Twitter no deja de sorprendernos. La última historia que se ha hecho viral en esta red social tiene como protagonistas a dos chicos con el mismo nombre y fecha de nacimiento, una madre cabezona, varios policías y jueces; además, se mezcla con un asunto de drogas y culmina con un cambio de nombre. Lo mejor de todo es que la 'víctima' de esta surrealista historia ha sido la encargada de contarla, haciendo partícipe a todo el mundo de su sufrimiento pero también de las risas que se echó cuando todo había terminado. En Yasss te explicamos qué le ocurrió a este joven andaluz.
Para entender la historia, es importante saber que nuestro protagonista, la 'víctima', se llamaba Juan Antonio P. F. y que vive en Bollullos Par del Condado, un municipio situado en la provincia de Huelva, y que no le gusta mucho salir a la calle ni ha consumido drogas en su vida. Una vez aclarado esto, podemos seguir: resulta que un día hace unos cinco años, Juan Antonio recibe una carta del Gobierno de España. Visiblemente nervioso, la abre y descubre que es una multa de 600 euros por haber sido pillado con 0,6 gramos de cannabis. El chico, flipando, se da cuenta que aparecen todos sus datos (¡hasta su DNI!), pero que figura que vive en Bollullos de la Mitación (Sevilla).
Presa de la ansiedad, le explica a su madre que le ha llegado una multa y ella tiene claro qué hacer: "¡Pero si tú no sales nunca! Eso es un error. ¡Ahora mismo vamos a la Guardia Civil a decírselo!". En comisaría, nadie cree que la multa no sea suya y su madre estalla: "¿Pero cómo va a ser mi hijo? Si mi hijo no bebe, no fuma, no sale... ¡está todo el día en su cuarto! ¡Si yo peleo con él para que salga! ¡Hasta lo llevamos a un psicólogo para que saliese de casa!". Ninguno de los agentes de las cinco comisarías que visitaron confiaban en su versión, por lo que el chico comenzó a ponerse nervioso porque su madre "la liara" y todo acabase peor de lo que ya estaba.
Desesperados, Juan Antonio y su madre deciden ir a Sevilla a poner una reclamación de la multa y alegaron que no era él, que jamás había pisado Bollullos de la Mitación y que incluso estaba dispuesto a someterse a varias pruebas para demostrarlo. Como imaginaréis, nadie le creyó. Después de "3 días de estrés y ansiedad", a su madre le vino la inspiración y descubrió qué había pasado y por qué la policía se había confundido. Cuando Juan Antonio era pequeño descubrió un día en la consulta del pediatra que otro niño se llamaba exactamente igual que su hijo, que nació el mismo día y que vivía en el Bollullos sevillano. ¡Ahí estaba la respuesta a todo!
Juan Antonio y su madre tenían claro que el policía se había equivocado de chaval y se fueron hasta la comisaría donde trabajaba ese agente para explicarle lo sucedido. Al llegar se dieron cuenta de que no iba a ser nada fácil: ¡ese policía estaba de vacaciones! Decidieron explicarle a sus compañeros el malentendido y los policías comprobaron que tenían razón. Con el justificante que le dieron, Juan Antonio pudo poner la reclamación y que le quitaran la multa. Pero su madre no estaba satisfecha con la solución y llegó a requerirle a la jueza que le quitara los antecedentes penales a su hijo.
¿Pensáis que la madre de Juan Antonio se quedó conforme? Pues no, y es que la señora no quería que el otro Juan Antonio (a partir de ahora y tal como lo llama nuestro protagonista: 'Bad Juan Antonio') se la volviera a liar a su hijo y decidió que tenía que cambiarse de nombre para que eso no volviera a ocurrir: "Se empeñó en que yo me tenía que cambiar el nombre, ya que si el Bad Juan Antonio mataba a alguien, me iban a arrestar a mí y no habría forma posible de demostrar mi inocencia". Juan Antonio solicitó el cambio de nombre a Nate, pero como en esta historia nada es fácil de conseguir, ya os imaginaréis qué pasó: la jueza denegó el cambio porque no era "un nombre español".
Cuando ya habían superado el mal trago, un año después, llegó otra carta a casa: ¡se trataba de otra multa por consumo de cannabis de un tal Juan Antonio Pinto Fernández en Bollullos de la Mitación! Esta vez aparecía el DNI de 'Bad Juan Antonio', pero la dirección de la casa de nuestro protagonista. ¡'Good Juan Antonio' había dejado de existir legalmente! Flipando de nuevo, consiguen que la jueza le vuelva a quitar la multa y que los policías separen sus expedientes, pero la historia no termina ahí.
Esta vez la madre de 'Good Juan Antonio' tenía claro que esto no le podía volver a suceder a su hijo y se propuso que por fin le permitieran cambiar de nombre. Fueron de nuevo al Ayuntamiento y allí les explicaron los requisitos para que se concediera el cambio. "Necesitaba que todo mi círculo de amigos y familiares me estuviesen llamando por mi nuevo nombre durante 2 años, más 2 testigos que firmasen, así que me puse a falsificar chats con amigos y a cambiarme el nombre en todos lados", explica Juan Antonio sobre cómo se puso inmediatamente manos a la obra para conseguir que la jueza le diera el visto bueno.
Como estaba "desesperado", 'Good Juan Antonio' decidió mentir también en la carta en la que tenía que explicar por qué pedía el cambio de nombre: "Que me habían hecho bullying con el antiguo nombre, que me despersonalizaba...". Pero mientras intentaban que la jueza aprobase el cambio, su madre casi lo echa todo a perder llamándole Juan Antonio constantemente delante de la recepcionista. Pese a todas las piedras en el camino, finalmente consigue que le cambien el nombre a Nathan, aunque el chico confiesa que casi nadie le llama así y que todo su círculo sigue llamándole Juan Antonio o Juanan.
Este joven andaluz que se ha hecho viral con su surrealista historia confiesa que, aunque lo pasó "fatal" esos días, ahora se ríe mucho con el tema y ha terminado compartiendo una curiosidad. Tres años antes de que comenzase su pesadilla con 'Bad Juan Antonio', en 2012, lo agregó a Tuenti y ambos se rieron de la casualidad de llamarse exactamente igual. Para concluir, el joven ha mencionado la cuenta de Twitter del otro Juan Antonio (explicando que, en realidad, no es tan malo) y le ha agradecido que también se lo haya tomado con humor. La respuesta de 'Bad Juan Antonio': "Muy bueno tampoco soy. ¿O no te has dado cuenta con las multitas?".
La historia de los dos Juan Antonio no es la primera que se hace viral por lo surrealista y divertida que resulta para los tuiteros. El año pasado, un chico contó que su madre se metió en el bolso, por error, el datafono de la tienda donde hizo la compra. Para los más escépticos, que siempre piensan que las historias de Twitter son inventadas, el chaval adjuntó una foto con el datafono. Esto es lo que pasó: