Logo de Actualidad

Actualidad

Alba Nevado, discriminada por su talla 46 en una empresa de azafatas: "Me trataron como si yo fuera un problema"

  • La joven, residente en Madrid, fue seleccionada para trabajar como azafata en Fitur 2021 y se convirtió en "un problema" cuando no le valía el uniforme

  • Contó lo ocurrido en su cuenta de Instagram, @alba.nevado, y su vídeo se volvió viral

  • Tanto el recinto como la empresa de azafatas se han disculpado con ella, ofreciéndole una reincorporación con un uniforme distinto

"En pleno año 2021 y siendo una época marcada por el supuesto aprendizaje del ser humano tras la vivencia de la pandemia, me he visto rechazada por mi talla y peso", así comienza el relato de Alba Nevado. Esta joven residente en Madrid ha conmovido en las redes sociales contando su mala experiencia con una empresa de contratación de azafatas de eventos, donde se convirtió en "un problema" por no caber en un uniforme de talla única.

Al presentarse en su puesto de trabajo, con un contrato para ser azafata desde el 19 de mayo hasta el 23, recibió un uniforme que no le valía. Ella había especificado su talla anteriormente, y aún así le dieron el trabajo. Pero cuando acudió a la formación previa para el trabajo a desarrollar y le entregaron su uniforme azul marino, ella se dio cuenta de que era de talla única. Y que esa única talla no le iba a valer. Cuando se lo comunicó a la empresa, le dijeron que le podían dar uno de la talla 42, y si tampoco le valía, tendrían que darle un traje negro.

"Esta mañana he estado una hora antes para que me lo dieran. Lo primero es que, nada más entrar, me dijeron "ah, tú eres la del problema", como si tener una talla 46 fuera un problema", contaba Alba entre lágrimas en un IGTV de su cuenta de Instagram. "Después de eso, me dan una talla 42, que a mí evidentemente, no puedo hacer magia y no me va a estar bien. Y finalmente me dieron un pantalón de chico, que tampoco me estaba bien. Finalmente me dicen que lo sienten mucho, pero que me mandan a mi casa porque no puedo trabajar sin uniforme, como si el problema fuera mío".

Este vídeo ha recibido casi 50.000 likes en Instagram, convirtiéndose en viral por la cantidad de gente que lo ha compartido y ha mostrado su apoyo a esta joven, que, sin poder contener las lágrimas, trataba de desahogarse contando la situación tan desagradable que había vivido.

"Yo no soy un problema"

Lamentablemente, experiencias como la que cuenta Alba ocurren a menudo. Hay muchos puestos de trabajo en los que la imagen es el requisito más importante a la hora de contratar a una persona, y, generalmente, detrás del eufemismo "imagen" se suele encontrar la exigencia de un cuerpo normativo. De ahí el tallaje único del uniforme. Cuerpo normativo, que no normal, puesto que, en España, la talla más vendida es la 44, según datos del Ministerio de Sanidad de 2014.

Cuando vas a una tienda con tu talla 44 (ya no hablamos de la 46 de Alba) y no te vale ninguna de las prendas que se venden, te presentas a un trabajo y ningún uniforme te vale, puedes llegar a pensar que el problema es tuyo. Que tu cuerpo no vale. Que tienes que cambiarlo para encajar mejor. Que tu imagen no es buena o bonita por estar gorda. Pero eso no es cierto, y Alba Nevado lo explica muy bien: "No quiero que me traten como si fuera un problema, y como si mi imagen fuera lo único que sirviera para trabajar, en un puesto que sé que soy lo suficientemente válida para estar, pero como no encajo dentro del canon, no tienen una talla para mí. Por lo tanto, no puedo trabajar".

"Mi problema no es tener una talla 46, mi problema es que gente que me ofrece un trabajo sabiendo la talla que tengo, no esté preparado para asumir que tienen que tener un uniforme de esa talla. El problema lo tienen ellos, no yo. No me pueden decir que una 42 es la talla más grande. Deben de tener una previsión para eso", concluye Alba.

A raíz del fuerte impacto que han causado sus palabras, y según ella misma ha hecho saber, tanto IFEMA Madrid como FITUR Madrid se han disculpado con ella por lo ocurrido. También la empresa que la contrató, Best Way Events, se ha puesto en contacto con ella para disculparse. "También me han ofrecido incorporarme con un uniforme distinto a un puesto de trabajo en el que no llamase tanto la atención el hecho de no estar igual de uniformada. A esto yo he dicho NO, ahora mismo no estoy en condiciones físicas, psicológicas o mentales como para atender al público de una manera agradable", explicó.