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"Fuera de mi cama": ¿cómo puedo conseguir que mi gato deje de dormir conmigo?

  • Los gatos quieren dormir con sus dueños por muchos motivos: apego, cariño, calor… pero las ganas no tienen por qué darse a la inversa.

  • Además, para ellos también es bueno dormir solos. Si quieres convencerles para usar su propia cama, en Yasss te damos las claves.

No es ningún secreto que a los mininos les flipa ocupar sus espacios y los de todos los habitantes de la casa. Pese a la fama de callejeros y huraños, los gatos son animales muy dominantes y suelen tener cada esquina de la casa bien marcada con su olor. Cortinas, estanterías, mesas camilla… nada escapa a sus caprichos, ni siquiera tu cama. De hecho, es uno de los muebles en los que suelen fijarse estos animales desde el principio (huele a ti, ¡y parece tan calentita y cómoda), así que no es raro que desde el día uno el gato se acostumbre a pasar tiempo allí. Tanto que, llegado el momento, lo mismo es imposible echarte una siesta sin tener a tu mascota haciéndote cosquillas en los pies. ¿Qué hacer entonces?

Algunas personas no tienen problemas en convivir todo el rato con sus mascotas, y eso no está mal, pero la mayoría prefieren tener un espacio libre de todo (familia, amigos, pareja, mascotas, etc.) para descansar y pensar en sus cosas. El problema es que, una vez el gato entra en la habitación, ya no es tan fácil sacarlo. Poco a poco, comprobarás en tus propias carnes que estos animales se esconden en rincones que ni siquiera conocías, que arañan el cabecero de tu cama hasta hacerlo trizas y que te despiertan a altas horas de la madrugada, maullando. Y tú, tristemente, no puedes hacer nada para evitarlo.

Gritarle o regañarle es peor, porque te asocia con el enemigo y se apega todavía más a su cama, pero hay otros remedios mucho más efectivos para montar un colchón libre de mascotas. Por todo eso, y anticipando el momento de tu desquicie, en Yasss te traemos algunas claves y consejos para enseñar al gato a dormir en su propia cama, lejos de la tuya.

¿Por qué mi gato pasa de su cama?

Si te has gastado un dineral en una cama mullida y de colores, adecuada para su edad y tamaño, es normal que te preguntes por qué no la usa y prefiere ir directamente a la tuya. Los interrogantes aumentan cuando nos damos cuenta de que los gatos son animales que pasan hasta quince horas diarias entre siestas. ¿Es que acaso a la cama que le has comprado le pasa algo malo?

Si la cama es cálida, está en un sitio seguro y con luces tenues y pocas molestias, el problema seguramente no esté en el objeto. Puedes probar a cambiar la ubicación del lecho unos días, por si el gato prefiriese otra zona de la casa: trata de colocarlo cerca de las mesas o suelos en los que suele echar la siesta, pero lejos de tu habitación. Ten también en cuenta que a muchos gatos les gusta más dormir elevados, ya que desde arriba pueden ver mejor a los potenciales depredadores.

En cualquier caso, si llevas a cabo estas pequeñas modificaciones y no obtienes resultados, no te preocupes. Lo más probable es que el gato quiera estar en tu cama por ti, y no tanto por el colchón. Algunas de las razones más habituales son:

  • El gato busca tu protección porque se siente seguro contigo. Este comportamiento es muy habitual entre cachorros.
  • Tu cama está más alta y, desde ahí, ve mejor a los posibles depredadores.
  • Te considera parte de su manada, por lo que busca dormir a tu lado.
  • Te echa de menos, sobre todo si pasas muchas horas fuera de casa.
  • Pasa frío por la noche (su temperatura corporal desciende al final del día) y busca tu calor para dormir.

En cualquier caso, muchos cuidadores prefieren que sus mascotas no duerman ni en los sofás ni con ellos. La buena noticia es que hay maneras de solucionarlo.

¿Cómo evito que duerma conmigo?

Lo más importante si quieres que tu gato duerma en su cama es elegir un lecho adecuado para él. Busca un espacio mejor en el que ubicar su cama y comprueba que tanto el tamaño como los materiales y las formas sean los más adecuados para él. Colócala en un sitio fijo y en alto, si sabes que le gusta otear el mundo desde ahí, y prueba a cansarle a lo largo del día, haciendo deporte con él.

Además, cierra la puerta de tu habitación por la noche y no abras por muchos maullidos que lance contra la puerta. Puedes dejar una prenda que huela a ti cerca de tu cama y premiarle cada noche que no duerma contigo. Poco a poco, con cariño y paciencia, volverás a tener un sueño profundo, y tu gato y tú podréis marcar distancias, mejorando vuestra relación.

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