Bad Bunny ha sido noticia en las últimas horas por besar a dos de sus bailarines en su actuación en los MTV Video Music Awards. En realidad, lo que ha causado polémica no ha sido que los haya besado, sino el hecho de que uno de ellos fuese un hombre.
Nigel O'Brian es el bailarín al que besó Bad Bunny en su actuación que tanto está dando de qué hablar. Son muchas las personas que a raíz de este gesto han comenzado a debatir en las redes sociales si el cantante está haciendo o no queerbating.
No obstante, lo cierto es que a lo largo de su carrera musical el artista ha defendido siempre mantenerse fiel a sus dos grandes principios: apoyar a la comunidad LGTBIQ+ y triunfar “sin tener que cambiar mi cultura, mi lengua, mi idioma, mi jerga”. Pues bien, parece que por ahora los está cumpliendo.
Una de las preguntas que han surgido en las últimas horas entre los seguidores de Bad Bunny es si el reguetonero es heterosexual y lo cierto es que la última vez que habló sobre su orientación sexual fue en marzo de 2020, cuando dijo: “La sexualidad no me define. Al final del día no sé si en 20 años me voy a enamorar de un hombre. Uno nunca sabe en esta vida. Por el momento soy heterosexual y me gustan las mujeres”.
Por tanto, a pesar de definirse como una persona heterosexual (entonces estaba saliendo con Gabriela Berlingeri), el artista quiso dejar la puerta abierta a la posibilidad de enamorarse de un hombre en el futuro.
A lo largo de su carrera, a través de su estética, música y videoclips ha roto muchos de los clichés que tradicionalmente se habían asociado al reguetón y un gran paso en este sentido lo dio con el videoclip de ‘Ignorantes’.
En este videoclip, publicado por Bad Bunny hace más de dos años, aparecen representadas las historias de varias parejas que acaban de romper. Pues bien, a diferencia de a lo que estábamos acostumbrados en este género musical, en el vídeo no aparecen solo parejas heterosexuales, sino también las formadas por dos hombres y dos mujeres.
Este guiño al colectivo LGTBIQ+ fue muy aplaudido entonces, al igual que el lanzamiento de su canción ‘Yo perreo sola’, con la que reivindica el poder de la mujer a la hora de decidir ser quien ella quiera ser.
A lo largo de su carrera ha roto muchos estereotipos con su música, pero también con sus decisiones estéticas. El conejo malo fue una de los primeros hombres conocidos en aparecer públicamente con las uñas pintadas (no necesariamente de negro).
También fue uno de los primeros en llevar falda, una prenda con la que ha posado en varias ocasiones, por lo que recibió muchas críticas: "Me gusta cuando me visto de una manera diferente y me hace sentir cómodo. La anécdota con mi madre es real, lo del clóset [armario], porque yo no tengo ropa de hombre, ni tengo ropa de mujer, tengo ropa bacana [en Puerto Rico: chula, bonita] que tú nunca te vas a poner", comentaba el conejo malo en una entrevista en 'Alofoke Radio Show', haciendo referencia a la anécdota que contó en 'Allure', donde afirmó que le encantaba ir de compras con su madre a la sección de moda de mujeres cuando era pequeño.
Al reguetonero también lo hemos visto llevar un vestido rosa y unos tacones para la campaña de “Le Splash”, la colección de Jacquemus de 2022. Lo cierto es que a él le encanta experimentar con la ropa y es un fiel defensor de que las prendas no tienen género.
Eso sí, hay que tener en cuenta que para Bad Bunny desafiar la masculinidad a través de la ropa es mucho más sencillo que para muchas personas que forman parte del colectivo LGTBIQ+ y durante toda su vida han tenido que hacer frente a los insultos o discursos de quienes no los entienden. Lo verdaderamente complicado es romper con las reglas del género cuando esto puede costarte, por ejemplo, tu puesto de trabajo.
Uno de sus últimos gestos que ha tenido con la comunidad LGTBIQ+ para dar visibilidad también a artistas que forman parte del colectivo fue el que tuvo con Villano Antillano a finales de julio.
A Bad Bunny le encantó la canción que la rapera sacó con Bizarrap y es por eso que la invitó para que se subiera con él al Choliseo en Puerto Rico y la cantase delante de su público en uno de los shows más importantes de su carrera, algo que hizo muy feliz a la artista, que escribió en su perfil de Instagram: “No hace falta puntualizar el impacto de que el artista número 1 en el mundo le diera espacio a la primera artista transgénero del movimiento en uno de los eventos más históricos de su carrera hasta el momento; las palabras casi no dan para describir el sentimiento de que un artista tan gigante busque hacer tanto bien con su plataforma… decir que es cabronamente inspirador no me parece suficiente y verme parada a su lado en cada foto me transmite un poder que nunca antes había visto”.
Es más, ella quiso darle las gracias por “de alguna manera visibilizar la urgencia de un cambio, por ver más allá que tantos y comunicar un mensaje de amor importantísimo; por estar pendiente al arte que se hace en nuestro país y por apoyar la excelencia, venga de quien venga”.
Una vez más, en las redes sociales se está debatiendo si Bad Bunny estaría haciendo queerbating o no; sobre todo después de que besase a uno de sus bailarines en el escenario.
Pues bien, lo cierto es que este beso sigue ya una línea de inclusión que Bad Bunny mantiene y defiende desde hace más de tres años. Él lleva años rompiendo con los estereotipos asociados al género y haciendo música en la que visibiliza realidades que se salen de lo heteronormativo.
Es más, él da crédito a las personas queer y aprovecha su repercusión para que artistas como Villano Antillano puedan brillar delante de un público muy multitudinario y heterogéneo. En definitiva, Bad Bunny lleva años manteniendo este discurso y no es algo de lo que se esté aprovechando ahora para lucrarse o llegar a un público (todavía) más amplio.