Carolina Durante se convirtieron, con solo cuatro canciones, en uno de los grupos del momento (en aquel momento). La cuarta canción que publicaron, 'Cayetano', les hizo merecedores de todos los epítetos que se le pueden poner a un grupo musical: virales, generacionales, referentes, genios, revolucionarios, ambiciosos... vamos, la banda favorita de España.
Hace ya casi tres años del "cayetanazo" que los colocó en el foco de atención de industria, artistas y seguidores de este tipo de música, y lo segundo mejor que les ha podido pasar a estos cuatro chavales (Diego a la voz, Martín al bajo, Mario a la guitarra y Juan a la batería) es haber sobrevivido al fenómeno y haberse consolidado más allá de una canción que los definió a ellos y a las personas a las que se referían en ella, y se convirtió en un himno gamberro que trascendió al grupo.
Después de casi dos años de pandemia y más de dos desde la publicación de su anterior álbum, 'Las canciones de Juanita', publican 'Cuatro Chavales', un disco que deja claro por donde van sus tiros: el humor, la ironía y el gamberreo siguen estando presentes en sus canciones, pero también las relaciones, los sentimientos y los temas que les importan.
Yasss ha podido charlar con Diego Ibáñez, cantante del grupo. Nos recibe sin dormir, a la mañana siguiente del concierto exclusivo de presentación del disco en Madrid, con el apoyo de Vibra Mahou, plataforma que impulsa encuentros únicos en torno a la música en vivo. Se disculpa por "las pintas", por llegar un poco tarde, y reconoce que ha sido una noche de celebración después de tanto tiempo sin tocar "en casa".
Pregunta: ¿Seguís viéndoos como cuatro chavales, a pesar de ser uno de los grupos más relevantes del momento?
Respuesta: Sí, aunque cada vez menos.
¿Cada vez menos relevantes o cada vez menos chavales?
[Risas] Espero que lo segundo, cada vez menos chavales. De hecho para muchas personas ya no somos chavales. Aunque es verdad que luego hay gente que se cruza con un abuelo y le dice "estás hecho un chaval"... Esto es como todo, según quien lo diga.
¿Y según vosotros mismos, que sois quienes habéis puesto ese nombre al disco?
Estamos al límite. El siguiente disco, desde luego, ya no podríamos haberlo titulado así.
Durante el confinamiento la música se convirtió en una de nuestras grandes aliadas para superar el encierro, ¿qué escuchaste tú para sobrellevar la situación?
Escuché bastante música. Recuerdo que escuché mucho Bestia Bebé, el anterior disco de Soleá Morente, y el último de The Strokes, que me sorprendió mucho.
La mayoría de vuestras canciones tienen un tono agridulce de "estoy en la mierda pero me vengo arriba en un pogo", ¿crees que este sentimiento se podría ya considerar generacional?
Espero que no, la verdad. Pero te voy a decir una cosa, si esto es así, y todo el mundo se siente así, entonces eso significa que nosotros (Carolina Durante) vamos por el buen camino y que estamos escribiendo de la manera correcta.
Esto de llorar mientras haces un pogo también lo reivindican en Axolotes Mexicanos, la otra formación musical de Mario y Juan. ¿Es culpa suya, entonces, que Carolina Durante también represente esos feelings
Yo creo que en este disco, sí... la culpa de que a ratos sea muy rápido y muy frenético la tienen Juan y Mario. Les mola bastante el punk-rock y a veces parece que Axolotes invade un poco Carolina, y tenemos que ponerle un poco de freno entre Martín y yo. Yo soy de un tempo mucho más pausado, un ritmo más pesado, más urbanita, como en 'Moreno de contrabando'.
En 'Granja esculea' tocáis el tema de las adiciones, ¿vuestra intención era visibilizar estas realidades que son bastante comunes entre los jóvenes?
Realmente, con 'Granja escuela' lo que queríamos hacer era una canción irónica, con gracia. La idea parte de un chiste nuestro, y es que cuando nosotros llegamos a la furgo un poco torcidos después de una noche de euforia post-concierto, nuestro técnico de sonido, Carlos, nos decía "como sigáis así vais a acabar en la granja escuela". Y de ahí a Martín se le ocurrió una serie de ideas y me trajo unos versos que rimaban y ya a partir de ahí le dimos forma y estructura y acabó siento esta canción. Martín sí querría también reflejar lo que está pasando en la sociedad, que a veces queremos huir de nuestras responsabilidades saliendo de fiesta o dándole al vicio. Más que visibilizar un problema social, solo queríamos contar una historia real que sale de lo personal, de lo que nosotros vemos.
