Como una alternativa para hacer una escapada diferente, proponemos hoy una aventura en Yasss. Hemos dado con una prisión que no es una cárcel cualquiera, sino que sobre ella pesan historias de espíritus, ejecuciones violentas, ecos y huellas de un pasado muy truculento y lo mejor de todo es que entre esas paredes podemos reservar y vivir una noche llena de misterio sin tener por ello que vernos presos.
Sí, los amantes de lo paranormal han encontrado su sitio perfecto y ya pueden ir preparando maleta, pijama y también para el caso un vuelo porque para hacer por unas horas de 'cazafantantasmas' tienen que acudir a la prisión de Shepton Mallet. Y diréis, ¿qué tiene de especial? Pues que estaréis ante una cárcel que según dice su web "es la prisión más embrujada de toda Gran Bretaña".
Y no es que quieran asustarnos de entrada o que quieran sobrarse un poco (tienen motivos para no exagerar). Lo que pasa es que es mejor vivir en propia piel lo que pasa en esta prisión encantada, que cerró sus puertas definitivamente para los presos en 2013 y que ahora se abre para un turismo de exigentes emociones.
Shepton Mallet se levantó en 1610 para cumplir la llamada 'Ley de Bridewell' que indicaba que todos los condados de Inglaterra tenían que tener una prisión fortificada al uso y desde el principio la estancia en sus celdas fue realmente incómoda para los reclusos. Se sabe que las condiciones allí eran terribles. Trabajos forzados inhumanos, ejecuciones y crueles castigos para todos: hombres, mujeres y niños. Eso llevó a que se propagasen con facilidad muchas enfermedades y el único cuidado que se les daba era a última hora, la oración de la muerte. De ahí que en sus alrededores existan tumbas sin marcar y que también quedaran muchas cuentas pendientes.
Su destino quiso también que albergara documentos históricos durante la Segunda Guerra Mundial y que todos esos secretos quedasen atrapados entre sus celdas húmedas. ¿Para siempre? No, exactamente... Porque resulta que ahora estos cubículos pueden ser las habitaciones de cualquiera que quiera pasar una noche de verdadero miedo hablando con espíritus.
Para ello basta con estar cargado de instinto de supervivencia, ingenio y paciencia para poder unirte a las expediciones 'cazafantasmas' que se organizan en esta prisión victoriana. Sus paredes dan muchas pistas de lo que allí encontraremos: desde los ecos que se escuchan, hasta las huellas agónicas que muchos prisioneros dejaron en sus paredes. Y si eso no es suficiente también se celebran sesiones de ouijas, 'table tipping' e intensas vigilias para contactar con todo lo paranormal en las áreas más activas de esta prisión embrujada durante altas horas de la noche.
En caso de preferir dormir en un hotel menos emocionante, también dan la opción de visita guiada durante la tarde, aunque lo ideal ya puestos a pasar miedo es unirse al equipo de 'cazafantasmas' y aguantar del tirón desde las nueve de la noche hasta el amanecer.
Todo en en esta prisión embrujada resulta una experiencia. Lo que se cuenta y lo que se vive en ella. El hecho de permanecer encerrado en una celda con condiciones precarias y sentir la angustia del prisionero o las rutas para intentar contactar con los espíritus que no se resignan a abandonar estos pasillos.
Y no se puede decir que en Shepton Mallet se tengan sueños reconfortantes o que lleguemos de allí bien descansados y con las pilas cargadas, pero a cambio de eso, habremos tenido la oportunidad real de estar en una cárcel de las auténticas, sin comodidades y de haber tenido todo tipo de experiencias extrasensoriales.