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Mascotas

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Tu gato te quiere, aunque no lo creas: un estudio asegura que te lo demuestra todo el rato

  • La fama de que los gatos son independientes y ariscos puede acabarse con este nuevo estudio

  • Con la 'teoría del apego' se ha descubierto que los gatos son más cariñosos de lo que pensamos

Tienen fama de tener un carácter frío, de ir a su aire y de que el apego con las personas para ellos es algo relativo, un poquito de querer y un mucho de conveniencia, pero han tenido que venir los expertos para decirnos lo contrario y que seamos nosotros, las personas, las que agachemos ahora las orejas por haber juzgado a estas criaturas tan adorables de antemano.

No es que los gatos sean poco afectivos o que creamos que pasen más de nosotros es que hemos caído en un error de manual y nos pasa también con las personas. Siempre queremos más y tendemos a entender el amor como una demostración continua de cariño. Y para eso los gatos, pues mira son más suyos.

Es posible que a veces te saquen de quicio cuando les da por acabar con todo el papel higiénico, cuando te ignoran intencionadamente porque entienden perfectamente su nombre o cuando te toca comprar nuevas cortinas porque estaban aburridos y bueno, han sacado sus uñas a pasear... Realmente pueden ser los más 'adorables' y tal vez con estas demostraciones estén tratando de decirte "te quiero", aunque eso sí, a su forma.

Y dirás... ¿pero eso son vínculos normales entre un dueño y su mascota? Pues sí, amigo. Todo comienza porque nos gustan un rato las comparaciones. Eso es así. Que si los perros son más cariñosos y fieles, que si los gatos no quieren tantas cuentas y al final hemos terminado por creernos que los lazos entre los mininos son menos fuertes que los de los perros con sus dueños. Una idea tan general como equivocada basada solo en que vemos a los gatos menos sociales y que en teoría son más independientes.

Suerte que estaba por allí Kristyn Vitale y su equipo de investigación del Laboratorio de Interacción Humano-Animal para decirnos lo mucho que nos estábamos equivocando con los perfiles gatunos. Esto lo dice bien claro en su último estudio que pone a prueba lo que se conoce como la 'teoría del apego'. En ella se intenta teorizar acerca de las interacciones y del nivel de acercamiento que pueden alcanzar los gatos con sus dueños. Y el resultado depende de varios factores tras lo que vio en su experimento:

Tipos de apego de los gatos con sus dueños

Como si estuviéramos en una clase de psicología, Kristyn Vitale nos ha recordado que existen dos tipos de apego y que es aplicable esto también para los gatos. El que se conoce como el 'apego seguro' en el que nuestro minino se siente tranquilo por la presencia de alguien y no teme perderlo y el 'apego inseguro' en el que por miedo a la pérdida se puede hacer cualquier cosa. Desde llamar la atención con cualquier liada o siendo excesivamente pegajoso o incluso arisco.

En su experimento, Vitale ha ido más lejos y para comprobar que se dan estos dos tipos de apego, en un cuarto desconocido encerraron a 80 gatitos de menos de ocho meses y les dejaron sin sus dueños. ¿Qué pasó con ellos? No creáis que estaba todo arrasado. Sorprendentemente a su regreso los gatos reaccionaron como habían previsto los del estudio.

Conclusión del experimento gatuno

"Los gatos seguros saludaron a su dueño y después regresaron a jugar y explorar mientras que lo gatos inseguros no regresaron a un comportamiento relajado y se aferraron excesivamente a sus dueños", ha revelado Vitale. Un comportamiento similar al de los bebés y los perros, que pone a los gatos en la misma balanza de las relaciones con sus dueños. Solo que por número había más del grupo de los seguros que de los inseguros. De ahí la primera conclusión de Vitale: "La mayoría de los gatos está unido de forma segura a sus dueños".

¿Y cómo ellos dentro de esa seguridad demuestran si les gusta su dueño? Aquí viene la segunda conclusión: pues los gatos más sociales mostrarán afecto frotando a sus dueños o sentados en su regazo, mientras que los gatos más independientes lo podrán hacer simplemente estando en la misma habitación con su dueño. Un sencillo gesto al que tal vez no hemos prestado atención.

Los pobres gatos no han parado de decirnos "te quiero" y no les hemos hecho ni caso. Al revés, les hemos tachado de despegados y todavía queda más por decir porque el equipo de Vitale va a seguir investigando. Igual, después de todo esto comenzamos a entender y valorar las travesuras de nuestro gatito porque son demostraciones de su cariño.