Queremos pensar que cuando escuchas el nombre de Van Gogh piensas antes en 'Los Girasoles' que en el grupo de música español. Es cierto que La Oreja de Van Gogh es una de las bandas de más repercusión en el pop nacional de las últimas décadas (sí, décadas, que llevan ya más de veinte años petándolo), pero, oye, hay que tener un mínimo de cultura general y saber, al menos, que si el grupo se llama así es porque, cien años y pico antes, un artista con problemas mentales se cortó una oreja.

Vincent van Gogh no solo ha pasado a la historia por su gran obra artística, grande en cantidad y en calidad, sino por su complicada vida, que ayudó a forjar ese mito del artista con carácter fuerte, obsesionado por su obra, un genio incomprendido al que solo reconocerán su talento después de muerto.

Van Gogh ya no solo es un pintor, es una leyenda, por eso mucha gente se cree que no fue reconocido o que su locura era la que inspiraba su arte. Pero lo cierto es que su obra sí tuvo cierta relevancia (no tanto como la que tiene ahora, eso es cierto) en los últimos años de su vida y sus cuadros fueron expuestos y apreciados, y sus problemas de salud mental se agravaron también al final de su vida, después de que ya hubiera creado la mayor parte de su obra.

Como homenaje a uno de los pintores más influyentes en el arte en las primeras décadas del siglo XX y a los cuadros que no paramos de ver en camisetas, bolsos, paraguas, calcetines y cualquier otro tipo de material en el que se pueda imprimir un dibujo, hemos preparado un juego superdifícil para poner a prueba tus verdaderos conocimientos sobre lo que pintó este artista. Que queda muy bonito pensar "ay, me pasa como a Van Gogh, la gente no está preparada para lo que yo estoy haciendo, ya me moriré para que vengan a decir qué bueno era", pero, chicos, no nos quedemos solo con esto. Van Gogh hizo cosas muchísimo más interesantes que emborracharse y tener episodios psicóticos.

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El 29 de junio de 1890 moría el pintor holandés a los 37 años de edad. Siempre se ha creído que el pintor se suicidó por un disparo en el pecho y, hasta ahora, es la teoría oficial, reafirmada cuando, hace poco más de 75 años, se encontró la pistola (y se subastó por unos 50.000 dólares). Lo más dramático es que Van Gogh no murió en el acto, sino que tardó unas 30 horas en morir.

Sin embargo, otros investigadores creen que el hombre que pintó tantos girasoles no apretó el gatillo de ese arma. Los estadounidenses Gregory White Smith y Steven Naifeh creen que su muerte fue un accidente, le alcanzó una bala fortuita disparada por un joven de 16 años, y que el artista se autoinculpó para salvar al pobre muchacho.