Test de personalidad: el resultado explica si eres una persona egoísta
Hay dos tipos de egoísmo, uno positivo y otro negativo, y hoy te traemos varias preguntas para averiguar cuál es el que te afecta más
El egoísmo no siempre es una conducta negativa
El egoísmo no es una conducta negativa por sí misma. Muestra de ello es que todos los niños atraviesan una etapa en la que el "yo" es el centro del universo. Alrededor de los 7 años superamos ese egocentrismo característico de la primera infancia y entendemos que hay varios puntos de vista, que compartir es necesario, y que a veces el bien común o el de los demás es más importante que el propio.
Aunque evolutivamente hablando el egoísmo se queda atrás cuando empezamos la educación primaria, muchas personas siguen manifestando conductas poco generosas a edades más avanzadas. ¿La razón? Que a veces ser egoísta es necesario para sobrevivir, siempre y cuando sepamos diferenciar una conducta centrada en nosotros mismos, y una conducta que hace daño a los demás. Esta es la diferencia entre el egoísmo positivo y el negativo, y hoy Yasss te dará las pautas para averiguar si pecas de uno o de otro.
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El egoísmo positivo
Todos tenemos un amigo que “tendría que ser más egoísta de vez en cuando” o que, en otras palabras, necesita pensar en sí mismo y priorizar su salud mental. Este es el egoísmo positivo.
- Prestar atención a tus necesidades
No tiene nada de malo querer gustar, pero para poder tener relaciones satisfactorias es necesario en primer lugar satisfacer nuestras propias necesidades. Para lograrlo hay que escucharnos, entendernos y averiguar qué es lo que queremos.
Habrá días en los que querrás pasar tiempo a solas, otros en los que querrás estar en pareja, y otros en los que preferirás salir con tus amigos. No te sientas culpable por establecer prioridades.
- Poner límites en tus relaciones
¿Conoces la expresión "dar la mano y que te cojan el brazo"? Es muy frustrante cuando en una relación se aprovechan de nosotros, pero muchas veces este gran problema no sucedería si desde pequeños aprendiésemos a establecer límites o, dicho de otra forma, no anteponer las preferencias de los demás a las tuyas.
- Aprender a decir "no"
Otra conducta que nos hace sentir culpables pero que en realidad no tiene nada de malo es saber decir "no". Si un día estás perezoso y no te apetece quedar, es innecesario inventarte excusas. Lo mejor que puedes hacer es aprender a rechazar planes de forma educada.
Lo mismo sucede cuando nos piden favores que o bien no sabemos, o bien no podemos, o bien no queremos cumplir. Nadie es tu dueño y está en tu mano decidir lo que hacer o no hacer por los demás.
El egoísmo negativo
En cambio, cuando hablamos de egoísmo negativo nos referimos a todas aquellas conductas que debemos evitar porque son destructivas para nosotros mismos o para la gente que nos rodea.
- Enfadarte si no eres el centro de atención
Por último, una señal inequívoca de egoísmo negativo es la necesidad de ser siempre el centro de las conversaciones. Si algún amigo tiene un problema, tú tendrás uno todavía más grave. Si alguien cuenta una historia divertida, a ti te habrá pasado lo mismo y lo contarás con más énfasis.
¡El mundo no se va a acabar por dejar a tus amigos disfrutar de un ratito de protagonismo!
- No tener empatía
Antes resaltaba la importancia de prestar atención a nuestras necesidades, pero para ello es fundamental tener en cuenta lo que los demás quieren o no. Cada persona tiene opiniones diferentes y una forma única de entender el mundo, y tener empatía es la mejor herramienta para aprender de los demás y convertirnos en mejores personas.
- Pisotear a los demás para conseguir cosas
Si entramos en el Instagram de cualquier influencer, en los comentarios nos topamos con decenas de comentarios ofensivos sobre su físico. ¿Por qué? La razón es que muchas personas necesitan hundir la autoestima de los demás (o al menos intentarlo) para mantener su amor propio a flote.
Esto ni es sano ni es útil, porque a la larga no estás solucionando tus problemas sino proyectándolos en otras personas.
Cómo saber qué tipo de egoísmo es el mío
Ahora que conoces los diferentes tipos de egoísmo es el momento de averiguar cuál es el más habitual en tu caso. Para ello sólo tienes que reflexionar y responder a las siguientes preguntas con sinceridad.
- Alguien a quien quieres mucho te pide un favor. Puedes hacérselo, pero te llevará mucho tiempo y tendrás que desatender tareas que son importantes para ti. ¿Le haces el favor?
- "Tienes que pensar un poco más en los demás". ¿Alguna vez te han dicho alguna frase parecida a esta?
- ¿Has pensado alguna vez que la gente se aprovecha de ti porque eres muy confiado?
- Un amigo te cuenta que ha conseguido el trabajo de sus sueños. A medida que te va contando más detalles, sientes un poco de envidia ya que tu situación laboral es bastante mala. Aunque no lo haces con mala intención, ¿tu primera reacción es buscarle pegas a su noticia?
- A menudo te cuesta saber lo que quieres, así que pides consejo a la gente que te rodea para que te ayuden a tomar decisiones.
- Si tus amigos cuentan historias que tú no viviste o hacen bromas entre ellos, ¿te sientes desplazado?
- Tus amigos te proponen quedar, pero a ti no te apetece. ¿Reaccionas inventándote una excusa o quedando para que no se enfaden?
- "Cuando hablo con mi mejor amigo siempre acabo llevando la conversación a mi terreno y centrando el tema en mí". ¿Te sientes identificado con esta frase?
- La mayoría de las veces prefieres ayudar a los demás (aunque suponga un esfuerzo sobrehumano o acabes psicológicamente agotado), en vez de centrarte en ti.
- ¿Te da la sensación de que los problemas de tus amigos son más insignificantes de lo que ellos piensan o que exageran un poco agobiándose?
Si has contestado "sí" a la mayoría de preguntas impares (1, 3, 5, 7 y 9), necesitas más egoísmo positivo en tu vida. Priorízate, porque si no te cuidas tú, nadie lo hará.
Si has contestado "sí" a la mayoría de preguntas pares (2, 4, 6, 8 y 10), debes trabajar tu empatía y reducir el egoísmo negativo. Habla con tus amigos y pide ayuda si crees que es necesario.