¿No te suena un poco loco decir que Lola Índigo fue la primera expulsada de OT 2017? Desde su salida del programa de talentos, en otoño de 2017, su carrera solo ha ido hacia arriba; éxito tras éxito, Miriam Doblas ha sacado a bailar a España los últimos tres veranos. Lola Índigo es una artista internacional y un poquito estelar, que tan pronto se marca un número de baile que te pone de espaldas como el temazo del verano. A sus 28 años, parece que no se le resiste nada.
Aunque la joven nació en Madrid en la primavera de 1992, siendo muy niña se mudó a Huétor Tájar, en Granada, la que ella considera realmente su tierra. Desde pequeñita destacó en el baile, y su carisma y talento la llevaron en giras por todo el mundo; Miguel Bosé, Enrique Iglesias o Chris Brown son solo algunos de los cantantes a los que Mimi a acompañado.
A Mimi le flipa bailar y no ha dejado de trabajar sus habilidades; por eso lleva más de media vida recorriendo los escenarios de todo el mundo, en compañía de artistas internacionales. Pero tampoco hay que desdeñar el tiempo que Miriam lleva en nuestras televisiones: en 2010 se presentó a ‘Fama a bailar’, en Cuatro (cómo olvidar ese “Mimi, fuera de mi clase, eres un estorbo para mi vista, eres un cuadro, chao” que Rafa Méndez le canturreó durante una sesión), un programa de talentos que pretendía encontrar al mejor bailarín de España. Pasó unas semanas en el concurso y, si bien es cierto que salió con más pena que gloria, su paseo por la cadena de televisión le abrió paso a muchos otros proyectos.
Siete años después se presentó al casting de Operación Triunfo, y resultó ser una de las dieciséis elegidas para pasar unas semanas dentro de la famosa academia de talentos. La euforia, si somos sinceras, duró poco, ya que fue la primera expulsada de su edición, pero dos semanas fueron suficientes para que el público se enamorase de ella. Cuando salió, formó Lola Índigo junto a antiguas compañeras de Fama. El resto es historia.
Durante su paso por Operación Triunfo y la gira posterior que reunió a los ‘extriunfitos’, explicó Mimi en una entrevista con La Voz de Galicia, llegó a sentirse “la última mierda”. La cantante aseguraba que el paso por el programa fue duro para ella y “otros cuantos compañeros” de edición: “Cuando nadie da un duro por ti, pero tú en tu cabeza te imaginas de otra forma, es chungo. Siempre he dicho que creer es crear. Si tú crees que eres una cosa y trabajas para hacerlo, estudias, entrenas, te preparas... al final lo puedes conseguir”, añadió.
Poco a poco, fue abriéndose camino. Ese verano lanzó ‘Ya no quiero na’, un tema que, más que un éxito, se convirtió en un himno. Poco después fichó como profesora de la segunda edición de ‘Fama, ¡a bailar!’, en #0, en la que también puso voz a la cabecera.
Después de su paso como concursante de Fama, a Mimi se le abrieron muchísimas puertas. Esa oportunidad le dio la visibilidad suficiente para conocer a los coreógrafos de Jennifer López, Beyoncé o Chris Brown, y trabajar con todos ellos. Mimi siguió formándose en China, Los Ángeles o Tailandia, donde vivió durante una temporada.
Durante su etapa en China, comenzó a desarrollar sus habilidades como cantante. Al volver a España, trabajó en un local como vedette, un pasado que homenajea en su reciente single ‘4 besos’.
Lola Índigo “no es un grupo de chicas”, como muchos lo definen, sino un sello que aúna voz y danza y en el que participan Miriam, Saydi Lubanzadio, Claudia Riera, Mónica Peña y Laura Ruiz. Toda la marca está al servicio de una estética y una fotografía que la hacen muy reconocible, siempre supervisada por la propia Mimi. Pero a la artista todavía le queda una espinita clavada que añadir al grupo: sacar su propia línea de ropa.
“Una de mis ambiciones es sacar mi línea de ropa urbana bajo el sello de Lola Índigo”, reconocía en una entrevista con S Moda, hace más de un año.
En la misma entrevista con la revista del grupo Prisa, la artista aseguraba que no consumía “canciones con mensaje machista”, como las de Maluma. “Quizá solo si suenan en la discoteca y no me queda más remedio, pero desde luego no me las pongo en Spotify”, explicaba, en referencia a unas declaraciones de su compañera Ana Guerra al Huffington Post en las que la canaria aseguraba que solo cantaría con Maluma si decidiese “unirse al movimiento feminista”.