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Bad Bunny, J Balvin o Harry Styles: famosos que reivindican las faldas para hombres

En los últimos tiempos, cada vez es más habitual ver a hombres famosos que deconstruyen su forma de vestir. Hemos visto a actores, cantantes, bailarines o políticos que prescinden sin ningún problema de algunas prendas asociadas tradicionalmente a lo masculino. Por pura lógica, se nos viene a la cabeza ese famoso comienzo de los cómics de Asterix, con algunos cambios.

“Toda la Tierra está ocupada por los hombres que visten como hombres, huelen como hombres y suenan a hombres. ¿Toda? ¡No! Un pequeño grupúsculo de famosos resiste, todavía y como siempre, al invasor: la masculinidad”. 

Parece mentira que todavía siga sorprendiendo que un homínido decida salirse de esa supuesta batería de prendas asociadas a su rol de género y se preste a vestir sin etiquetas. Por suerte, los hay que aman la falda y la libertad y desoyen a la masa embrutecida pidiendo volver a lo de siempre: el pantalón, la camisa, la chaqueta y otra vuelta más al bucle que segrega por decreto entre lo masculino y lo femenino.

Harry Styles

El chico bonito del pop americano es un sabueso y una fuerza de la naturaleza en cuanto a elegancia con swing. Siempre ha tenido un olfato privilegiado para marcar tendencia con sus outfits y hasta para ser el primero de la historia en abrir la portada de Vogue en solitario con una prenda (mal) asociada casi siempre a lo femenino. 

Lo hizo por partida doble, con un vestido y una falda. Algunos medios lo llamaron ‘femboy’, otros hablaron de un ‘look deconstruido’, pura fluidez, para referirse a una supuesta pérdida de masculinidad del cantante. La realidad es que lo único que hizo Styles es asumir con naturalidad que ciertos paradigmas de rancio abolengo de la moda han perdido su sentido en el mundo actual.

Bad Bunny

Nada de lo fluido le es ajeno al Conejo Malo. El cantante ya ha demostrado por activa y por pasiva que los roles preestablecidos y las jaulas propias de los géneros no son asuntos que vayan con él. 

Desde el maquillaje a la falda o el vestido, Bad Bunny nos enseña en cada gala en la que posa para los flashes que su arma, la libertad, es más poderosa que las voces críticas de sus propios seguidores, con una parte que celebra su apertura en cuestiones de estilo y otra que se rasga las vestiduras cuando el cantante abraza con toda naturalidad otras formas en el vestir, en el hablar; gestos y pensamientos donde la bruteza no tiene espacio. 

Hasta la fecha, ha posado con una falda de estilo escocés en el concierto del cantante Buscabulla y con falda y vestido para la marca Jacquemus, la revista Allure o la MET Gala, entre otros eventos. También le gustan los tacones. Que viva él.

J Balvin

Hacerse fuerte en la isla de la libertad en el vestir tiene un precio. J Balvin probó un poco de ese trago amargo cuando imitó el gesto de su compañero de gremio y posó con un conjunto de falda y cinturón en su cuenta de Instagram. En la publicación, le preguntó a sus seguidorxs qué modelos les gustaban más (enseñaba cuatro): una falda hipercorta, otra, algo más larga, y un último modelo, hasta los tobillos. 

Hubo quien se entusiasmó con que el cantante se atreviera a mostrarse así; otros tantos comentarios más o menos embrutecidos, más o menos gañanes, apelaron a los valores tradicionales. “Vístete como un hombre”. “Ay, Dios mío”. “Ponte serio, brother. Tienes un hijo. ¿Tan pequeñito ya lo quieres confundir?”. Al cantante le dio igual que le dio lo mismo, porque al día siguiente acudió al desfile de Valenciaga con el modelo de la falda oversize, hasta el tobillo. La publicación superó el millón de likes, signo de que las cosas quizá estén cambiando para mejor.

Brad Pitt

Curioso que una película-ensalada de tiros com Bullet train, hecha a la medida del gore hipervitaminado, la hombría violenta y los puñetazos al mentón, acogiera una presentación en Alemania con su protagonista deconstruido.

Pitt, que con 59 años recién cumplidos sigue siendo indiscutiblemente uno de los actores más guapos del mundo, se presentó en el photocall vistiendo una falda marrón de lino cortada a la altura de la rodilla, sumándose así a la lista de hombres famosos con poder y dinero suficiente como ser sordos al qué dirán y abrir camino para esos millones de hombres asustados por qué pensarán de ellos si un día deciden vestirse sin la bota de la masculinidad en su cuello.