Que si son ariscos, fríos, unos rancios de campeonato… de los gatos se ha dicho de todo y pocas cosas buenas. Los que tienen la suerte de vivir con uno saben, por supuesto, que todo esto es mentira: estos animales son cariñosos y sienten un gran apego por sus cuidadores, a quienes demandan atención de forma casi constante. Sea como sea, de poco vale que se lo digan a los que no tienen un gato en casa: ellos seguirán pensando que los compañeros felinos son todo garras y malos gestos, una especie de adolescente con bigotes que se pasa todo el día en la calle, sin dar explicaciones a nadie.
Pero lo cierto es que, si están cómodos y bien asentados, los gatos pasan bastante tiempo dentro del hogar, tanto como los perros. El problema está en que nuestras casas están llenas de objetos aparentemente inofensivos que, sin embargo, son potencialmente mortales para nuestros mascotas. Entre ellos, algunas plantas de interior, tan peligrosas para ellas como un payaso escondido en el alcantarillado para los niños de ‘It’.
Muchas de ellas están incluidas en la guía ‘Peligros en el hogar’ que la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés) ha creado para los cuidadores de animales. En ella, se enumeran algunos de esos productos aparentemente inofensivos que, si entran en contacto con nuestras mascotas, pueden tener consecuencias desastrosas. Pero, más allá de los cuchillos de la cocina, los productos de limpieza o las medicinas, en Yasss hemos decidido centrarnos en esas plantas tan típicas de estas fechas que, si caen en las manos de nuestros animales de compañía, pueden suponer un serio problema para su salud.
Ya sea por estrés, aburrimiento o incluso enfermedad, muchas mascotas pueden sentir la tentación de destruir o comerse nuestras plantas. No importa lo bonita que sea la maceta, lo mucho que nos haya costado que esa palmera sobreviviese o que la tierra tenga larvas: a veces, simplemente, un animal hace lo que tiene que hacer. Por eso, los cuidadores deben tener especial cuidado con ellos y alejar las plantas de su alcance tanto como sea posible.
Ahora bien, ya se sabe que la mejor defensa es un buen ataque: si empezamos a observar esos comportamientos en nuestros animales, lo mejor es pasar a la ofensa y entretener a nuestro animal de compañía tanto como sea posible. De hecho, una de las causas más habituales de esta reacción es un ambiente pobre en el hogar. Con paseos, juguetes, nuevos trucos y gimnasios, entre otras actividades, quizás podamos frenar esos impulsos destructivos contra nuestras plantas.
Basta con que nuestros animales ingieran, toquen o apenas rocen estas plantas para que su salud se complique. Las consecuencias de tenerlas en casa pueden ser terribles, y muchos cuidadores no están al tanto. De hecho, los veterinarios aseguran que en las clínicas ingresan más animales por intoxicaciones causadas por plantas que por alimentos que no deberían haber comido.
Algunas de las plantas más peligrosas, según el diario El Tiempo, son:
Los primeros síntomas de intoxicación suelen aparecer poco después de la ingestión de estas plantas. Por eso, si identificas alguno de ellos, no dudes en llevar a tu mascota a un especialista, indicando si es posible cuál es la que tomó. Los signos más habituales de intoxicación son los siguientes:
Si sospechas que tu mascota se ha contagiado, ya sea con una planta venenosa o con un objeto o alimento tóxico, contacta de inmediato con tu veterinario. No esperes a que aparezcan los primeros síntomas, porque puede agravar sus problemas de salud.