Que el tema de los alojamientos es algo que nos frena a la hora de hacer un viaje es algo que todos sabemos. Ya podemos hacer todo tipo de cuentas. O encontramos un buen chollo y reservamos con tiempo o nos quedamos en casa viendo series 'tan contentos'. Suerte que un hotel ha pensado en los jóvenes que no tienen mucho money, pero les gusta igualmente divertirse y hacer planes.
En un hotel de Japón se puede pasar la noche por 90 céntimos. Sí, lo estás leyendo bien. Dormir fuera de tu casa por menos de un euro. Pensarás que se han vuelto locos, pero es real lo que te cuento. Esto pasa en el Business Ryokan Asahi, en Fukuoka, Japón. Y no es que vayas a dormir en el suelo o la habitación no tenga ni techo. No, no, la estancia es bien confortable, pero tienes que saber que detrás de esto también hay una letra pequeña.
Tiene su truco lo de dormir en el hotel más barato del mundo. Para disfrutar de este precio que resulta cómico tienes que vender un poco tu alma al diablo. Por lo menos vender tu intimidad el tiempo que pases en la habitación número 8. La única en la que puedes disfrutar de estas condiciones tan rentables para los bolsillos. Y te preguntarás, ¿qué pasa de especial en esa habitación para que nos hagan este precio? ¿qué tengo que hace exactamente para que mi estancia valga menos de un euro?
Pues hacerte a la idea de que serás grabado desde el minuto uno. Nada más pasar por la puerta. Será como si entraras en un 'Gran Hermano' solo que en vez de una casa, todo suceda en la habitación número 8. Allí, tu estancia será totalmente retransmitida en directo en el canal de YouTube del alojamiento. Y te adelanto, que esconderte es muy difícil porque la cámara tiene visión de TODO.
El único sitio en el que podrías esconderte de esta habitación para que no te vea el mundo sería la zona baño y ducha que se la reservan y que también la grabación no tiene audio por eso de los derechos de autor. Todo lo demás es bien público porque así es el trato. Tú duermes en un sitio barato, retransmites para el público en vivo tu estancia. De ahí que se recomiende que no sea lo mejor pasearse desnudo...
Una idea creativa para darle un valor distinto a un hotel que estaba algo de capa caída y que no te creas que echa para atrás a los jóvenes. Según lo que ya han compartido sus intimidades por una noche, no es un gran esfuerzo enseñar un poco de privacidad y así ahorrarte unos cuantos euros, ¡así están las cosas! De poco sirve allí colgar el cartel de 'No molestar'.