Si vas caminando por la calle y de repente te encuentras con el archienemigo del Capitán América no te pellizques, no es un sueño, Red Skull vive en Ourense, pero es inofensivo. Bueno, a ver… en realidad no es el verdadero villano, sino un joven venezolano de 34 años que se parece muchísimo a este personaje.
Él es Henry Rodríguez, tiene 34 años y se acaba de mudar a Ourense. Siempre ha sido un apasionado de los tatuajes y piercings, así que ha llevado su amor por el body modification Ahora, tras diez años de operaciones y más de 30.000 euros invertidos en su físico, su apariencia es idéntica a la de Red Skull, el archienemigo de Capitán América.
Este joven, que no pasa en absoluto desapercibido, también ha llamado la atención de Guinness World Records, consiguiendo en 2015 el récord Guinness por la modificación corporal más extensa del mundo. No obstante, ha asegurado que sus modificaciones todavía no han acabado, ya que entre sus planes está el de tatuarse el cuerpo por completo.
Según cuenta 'La Voz de Galicia', son ya quince las operaciones que se ha hecho este joven desde que tenía 24 años. Entre las cuales destacan, sin ninguna duda, la amputación de la nariz, la modificación de sus orejas para quitarse los lóbulos, los implantes de silicona en la frente, las cejas y los pómulos. Ahora, con todas estas intervenciones, lo que ha conseguido es perder por completo su aspecto humano.
No obstante, esto no es todo, no solo se ha hecho estas operaciones para parecerse más al personaje, sino que también se ha tatuado los ojos con una técnica especial para conseguir que estos sean completamente negros, consiguiendo así tener un aspecto mucho más siniestro.
Cuando ves a Henry se te pasan muchas preguntas por la cabeza, una de ellas y posiblemente la más repetida es: "¿Puedes ir a trabajar con ese aspecto?". Pues bien, según él mismo ha declarado en una entrevista para el medio local, su aspecto en este caso suma, no resta. "Mi cuerpo es mi uniforme, mi carta de trabajo. Tú no puedes llegar a un estudio de tattoo y ver a los trabajadores como si estuviesen en un banco. Cada cosa en su sitio", explica.
Es más, Henry se ha mudado a Ourense para trabajar en Bonshyo Tattoo, el estudio de tatuajes más antiguo de la ciudad; ya que antes residía en Ponferrada y desde allí viajaba por todo el mundo para trabajar como tatuador o para participar en convenciones de cómic y body modification.
Por tanto, a diferencia de lo que a priori podríamos imaginar, en este casi el aspecto físico de Henry no le ha impedido trabajar de lo que le gusta, sino todo lo contrario. Es más, el venezolano ha sido muy bien recibido por sus compañeros: "Vino por aquí, así de fácil. Generalmente, como tenemos mucha presencia en redes, cuando alguna figura viene por la ciudad nos hace una visita. Y, si el profesional es bueno y necesita un lugar para ejercer su profesión, siempre le hacemos un hueco", cuenta Carlos Rodríguez, otro de los trabajadores de Bonshyo Tattoo.