Durante siglos las mujeres han visto la necesidad de sujetar sus senos. Desde el año IV a.c hasta el día de hoy, las mujeres de todas las generaciones se las han ingeniado para priorizar su comodidad y utilizar algo práctico que sostenga los pechos. Con copa, sin, con detalles bordados, lencería o no; a pesar de que hoy en día se ha llegado a inventar sujetadores de todas las variedades y formas, no siempre fue así.
A través de la historia, diversos hitos han hecho que el modelo de sostén como lo conocemos hoy evolucione y sea una herramienta útil y cómoda de llevar, pero ¿de dónde salió? y, ¿cómo era antes?
Una de las primeras apariciones del sostén que hay registradas son del siglo XIV a.c en Grecia, en los murales pictográficos de Creta. Las ilustraciones que se encontraron de aquella época muestran a mujeres utilizando una banda de tela en la parte superior del dorso que envolvía los senos desde la espalda hasta el pecho.
También desde el mosaico de la “chica del bikini” en la Villa Romana de Casale del siglo IV a.c se cree que las mujeres de aquella época aplicaron un "sujetador" ya que en la obra, las mujeres que aparecen en la ilustración se las ve con una banda que envuelve y tapa los senos, y que es muy similar a un sostén como los de hoy.
Como un movimiento feminista de revelación y rebeldía en contra de los corsés, se empezó a buscar la forma de crear un sostén más ligero, cómodo y que dejara a las mujeres la simple tarea de respirar. En la década de 1850 aparecieron los primeros prototipos de sostenes en Europa y Estados unidos y estos se mantuvieron en vigor hasta los años 20´en donde dominaba la "silueta en S". El canon de belleza buscaba generar una apariencia de en donde se achicaba la cintura, se marcaban las caderas y se levantaban los senos. Este "efecto" propio de la Belle Epoque se podía conseguir solamente con corsés y fajas que aun dominaban en el contexto, a pesar de que gracias a la forma de utilizarse y ajustarse, generaba problemas de sofocos y náuseas en las mujeres.
El primer sujetador fue creado en 1866 de seda y cable. Pocos años después, en 1869 el francés Herminie Cadolle creó el primer corse dividido en dos partes: una para marcar la cintura y otra para sujetar el pecho. Casi a final de siglo, en 1983, Marie Tucek lanzó el primer sujetador pero sin éxito ya que no obtuvo casi ninguna compra en Estados Unidos.
Todos estos hechos fueron predecesores de Mery Phelps- Jacobs la primera persona que patentó en 1914 el sujetador el primer diseño de sujetador llamado: Caresse Crosby. Esta mujer pionera y trabajadora alcanzó el éxito primero realizando modelos para sus amigas y luego vendió la patente a 'The Warner Brothers Corset Company' (hoy Warnaco, dueño de Calvin Klein, Speedo y otras marcas) quien comenzó de a poco a popularizar el producto entre las mujeres de aquél entonces.
Sim embargo, pese a que el corsé dominaba la escena de la moda y la ropa interior, no fue hasta Paul Poiret que las mujeres comenzaron a verlo como algo que no dejaba respirar y que podía reemplazarse por el sostén como lo conocemos. El diseñador francés inventó en los años 20 el 'Symington Side Lacer' una faja con cintas laterales que aplanaban y que dejaba atrás todo el concepto de acentuar las curvas femeninas y comenzar a disimularlas. Aunque no todo el mundo era amante de este tipo de moda, el diseñador no tardó en inspirar a figuras como Ida y William Rosenthal que lanzaron el 'Maiden Form Brassiere', un sistema de copas que se adecuaba más a la idea de acentuar las curvas femeninas utilizando dos copas separadas por una cinta. Esto les significó un éxito rotundo.
Unos años después, más contemporáneo la Primera Guerra Mundial, la moda fue cambiando y haciendo que el pecho y la silueta marcada perdieran relevancia. Esta nueva moda liderado por las jóvenes de entonces dio paso a que el sujetador tomara más protagonismo de la situación.
A la vez, un factor clave e histórico para la popularidad del sujetador fue durante la Primera Guerra Mundial: en aquel entonces predominaba el uso del corsé que precisa metal para su fabricación y en aquél entonces en Estados Unidos escaseaba y se precisaba para la guerra. Es por ello que en 1917 la Junta de Industrias de Guerra de los Estados Unidos pidió a las mujeres que para ayudar con la guerra no utilizaran ni compraran más corsés. Gracias a este hito, se recuperaron alrededor de 28.000 toneladas de acero.
Además en épocas de guerra la mujer era la que trabajaba en las fábricas. Esta se vio impulsada a utilizar sujetadores por la incomodidad que le generaría usar un ajustado corsé para trabajar. Sin ir más lejos, en la Segunda Guerra Mundial, el sujetador era parte del uniforme de las militares y luego se convirtió en la prenda interior de cualquier clase media de la época ya que por falta de recursos, muchas mujeres comenzaron a confeccionarse sus propios sujetadores.
En la década de los 30 empezaron a aparecer elementos en torno al sujetador. Meiden Form creó las tallas con letras para el tamaño de las copas y los tirantes regulables. En aquella época se crearon las almohadillas de los sujetadores por D.J Kennedy tras ver que una atleta sueca se hizo daño en el pecho en cuando corría los 400 metros de las olimpiadas de Noruega de 1928.
La historia sigue: comenzaron a crearse distintos modelos y se empezó a jugar con las formas, los tipos tejidos y mejoras en ellos que fue un hito que motivó a las jóvenes de ese entonces a adquirir uno. Hollywood y el marketing también colaboraron en su popularidad: se comenzaron a ver los famosos sujetadores de "pico" en películas modelados por actrices famosas e íconos de ese entonces y en campañas publicitarias por la calle.
En años 60 y 70 finalmente el corsé y la faja se fueron quedando atrás por incomodidad y tradicionalismo. En estas décadas se priorizaba la funcionalidad y practicidad antes que la belleza y el glamour, es por ello que muchas mujeres elegían llevarlo para sentirse más cómodas, por necesidad o por elección. En el mismo contexto, en la década de los 60 el sujetador comenzó a verse como símbolo de la opresión a la mujer y eran quemados en las protestas y se puso de moda el uso de telas transparentes sin ropa interior.
A lo largo de la historia, como todo evoluciona, el sujetador también. Durante el siglo XX el sostén ha tenido un simbolismo y un uso muy relevante para las mujeres de todo el mundo, es por ello que grandes marcas y diseñadores como 'Victoria Secret' y 'Calvin Klein' nunca han dejado de innovar y hacer nuevas creaciones en torno a un producto tan importante y con tanta historia.