La pintura, ese arte que no pasa de moda ha encontrado tras varios siglos nuevas interpretaciones. Desde una habitación precaria a precio desorbitado de lo que era el cuartito bucólico que dibujó Van Gogh a Rosalía como nueva musa de Picasso o el 'Duelo a Garrotazos' de Goya, que ahora resultan ser Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para el pueblo soberano. Twitter se ha llenado de imaginación y nos hemos echado unas risas con ello porque las obras de arte más famosas han encontrado nuevos significados, eso sí, adaptados a los problemas y preocupaciones del mundo moderno.

No es que el sentido con el que Francisco de Goya pintase su cuadro 'Saturno devorando a su hijo' nos quede un poco grande o que no terminemos de ver toda la carga simbólica que recoge 'El Grito' de Edvard Munch. No, no es eso. Básicamente es que los tiempos han cambiado y los tuiteros se han puesto creativos. Y ante la mínima duda de lo que habría en la cabeza de estos grandes artistas, ellos se han lanzado sin miedo con #RebautizaTuObraDeArte en la era de Rosalía y nos han dejado verdaderas fantasías.

Por lo pronto la pintura ha servido para hablar abiertamente de uno de los problemas que cualquier joven de ahora tiene a la hora de cambiarse de piso. No nos engañemos 'El domirtorio en Arlés' o la coqueta habitación que Vincent Van Gogh solo se puede ver con los ojos del que desesperado busca una ganga de piso o de los que ya se conforman con poco más que un catre y unas cortinas.

Pasado el tiempo de vacaciones, hay otra angustia que va más allá del cuando volveremos a estar otra vez de vacaciones. Esta tiene relación con todos los excesos que hemos cometido y que ahora sin playa ni mojito en la mano parece que no resultan tan graciosos. Oficialmente quedan inaugurados los juegos del hambre y también por esa razón el cuadro de Goya adquiere otro significado:

Si hay una señora por excelencia que informa de un suceso con tal grado de detalles que parece que su mismo horror lo estamos viviendo en nuestras carnes, esa es la vecina del pueblo de Begíjar (Jaén). Ella ante una tormenta eléctrica no escatima en onomatopeyas y su rostro es la viva expresión de 'El Grito' de Munch o puede servir también cualquier hecho que nos dé de verdad terror:

Luego está también los que ven un cuadro de Caravaggio y se les despierta algún trauma que creían ya pasado y no pueden ver más allá. La luz dramática de esta pintura tiende a que corran lágrimas vivas por aquel fantástico día en el que decidieron sanear melena a base de un poco de tijeras.

Los hay que la pintura les evoca entrañables momentos con sus mascotas:

O que no pueden dejar de ver a Rosalía por todas partes (incluida como nueva musa de Picasso) sentada en su trono ilustre:

Y como bonus truck de esta fiesta creativa, cuatro pildorazos más para demostrar que no tienen caducidad las verdaderas obras de arte: