Si te dicen de un momento en el que pasaste más nervios que nunca, seguro que se te vendrá la pesadilla de selectividad a la cabeza. Es solo recordar la eterna cola para sentarte en el aula mientras comprobaban tu DNI y muchos apuraban ese rato mirando hojas y hojas de apuntes sin sentido y ya te tiemblan las piernas.
Y es que eran muchos, muchos nervios esta prueba. Que vale que no había más remedio que hacerla para pasar del instituto a la universidad, pero ese maratón de exámenes en tres días era para volverse muy loco y no saber ni lo que escribías.
Luego claro está, que hay unas asignaturas mejor que otras. ¿Cómo llevabas la historia? ¿Tenías controlados los reinados y sus sucesiones? ¿Las fechas importantes? ¿Esa lista interminable de guerras y reconciliaciones? Porque ¡anda que no pasaban cosas!
Los hay que iban de listillos y decían que historia no se estudiaba, pero no hay forma de que te vengan por ciencia infusa los decretos de la Monarquía Borbónica así de la nada. Por eso vamos a comprobar si en su día estudiaste historia muy bien o más bien esta pasó por ti de largo. Tienes un examen AHORA MISMO y no hay tiempo para repasos, ¡hazlo, no tengas miedo!
Puede que esta asignatura siga sin gustarte mucho, que los hechos históricos y fechas te bailen y que te sea imposible memorizar tantos datos. Pero es pasar este duro examen y te das cuenta de la importancia que tiene la historia para conocer por qué pasan las cosas y también cómo podemos evitar las malas en un futuro. Y no solo eso... Es genial poner nombre y cara a los que han hecho que seamos como somos ahora. No solo para dárnoslas de culturetas, sino también para que no se te resista ningún crucigrama o el quesito amarillo (historia) del trivial.