Las agresiones homófobas, por desgracia, siguen estando a la orden del día en pleno 2020. Solo en la comunidad de Madrid, este año ha habido 211 incidentes por LGTBIfobia, según el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia.
La última agresión pública la ha sufrido un joven de 24 años en un bar del barrio madrileño de Río Rosas en Chamberí. El joven de 24 años, Roberto Ruiz, ha informado de lo ocurrido a través de su perfil de Twitter, escribiendo en pocas palabras lo que le había pasado aquella noche y adjuntando tres fotografías de su paso por el hospital.
"Ayer me tocó vivir una de las experiencias más horrorosas que yo veía muy lejos de vivir, por la noche fui agredido física y moralmente en un bar de Madrid", escribe Roberto, a lo que añade: "Se me llamó 'maricon de mierda' por el mismo encargado del sitio #StopHomophobia".
Además del testimonio de Roberto a través de un tuit que se ha hecho viral con casi 700 retuits y 1.100 likes, la asociación LGTB Arcópoli ha emitido un comunicado en el que relata lo ocurrido aquella noche del domingo 6 de diciembre en un bar de la calle Ponzano al que había ido Roberto.
Según han contado desde la asociación Arcópoli, Roberto estaba tranquilamente tomando algo cuando, de repente, "una chica comenzó a molestarle en la barra de un bar y tras proferir insultos como 'maricón de mierda', un amigo de ésta le amenazó y le dio un cabezazo. Después cogió un vaso de cristal e intentó golpearle, pero R.R. consiguió pararlo con el brazo y el vaso estalló en mil pedazos, lo que le ocasionó cortes por todo el cuerpo".
Ante esta situación, el encargado del establecimiento, en vez de mediar entre los clientes, según ha denunciado la víctima, "le dio una patada en la pierna y le gritó 'ustedes son todos iguales, ¡maricones de mierda!', le cogió del cuello y le sacó del local de malas formas".
Roberto, viendo que esta situación homófoba se había descontrolado, llamó a la Policía Municipal; que acudió a las puertas del local, donde la víctima explicó todo lo acontecido anteriormente. "Más tarde interpuso denuncia en la comisaría del distrito de Chamberí", explica Arcópoli en su nota de prensa.
El director del Observatorio, Rubén López, afirma que "lo más duro en casos como éste es que la víctima, lejos de encontrar un apoyo tras ser agredida, vuelve a sufrir el odio, violencia y prejuicio por ser gay. Es por ello que en muchas ocasiones la víctima prefiere no denunciar. Afortunadamente, en este caso R. R. denunció y eso nos ayuda a perseguir las acciones ilegales que se hayan cometido".
En ocasiones resulta muy complicado denunciar situaciones como estas, ya sea por desconocimiento, falta de recursos o por sentirse en una situación de vulnerabilidad. Sin embargo, Roberto sí que lo hizo, aunque desde que vivió esta agresión no ha vuelto a salir a la calle sin sentir miedo porque algo así pueda volverle a ocurrir en cualquier momento.