Encontrar un piso de alquiler que se acomode a todas nuestras necesidades no suele ser una tarea sencilla, a pesar de eso, los inquilinos no suelen pasar largas temporadas en el mismo sitio; sino que van buscando oportunidades mejores donde, por menos dinero, puedan disfrutar de las mismas comodidades.
Es por eso que cuando dejamos un piso, normalmente ya hemos encontrado otro y perdemos por completo el contacto con nuestros antiguos caseros. Una vez ya nos han devuelto la fianza (o no), no hay nada que nos ate a ellos y es por eso que solemos desvincularnos por completo del piso y de todo lo que este supone.
No obstante, hay caseros que vuelven a nuestras vidas por múltiples motivos: nos hemos dejado algo en el piso, algún electrodoméstico parece no funcionar correctamente o porque quieren darte un bono de 2.500 dólares tras vender la casa donde has estado viviendo algunos meses. Bueno, la verdad es que esto no suele darse muy a menudo, pero Chris Robarge ha tenido la suerte de vivir esta situación tan extraordinaria y ha querido compartirla con sus seguidores a través de un post en su perfil de Facebook.
Chris Robarge ha publicado un post en su perfil de Facebook en el que ha contado que su excasero se puso en contacto con él para pedirle su dirección actual: "Una persona que me alquiló su piso me pidió mi dirección actual. Esta persona me alquiló un espacio en su casa, que fue el primer lugar al que pude llamar casa cuando tuve que salir de mi casa después de divorciarme", explicaba Chris en su publicación de Facebook.
Además, ha asegurado que no solo se sintió muy agusto en ese piso, sino que el dinero que pagaba por su alquiler le parecía extremadamente razonable: "Pagué una cantidad completamente justa de dinero por mi alojamiento y realmente disfruté de mi tiempo allí".
Creía que esa etapa la había cerrado hasta que recibió una carta de su excasero en la que le informaba de que habían vendido la casa donde él había vivido y que por ello iban a pagar una especie de bonificación a todos los inquilinos que alguna vez habían alquilado la casa: "Me estaban pagando a mí y a cada inquilino que alguna vez tuvieron por lo que contribuimos a la ganancia que obtuvieron al vender la casa", explica el chico.
El inquilino está enormemente agradecido con su excasero por el gesto tan desinteresado que ha tenido con él y es por eso que lo ha querido compartir en sus redes sociales, para animar también a otras personas a hacer este tipo de actos.
Además, ha explicado qué es lo que va a hacer con los 2.500 dólares que ha recibido y es que él también ha querido ser, al igual que su excasero, generoso y ha decidido que con ese dinero lo que hará será quedarse con 500 dólares para arreglar su coche, pero el resto lo donará a distintas asociaciones y acciones solidarias.