María Jesús Montero ha anunciado que los estudiantes universitarios podrán obtener una beca para cursar un máster habilitante (un título universitario de formación superior que habilita a los profesionales a ejercer las profesiones reguladas, aquellas que sólo pueden realizarse cuando se cumplen los requisitos establecidos por la ley, en general asociados a la compleción de estudios de diferentes niveles) con una nota media de 5 en los estudios previos de Grado, en lugar de los 6,5 puntos de media que se exigían hasta ahora, tanto para cursar primer como segundo curso del máster, según el real decreto de umbrales de renta y cuantías de ayudas al estudio aprobado para el próximo curso en el Consejo de Ministros.
La ministra portavoz del Gobierno ha detallado que se ha aprobado una inversión de 2.038 millones de euros para 460.000 becas de estudiantes de enseñanzas no universitarias y 390.000 universitarias para el próximo curso, lo que supone 138 millones más que el pasado año y un 24,5% más de beneficiarios.
Según Montero, lo que pretende el Gobierno con este aumento en la cuantía y el cambio en la nota media de acceso a la beca de másteres habilitantes es asegurar "aún más" la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación universitaria. "Aumentar sustancialmente las becas era un elemento prioritario del Gobierno de coalición", afirma el ministro de Universidades, Manuel Castells.
Este Real Decreto incluye muchas novedades para la convocatoria del curso 2021-2022, pero las principales son, por ejemplo, el aumento de la cuantía de la beca base (aquella que reciben los alumnos no universitarios que no obtienen beca asociada a la renta) para cursar FP Básica, que pasa de 300 euros a 350 euros.
Además, esto se suma al aumento de las cuantías fijas en 100 euros, la elevación del umbral de renta 1 y el aprobado como nota de acceso a estas ayudas, mejoras ya introducidas en la anterior convocatoria 2020-2021.
La próxima convocatoria prevé además la incorporación del alumnado con trastorno grave de la comunicación y del lenguaje entre los beneficiarios de las ayudas para estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), que pasan así a ser cinco colectivos: discapacidad, altas capacidades, trastorno grave de conducta, trastorno del espectro autista (incluido en la convocatoria 2020-2021) y el citado trastorno grave de la comunicación y del lenguaje.
Para estudiantes víctimas de violencia de género, se suprime el requisito de la acreditación, por parte de alguna autoridad educativa, de que el menor rendimiento académico del solicitante está directamente relacionado con la violencia sufrida. No será necesaria, por tanto, esa acreditación para obtener la beca.
Además, se mantienen las medidas extraordinarias adoptadas durante la pandemia del coronavirus, de forma que no se tendrán en cuenta, a efectos de concesión de la beca, aquellas asignaturas, créditos o módulos que no se hayan podido cursar o evaluar adecuadamente. Estas medidas pretenden hacer llegar las becas a quienes más las necesitan y reducir así el abandono escolar por motivos económicos.
Los Ministerios de Educación y FP y de Universidades continúan trabajando en la reforma de la gestión administrativa que permitirá adelantar varios meses la solicitud de las becas.
Con esta medida se pretende que los estudiantes puedan conocer antes del inicio del curso si cumplen los requisitos económicos para recibir o no estas ayudas. Se trata de una reforma "compleja", según ambos Ministerios, que requiere "cambios de calado en el actual sistema" y que implica a varias administraciones, por lo que está previsto ponerla en marcha en el curso 2022-2023.
En esta misma línea, para facilitar a los ciudadanos la búsqueda e identificación de las distintas convocatorias de becas y ayudas al estudio, ambos Ministerios trabajan con las comunidades autónomas en la creación de un portal común que recoja tanto las iniciativas estatales como las autonómicas. Se atiende así una reclamación histórica de las asociaciones de estudiantes, según destacan.