y someter a nuestra raza).
Léete todas las guías sobre rutinas de limpieza del arenero de tu gato, las vas a necesitar. Son animales escrupulosamente limpios que te mirarán como si te sacaran la sangre cuando no cumplas con el mínimo exigible. Lo mismo con la dieta. Consulta con el veterinario la alimentación específica que va a necesitar tu bebé gato el primer año, ya que suele ser un momento clave en su desarrollo, y la nutrición es fundamental. Plantéate combinar una dieta equilibrada entre el pienso seco y el pienso húmedo.
El maestro de los gatos, el dueño o dueña perfectos, sabe que su vida, sus sofás y sus objetos van a llenarse de pelos; que hay épocas que los gatos parecen máquinas de producirlo. Acostúmbrate cuanto antes. Hazte con un buen cepillo.
¿Quieres adoptar una cría de gato? Prepárate para un tifón de energía. Maullan, rasgan, rompen telas de sofá y lo que se les ponga por delante, y sobre todo, suelen esconderse por puro juego. Como con cualquier otro animal, la responsabilidad de adoptar obliga también a dedicarles tiempo para jugar y entrenar.
Un rascador de buena calidad es un must si quieres tener a salvo los muebles y tu propia ropa, aunque no te aseguramos que a tu minino no le guste rajar la tela del sillón para afilar las uñas y pase de los artilugios clásicos. Los rascadores tienen varias funciones, las más importantes son las relacionadas con el afilado de las uñas y las feromonas (los gatos quieren un lugar para dejar su olor, tan poético como suena).