En el videoclip os convertís en una granja escuela muy particular, una secta que va de happy
[Risas] ¿Me pongo conspiranoico? [Más risas] No, en el fondo no soy muy de teorías conspiranoicas, de hecho me hacen gracia pero no me las creo. Aquí tenía que estar Mario, que está mucho más puesto en esta movida. Las casas de apuestas no es que funcionen como una secta, más bien son una lacra social. Tienen que regularlas, bueno, ya lo están empezando a hacer. Pero sí que tienen un aura chunga a su alrededor. Y alguna vez también he entrado, cuando era más chaval, que te metes ahí... pues a perder dinero. Solo he entrado en casas de apuestas cuando era más joven, pero sectas, sectas... no son. Secta es el Opus. Pero no me quiero meter en un jardín. Llevándomelo a algo más metafórico, el LOL también es muy atrapadera. Por gente que conozco que son muy loleros.
¿Tú juegas a videojuegos?
He vuelto a jugar ahora. Estuve mucho tiempo sin jugar, pero a mí no me emociona mucho. Me aburren enseguida. Pero tengo la Play y le he pedido a un colega que me deje algún juego y le estoy dando a un par, pero me canso. Juan, el batería, es supergamer, y Martín también le pega durísimo.
En el disco también ironizáis sobre un éxito que os achaca la prensa y que creéis que es exagerado, pero, ¿realmente no os da gustico haber tenido éxito?
Bueno, según cómo. Que la prensa diga que somos exitosos no me emociona lo más mínimo porque muchas veces lo que hacen es coger la nota de prensa que manda nuestro sello y ya. Pero no puedo negar que el reconocimiento de según qué personas... Me llena mucho que alguien a quien yo admiro hable de nosotros bien, pero lo que diga la prensa me importa menos, aunque lo valoro, claro, ¿a quién no le va a gustar?
La otra cara del éxito es la frustración, ¿vosotros os habéis sentido frustrados también en algún momento?
Claro, cuando de repente llega la pandemia y, como no depende de ti, es una frustración que te cagas. Un machetazo que cae ahí y que se cancelan un montón de fechas, no sabemos cuándo vamos a volver a tocar... Y dices "¿y ahora qué hacemos?". Ayer hemos tocado en Madrid después de dos años y pico sin tocar en esta ciudad, cuando llevábamos un ritmo de tocar todos los fines de semana. Eso es hiperfrustrante. De hecho ahora mismo tengo el cerebro al 10% porque aún no he dormido desde el concierto.
Pues, como persona más mayor que tú, te voy a dar un gran consejo: dormir es superimportante.
Lo sé, lo sé. Si de hecho yo no entiendo los afters. No me llaman nada la atención. Yo me voy a dormir. Hoy ha sido porque a las 8 de la mañana teníamos que entrar en directo en un programa de radio y a las seis de la mañana pensé "como me quede dormido..." así que he aguantado despierto, pero no sé por qué te estoy contando esto.
Decís que, para este disco, no habéis hecho lo que se esperaba de vosotros, sino lo que vosotros queríais hacer, ¿y qué es lo que queríais hacer?
Siempre hemos hecho un poco lo que hemos querido. Y siempre hemos querido hacer canciones que nos gustasen a nosotros, es la premisa del grupo. Hacer canciones que nos gusten y que nos emocione tocar, y es lo que queríamos seguir haciendo en este disco. Esto es como muy simple, pero es así.
¿Os verías en el Benidorm Fest o en Eurovisión?
Pues fíjate que a mí Eurovisión me parece guay. No soy superfan, aunque este año lo he seguido porque tengo colegas tocando ahí. Pero sí que me podría ver en Eurovisión tocando. Creo que no lo vamos a hacer nunca pero tampoco me parece descabellado. No entiendo ese odio por parte de según qué músicos a Eurovisión, a lo mejor es que no me entero muy bien de la historia.
Este año ha cambiado la historia, ha habido grupos muy buenos en el Benidorm Fest
Sí, total, total. Por eso digo que sí me vería.