Pelos, mascotas y ropa: el truco definitivo para eliminar el pelaje de perros o gatos de tus cosas

Las mascotas nos llenan de felicidad. Tener un animal de compañía tiene beneficios para la salud, pero hay que estar preparado para encargarse de la vida del animal que hemos elegido para acompañarnos: comida, veterinario, limpieza, acicalado… Es algo para lo que no todo el mundo está preparado y mucho menos si eres una de esas personas que odias tener pelos de mascota en casa. Pero es lo que hay, ya que tanto gatos como perros necesitan mudar su pelo.

Si ya tienes mascota, seguro que sabes de lo que estamos hablando. Queremos mucho a nuestros animales de compañía, pero es horrible tener que ir a una entrevista de trabajo y llevar la camisa llena de pelos porque antes de salir tu mascota ha decidido restregarse contigo. Y si resulta que además tienes alergia a tu gatete, pero no lo sabías antes de cogerlo, eliminar los pelos estará entre tus top de tareas de casa seguro. Pero tranquilo, que para eso estamos nosotros. En Yasss te traemos un listado de trucos definitivos para eliminar los pelos de las mascotas de tu ropa y tus cosas.

1. Separa tus cosas para reducir la propagación del pelo y acicala a tu mascota

Parecerá muy obvio, pero si separas tu ropa de calle de la de estar en casa conseguirás que lo que llevas puesto al trabajo no tenga tanto pelo como la ropa de casa. Esto se aplica también a la lavadora (si mezclas las toallas con la ropa llena de pelos, adivina dónde acabarán estos) y a la ropa de cama. Si te acostumbras a cambiarte el pijama y no dejar entrar a tus mascotas al dormitorio verás un descenso del pelo en tu ropa.

Y por supuesto, peina a tu mascota con un cardador o un peine de forma habitual cada dos o tres días para evitar que suelte más pelo muerto del necesario, sobre todo si tienes una raza que suelte mucho pelo. Además, así mantendrás el pelo de tu perro o gato más sano, brillante y limpio.

2. Usa un rodillo quitapelusas con pegamento o eléctrico para el textil

¿Sabes esos típicos rodillos con pegamento que encuentras por un par de euros en el chino? Pasa uno de ellos por sofás, ropa y sábanas para llevarte los pelos a la basura. Su mayor pega es que hay que estar cambiando el rodillo y que si tu mascota es de los que sueltan mucho pelo, no te dará abasto. Tienes también la versión eléctrica que no necesita recambios, pero es más cara.

3. Aprovecha el calor de la plancha para quitar bolas

Con el calor del vapor al pasar la plancha por encima de la ropa, los pelos adheridos a las camisetas y pantalones pasan a formar pequeñas bolas de pelusas. En ese momento en el que la humedad hace que los pelos se peguen a la ropa, aprovecha para ponerte un guante de plástico o látex de los que se usan para la limpieza de la casa para pasarlo por encima y quitar los pelos.

4. Aspiradora y fregona a mansalva

Recoger los pelos con un cepillo puede ser más un error que una ayuda. Si puedes, hazte con uno de esos robot aspirador que puedes programar para que pase cuando quieras por donde quieras. Y si no quieres gastarte demasiado, recurre a una aspiradora como tu gran aliada para recoger frecuentemente los pelos por suelo, sillones y sofás. Es una forma de evitar que los pelos y ácaros se acumulen. Eso sí, fíjate en que el aspirador sea suficientemente potente y de que incorpore accesorios que eliminen pelos de mascotas. Por otro lado, las fregonas que mejor van para terminar de eliminar los pelos más pequeños e invisibles es la que absorbe y retiene suciedad, como son las hechas con microfibra.

5. El rodillo quita pelos definitivo

Como dueña de dos maravillosas gatas, he de decir que descubrí este tipo de rodillo y es lo que más uso con diferencia. Se trata de un rodillo quita pelos que puedes encontrar en Amazon y otros muchos portales de comercio. Es un rodillo blanco con un filtro azul y un mecanismo realmente sencillo: lo pasas por la ropa, la manta o el sofá hacia delante y hacia atrás y se lleva todos los pelos al contenedor. Con un clic abres el contenedor y tiras toda la pelusa a la basura. Fácil, cómo y si necesidad de reemplazos.