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Cada gato es un mundo: la importancia de elegir bien la arena según sus necesidades

  • Si vives con un gato en casa, las arenas te ayudarán a que haga sus excrementos de manera controlada e inolora. Existen varios tipos; en Yasss te ayudamos a elegir.

Aunque tienen fama de no tocar el agua ni aunque su vida dependa de ello, todos los que conviven con un gato saben que a estos pequeños animales les encanta estar limpios. Su sentido de la higiene supera con creces el de los perros; al contrario que a nuestros pequeños amigos caninos, a los gatos no hace falta enseñarles dónde hacer sus necesidades: lo descubren ellos solitos, por instinto. Si tienen acceso al exterior, ellos encontrarán la forma de salir y enterrar sus excrementos en el lugar más adecuado, discretamente. Si no es el caso, la arena para gatos será uno de esos productos imprescindibles en tu casa.

Cuando los gatos no viven en una casa, suelen enterrar sus excrementos y orina bajo tierra, para cubrir el olor y que los potenciales depredadores no les encuentren. Por eso los gatos encuentran en la arena, y de una manera tan intuitiva, su mejor aliado a la hora de hacer sus necesidades. Ahora bien, el problema llega cuando llegas a la tienda y descubres la cantidad de tipos de arena que hay. ¿Cuál es la mejor? ¿Qué clase de arena le gustará más a mi gato? Estas preguntas no tienen una respuesta sencilla; en Yasss te damos las claves para que la elección sea lo más sencilla posible.

Arena de sepiolita

Suele ser la arena más utilizada; su uso está muy extendido y fue la primera en comercializarse, hace más de 70 años, después de su creación a manos de Edward Lowe. Como su nombre indica, tiene su origen en la sepiolita, un mineral natural conocido por su gran poder de absorción (aunque menor que otras alternativas). Su mayor beneficio es que es muy económica; sus principales contras son que genera mucho polvo, que hay que cambiar la arena cada poco tiempo y que no neutraliza el olor de la orina. Esta arena puede venirte bien si no quieres gastar mucho en arena, tienes un solo gato y su arenero está aislado y ventilado.

Arena sanitaria aglomerante

También es una de las arenas para gatos más populares. La particularidad de esta arena a base de bentonita es que, al contacto con la humedad, se compacta formando terroncitos, por lo que es más sencillo encontrar los deshechos en el arenero y limpiar el arenero. Además, neutraliza los malos olores y dura bastante. Sin embargo, es fácil que el gato la saque del arenero o la arrastre en las patas por toda la casa y, además, genera mucho polvo; algunos animales pueden desarrollar alergias frente a ella. Lo mejor es consultarlo con un veterinario.

Arena de sílice

Esta arena, creada a partir de silicato de sodio, tiene un poder de absorción elevadísimo y apenas genera polvo. Además, mantiene muy bien los olores a raya. Su duración es mayor que las anteriores: los fabricantes recomiendan cambiarla alrededor de cada treinta días y, además, no genera polvo. El problema es que este tipo de arena también contiene aditivos, por lo que algunos gatos pueden presentar alergias al contacto con la misma. Esta arena es muy práctica si vives en una casa pequeña o con varios gatos, o si no tienes mucho tiempo para limpiar a diario el arenero.

Arena ecológica

Las arenas a partir de fibras de madera u otros vegetales son biodegradables y fácilmente reciclables, por lo que cada vez son más populares entre los amantes de los gatos. Son conocidas por su gran poder absorbente y, además, no generan malos olores ni polvo; son muy efectivas y duraderas. El único pero es que a algunos gatos no les gusta mucho, pero nada a lo que no se puedan acostumbrar si la mezclas durante una temporada con su arena habitual.